El linaje de los Clayton siempre ha fortalecido una norma, un objetivo o un capricho, como quieras llamarlo. Cada descendiente de esta familia deberá besar a una chica, la que parezca estéticamente más hermosa. A algunos les gusta, otros prefieren m...
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#MARATÓN 1/2
— ¿No me dirás de qué habéis estado hablando mi hermano y tú? — interrogo de brazos cruzados y formando un puchero con los labios. Tampoco falta decir que con mi ceño fruncido, su risa se prolonga unos segundos más.
A veces me siento como si estuviera de vuelta a cuando tenía nueve años, cuando Dylan y yo estábamos en casa y Skylar le había llamado. Estaba tan emocionado sobre esa chica que la curiosidad estaba presente en mi estómago cada vez que sonreía y ella estaba detrás de la sonrisa. Me sentía bien por que mi hermano fuera feliz, ahora sabía lo que se sentía estando en su misma posición y me encantaba.
— ¿Para qué quieres saberlo? Ha sido solo una conversación — asegura, se recuesta un poco más sobre la toalla con sus codos y espero a que se haya hundido al máximo en la arena para recostarme sobre él. Sus labios se acercan a mi frente y dejan un beso sobre ella.
— Es mi hermano, y tú mi novio. ¿Cómo no voy a querer saber de qué hablabais?
— ¿Puedes repetir eso?
— ¿La pregunta? ¿Cómo no...
— No, eso no, lo de antes. Eso de que soy tu, ¿qué?
— ¿Mi novio?
Sonríe —. Sí, eso. Justo eso. Repítelo otra vez — esta vez soy yo quien formo una enorme sonrisa que hace que mis mejillas duelan —. Venga, vamos. Quiero escucharlo de los labios de mi novia — alza aún más las comisuras de sus labios.
— Quieres distraerme — analizo, entrecierro los ojos —. Voy a saber de lo que habéis hablado quieras o no. No voy a rendirme, bonito — mascullo, me volteo sobre él apoyando mi espalda contra su pecho. Noto el latido de su corazón, el altibajo de su cuerpo al respirar. Me siento en paz, como siempre que estoy con él. Feliz y en paz.
Mi paraíso.
— Me ha dicho que cuide de ti — responde. Muevo la cabeza de tal modo que sus ojos son los primero que veo. Me dedica una sonrisa tan real y sincera que me derrite por dentro —. Ha preguntado si conocía a James, a tu padre, y después ha dicho que si te hacía daño iba a venir hasta aquí para matarme.
Me vuelvo otra vez hacia adelante, hacia el mar y las olas rompiendo con la orilla —. Y ese, señoras y señores, es mi hermano. Sicario por su hermana y amenazando con asesinar a su novio — espeto. Niego con la cabeza escuchando la risa de Chad. Me pellizca el hombro y me quejo levantando la cabeza.
— No trates así a tu hermano. Solo quiere que estés bien.
— A veces se pasa — murmuro —. No necesito tanta ayuda.
— ¿Teniendo un padre como el tuyo? — interroga —. Yo también sería así con Jamie de haber vivido lo que vosotros. Ni siquiera sé si la hubiera dejado salir de casa sin mil personas que estuvieran detrás de ella como guardaespaldas.