1. "¡Qué bonita te vez! ¡Cada vez más gordita!"

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Pov. Mia

— Axel, ¿Vienes a mi casa está noche a cenar? — le pregunté a mi mejor amigo mientras caminábamos al salón de Química.

— ¿Tu madre te lo pidió? — respondió risueño.

— Mi hermano va a traer a su novia — solté un suspiro de frustración, odiaba cuándo se ponía de importante. — Necesito traer a alguien y tú eres mi mejor amigo.

— Solo acepto porque tu mamá cocina demasiado bien. — Axel se alboroto apenas un poco su cabello y todas las chicas que estaban en el pasillo soltaron un suspiro.

Me contuve de darme una palmada en la frente, ¿Que tenía de extraordinario el idiota de Axel?

— Y porque eres mi mejor amigo y debes de cumplir con tus obligaciones de mejor amigo. — sonreí triunfante mientras entrábamos al salón de Química.

— No entiendo en que momento firme un acuerdo de responsabilidades de mejor amigo. — se encoje de hombros y ambos nos separamos, mi lugar estaba casi frente al escritorio de la maestra y el de Axel estaba en la última fila.

— Buenas días Edison. — me sonrió la maestra.

— Buenos días maestra. — tome asiento y saque mis libros. Otro día en New York Times.

~°~

— Pero... ¿Axel y tu aún no son nada verdad? — mi hermano mayor (y único) estaba parado frente al espejo de su habitación tratando de decidirse que corbata le quedaba mejor con su traje.

— No, ¡Oye! Decídete por una ya me desespere.

— Se te ve bien todo, guapo. – Axel hizo presencia con un traje muy elegante negro con una camisa blanca y una corbata de puntitos de colores que le había regalado en uno de sus cumpleaños.

— Me sonroje, guapo. — comencé a reírme como una foca retrasada.

Me sorprendía que estos no fueran gay.

— ¿Por qué tan temprano Axel? — le pregunté a mi mejor amigo, levantando mi trasero de la cama de mi hermano mayor. Yo apenas llevaba la mitad de mi vestuario. Tenía puesto un vestido vino hasta arriba de las rodillas y ceñido al cuerpo.

— Al que madruga Dios lo ayuda y tu mamá me da más comida si le ayudo a poner la mesa. Baiii. — Axel salió danzando de la habitación. Estaba demás decirle donde estaban las habitaciones. Axel parece más de la familia que yo, es más, mis padres confían más en él que en mí.

No entremos en detalles del porqué.

— Serían buena pareja. — sonrió a mi lado Edward.

— No, gracias. — le sonreí y salí de la habitación.

Puse los ojos en blanco, era tan usual escuchar que confunden nuestra relación de mejores amigos con una relación de noviazgo que obviamente arruinaría tantos años de amistad y sinceramente, no creo poner en riesgo tanto que hemos pasado juntos.

Llegué a mi habitación y más por compromiso que de ganas comencé a arreglarme. Maquillaje y lo que resta de mi outfit.

~°~

— ¡Qué bonita te ves! — habló Axel a mis espaldas.

— Gracias...

— Cada vez más gordita.

— ¿Disculpa? — estaba a punto de darle una patada cuando me doy media vuelta y veo que le está hablando a la pequeña perrita de mi tía. Pues la estaba cuidando porque su propietaria había salido del país y no pudo convencer a la aerolínea de que la dejaran abordar con una bola de pelos blanca.

— No te pongas celosa, amargada. — al parecer el gorila de dos metros se dio cuenta.

—Que no tenga los mismos mecanismos que tú para divertirme no me hacen una amargada...

— ¡Mía! — mi padre, el señor Edison entro a mi habitación y no pude terminar mi insulto.

— Dime papi. — dijimos al unísono Axel y yo. Dedicándole un saludo militar.

— La cena ya está lista y Axel, limpia tu boca. — mi padre se rio y salió de mi habitación.

Gire mi vista para seguir una discusión y probablemente empezar la septuagésima cuarta guerra mundial... aunque, honestamente no podría darle un número exacto, perdí la cuenta después de tres. Si me pagarán por cada vez que nos sacaban de algún lugar o nos ponían una amonestación, les puedo jurar que estaría viviendo en Dubai con las estrellas más famosas de sirvientas y chóferes.

No exagero, somos un peligro para la sociedad.

— ¿Esta rica la cena? — le dije risueña.

— Demasiado. — tosió y se limpió un resto de lasaña que tenía en su labio inferior. Axel era atractivo, tenía que aceptar que esos ojos oscuros tenían cierto rastro de misterio, pero en definitiva no era mi tipo.

— Vamos abajo gorila de dos metros.

Bajé las escaleras y en el comedor ya estaba mi mamá, mi papá, mi hermano Edward y su antipática novia Elisa.

Elisa es una chica unos centímetros más alta que yo, su cabello es color negro como la noche oscura sin estrellas y le llega a la cintura, tiene un cuerpo de envidia y unos ojos café claro grandes. Las personas dicen que no debe juzgarse un libro por su contenido y bueno...ella tiene una cara de ángel, pero eso solo tiene de ángel. Es la más perra del penúltimo año, su único pasatiempo es saltar de cama en cama con cualquier tipo que se le atraviese por su camino. Mi hermano se fijó en esa fiera sin corazón...

Bueno, ¿por qué se fijó en ella? siempre será un misterio. Pero apenas llevan un mes juntos & estoy contando el tiempo para que terminen. No soy una persona muy celosa o quizá sí, pero eso no tiene absolutamente nada que ver, es solo que ella no me pasa ni un poquito. Instinto de hermana menor sobreprotectora.

— Mía. — la pomposa pelinegra se acercó para dejar marcado mi pómulo derecho con un beso de sus labios color rojo intenso.

— Elisa. — le contesté de la manera más ruda posible.

— Ax. — saludo de igual manera a Axel.

— Hola Elisa. — contesto risueño el playboy de mi mejor amigo.

Nos sentamos en la mesa, bueno en las sillas. Y Comenzaron las típicas pláticas de mis padres. Estos últimos estaban realmente felices porque Edward nunca había traído formalmente a una chica. Ya me imagino el hechizo que le lanzo encima para poder ser la primera.

— ¿Cuánto tiempo llevan juntos? — pregunto mi padre.

— Un mes, pero realmente espero durar mucho más tiempo con Edward. Es demasiado perfecto.

In mis, piri riilminti ispiri dirir michi mis tiimpi cin Idwird. Is dimisiidi pirficti.

¿Escucharon eso?

Damas y caballeros acaban de presenciar cómo es que las víboras pueden hablar el idioma humano.

— Mía, ¿Puedes dejar de apretar mi pierna? Por favor. — Axel me susurró al oído.

¿Pero qué disparate? Yo...

Ops, solté mi mano lentamente de su pantalón.

— Lo siento.

— Nunca antes Edward nos había traído a una chica a cenar, supongo que eres muy especial. — se unió mi madre con voz dulce.

— Me siento realmente especial. — la perra, perdón Elisa, ladro, digo sonrió y puso una mano en su pecho.

Voltee a ver a Axel. Con una mirada éramos capaces de entender todo perfectamente. Espero que mi hermano no me odie. Respire profundo, Elisa mal momento en el que decidiste ser la novia de mi hermano.

Para ti mejor amigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora