Lena la nota del final, please. ¡Y bienvenidos a todos los nuevos lectores!
¡Disfruten el capítulo!
Hacía frío, mucho frío. Los dedos de sus pies se sentían tiesos, apenas los sentía. Le recuerda a aquella vez que por accidente cayó en un charco de agua helada, y los pies le dolieron por el resto de la noche. Era una sensación terrible, lo recuerda muy bien, sólo que esta ocasión no sólo la experimentaba en la punta de sus dedos, sino en todo su cuerpo.
No podía moverse, no podía hablar, no podía formular los pensamientos en su cabeza.
¿Dónde estaba? ¿Qué hacía ahí? ¿Dónde estaba Clementine? ¿Y los demás?
Su pequeño cuerpo se vio obligado a caminar sobre la acera, mientras sus brazos rodeaba su torso en un vano intento de entrar en calor. No tenía idea de a dónde iba, como si fuera un mecanismo del cual lo tuviera control absoluto. Simplemente caminaba sin tener idea de a dónde se dirigía.
Pronto vió una puerta entre toda esa oscuridad, sus pies comenzaron a avanzar sin orden alguna, como si estuvieran poseídos y alguien más los guiara.
Sus manos comenzaron a abrir lentamente la puerta, ya la había visto antes tanto en sus peores pesadillas como en la vida real. ¿El rancho?
La madera crujió cuando abrió la puerta, y aunque sabía lo que le esperaba cuando cruzara no pudo evitarlo. Sus más horrendos recuerdos se encontraban del otro lado y nadie podía hacer nada para salvarlo. Estaba por su cuenta ahora.
Pero entonces entró, pudo identificar que se encontraba en el granero que estaba iluminado por una luz roja que hacía que el lugar fuera aún más tétrico.
Sus manos se cubrieron a sus costados , y con temor entró al lugar, no había nada, estaba vacío.
El pajar crujía con cada paso que daba, podía sentir perfectamente lo caliente que estaba al rozar con los dedos de sus pies.
Entonces del otro lado, en lo más recóndito de aquel cuarto sórdido, se encontraba el cuerpo de Marlon mirándolo fijamente con dos cuencas vacías en vez de ojos.
Si piel era aún más pálida de lo que recordaba y tenía esa Macha de sangre en su frente, justo como lo había dejado el día de su muerte. Sólo que esta vez estaba de pie, mirándolo con odio y sin moverse.
"Hazlo"
Ladró Marlon, sin embargo él no sabía a qué se refería hasta que con un movimiento señaló a sus manos, ahora se encontraba en estas la pistola homicida, la misma que había utilizado para matarlo antes. Y esta vez, sólo tenía una bala.
¡Hazlo!
Volvió a ordenar, sin tener control alguno sus manos levantaron el arma apuntándole directamente a la cabeza.
"¡HAZLO!"
Y disparó.
El cuerpo inerte de Marlon yacía en el suelo, y sabía lo que venía después. De las paredes comenzó a descender una especie de moho oscuro, cubriendo las paredes, comiéndose el pasto.
Sus pies se pegaron contra el piso como si estuvieran llenos de cemento, y no pudo hacer nada para evitar que la nube espesa lo atrapara. Lo comenzó a cubrir por todos lados, y antes de que esta lo consumiera por completo vio que el cuerpo de Marlom ya no se encontraba en el suelo. En cambio había sido reemplazado y cierta gorra se encontraba ahora en el suelo.
Le había disparado a Clementine.
Aj se despierta de golpe con la respiración agitada, inmediatamente toca su pecho y su cara para comprobar que ninguna especie de moho se lo estaba comiendo. Pero no tenía nada, no estaba en peligro, se encontraba a salvo en la seguridad de las paredes de Ericcson. Los mounstros seguían afuera.
