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Louis mantenía sus dedos en las teclas, tratando de acomodar las notas de cierta melodía que venía escribiendo desde hace mucho tiempo. Ya era tarde, hace mucho que Violet tomó a los niños y los llevó a que fueran a la cama mientras Clementine terminaba su guardia.
Mientras Louis había notado que en su piano un par de llaves estaban rotas, por lo que ya no le apetecía tocar como de costumbre, sonaba horrible.
El muchacho toca nuevamente la tecla y al ver que el sonido que emitía, ahogado, decidió darse por vencido y dejar aquello para mañana.
Era tan tarde ya, hasta Clementine había terminado su turno para que la sustituyera Omar, y se fue directamente con Louis a esperar a que terminara lo que estuviera haciendo.
Y al voltear en busca de cierta castaña se dio cuenta que esta yacía dormida en uno de los sillones que estaban ahí. Al parecer estaba demasiado cansada para quedarse despierta. No era de más, tardó más de lo esperado en la guardia. Entonces Louis se acerca hasta Clementine muy despacio para no hacer ruido y despertarla con sus pasos, entonces se arrodilla hasta quedar a su altura donde la joven se encontraba descansando boca abajo mientras su espalda subía y bajaba al compás de su respiración.
Oh dulce, dulce y tentadora Clem.
Inmediatamente sacudió su cabeza para quitar esos pensamientos, algunas veces podía darse cuenta que sus pensamientos con respecto a la rizada eran muy tontos.
Entonces Clem parece darse vuelta buscando una mejor posición para dormir, quedando boca arriba. A este le es imposible no quedarse embelesado viéndola, a sus enormes ojos cafés que tanto le gustaban y que ahora estaban cerrados y lo único que podía ver eran sus abundantes pestañas, y su boca semi abierta le daba un aspecto aún más adorable.
Parece tan pacífica y tranquila, es la única vez que concuerda que no está a la defensiva todo el tiempo. O básicamente el ochenta por ciento del tiempo.
Como había dicho, ya era demasiado tarde, Aj seguramente estaba en su cama, por lo que no podía dejarla aquí. Louis trata de sostenerla por debajo de su espalda y sus rodillas para poder cargarla, pero en el momento en que se acerca para tomarla Clementine reacciona sujetando la muñeca del chico fuertemente.
El muchacho se asusta y suelta un chillido, lo curioso era que no fue uno totalmente masculino, había gritado demasiado agudo para sus oídos.
- ¿Qué estás haciendo? - pregunta Clementine sin abrir sus ojos y en la misma posición. Louis quien le toma segundos reaccionar sujeta su pecho de manera dramática.
- ¡Jesús, Clem! ¿Haces eso siempre? - Dice, la joven sólo responde bajando su gorra hasta su barbilla para taparse la cara.- Eres adorable, pero también me das miedo a veces.- Clem quién había estado con cara tapada se quita su gorra para mirar al moreno espectante.- Está bien, tú sabes a lo que me refiero.
