Capítulo 29

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Después de un largo trayecto en coche, llegamos a una especie de casa abandonada. Nos habían metido en lo que parecía ser una habitación. ¿Cómo había llegado a esta situación?

-¿Qué va a pasar con la chica?-Comentó uno de ellos.

Estaban pensando que hacer conmigo. Creo que no voy ha salir viva de aquí.

-Primero nos ocuparemos de él.-Dijo otro mirando a Tristan.

Tristan. Este era otro tema. Se notaba que estaba enfadado. Desde que habíamos llegado estaba apoyado en la pared escuchando lo que hablaban aquellos hombres, ni si quiera me había dirigido la palabra. Yo me encontraba sentada en el suelo ya que esto iba para rato.

-¿Quienes son?-murmuré en voz baja para que solo me escuchase Tristán. El cual me miró aun más molesto.

-¿Tú que crees?-me respondió de malas maneras.

-Cuanto tiempo. Tristán.

El hombre observó a Tristán de arriba a bajo mientras se ponía a reir.

-¡Por fin nos vemos!-exclamó llamando a sus hombres.

-No te cansas de meterte en mis asuntos, ¿verdad?

Escuché a Tristán balbucear algo. Mientras yo no daba crédito a la situación. ¿meterse en sus asuntos? ¿Qué querrá decir? Aun que conociendo a Tristán estaba segura de que no se trataba de algo bueno.

-Bueno, ¿quién de los dos va a hablar?-Dijo otro de ellos mirándonos a ambos.

-Yo.-Dijimos Tristán y yo a la vez.

No sabía de que trataba todo esto, pero sabía que si dejaba a Tristán hablar no iba a salir nada bueno. Quizás yo sepa como sacarnos de aquí sin que se produzca de ninguna muerte.

-No sabes como son estos hombres y mucho menos como pretenden sacarte información.-Me susurró Tristán.-Hablaré yo.

Bufé. Pero decidí dejarle a él.

-Empecemos.-Dijo Tristán.

-Muy bien, lo haremos aquí mismo. ¿Para quién trabajas?

-Para nadie.

-¿Y como es que siempre estás metido en esto?

-Yo que sé. El destino.- Al decir aquello uno de ellos le golpeó la cara haciendo que me sobresaltase.

-Muy listo, la próxima será ella.-Tristán se tensó al oír aquello. Esto no iba a salir bien.-Sabes muy bien por qué estas aquí, así que déjate de tonterías. Tu..-Dijo señalándome.

-Ella no tiene nada que ver.-Habló Tristán.

-Bueno, va contigo, la podemos usar como moneda de cambio.

-Llegaremos a un acuerd.-Dijo este.

-Así me gusta, Evans. Conseguirás toda la mercancía que misteriosamente ha desaparecido.

-¿Qué?-grité.

-Prefiero ir a la cárcel.-Dijo Tristán.

-¿Eres imbécil?-le dije.

-Chaval, si fuese por mí te hubiese pegado un tiro, pero créeme me sirves más con vida. Piénsatelo-Dijo saliendo de la habitación.

-¿Con que lo tenias controlado?-Dije molesta.

-En este caso es mejor no hacer nada.

-¿Vas a dejar que nos maten?

Esto era un infierno y apenas llevábamos unas horas aquí. No sabía que hacer y eso me estaba consumiendo. Todo esto es de locos, mi vida estaba yendo cuesta a bajo y sin frenos.

(...)

Me levanté del suelo desesperada, las horas pasaban y seguíamos aquí.

-¿Podemos hablar?-le pregunté retirando mi pelo.

-¿De qué?

-No sé, del tiempo que hace. Pues de como salir de aquí.

-¿Para que quieres intentarlo?

-¿Por qué eres tan niñato? A diferencia de ti valoro mi vida.

-No hay manera de salir.

-Si la hay, yo haré lo que piden.- Me fulminó con la mirada.

-Qué ni se te pase por la cabeza.

-Ya está bien de tanta charla.-Dijo uno de ellos.-Vámonos-Dijo cogiendo a Tristán.

-¿Donde le lleva?-pregunté pero pareció no escucharme.

Mierda, ahora si que nunca íbamos a salir de aquí.

-¿Becca?-escuché una voz, seguro que es fruto de mi imaginación.

-Shh-Dijo entrando en la habitación.- Os sacaré de aquí.-Dijo soltándome las cuerdas que llevaba en ambas manos para después buscar como salir de allí.






 




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