Con paso frecuente, Aasim recorre el bosque con camino de vuelta a la escuela, con los hombros caídos y un arco en sus manos.
Preocupado y además con un mal sabor de boca al regresar con las manos vacías, las trampas habían sido activadas por caminantes y las que sí atraparon algo sólo tenían los restos de algún conejo, la situación estaba poniéndose peor en la escuela. Sin comida, casi nada de municiones, el grupo ansiaba por algún movimiento de su parte, indicación o iniciativa.
La opción de fingir que nada había pasado para continuar con sus vidas parecía muy inadecuada en esos momentos, y eso le hace sentir que no es lo suficiente para poder guiar un grupo quebrado que esperaba por esperanzas. Se les había acabado, quizá Clementine o Violet hubieran hecho un mejor trabajo que él, pero ya no estaban."Ella no está muerta, simplemente me abandonó."
Aasim camina con cansancio hasta un venado muerto, donde se deja caer de rodillas sobre el pasto seco. Este estaba devorado, no quedaba nada dentro de él, incluso las costillas habían quedado al descubierto. Se da una palmada en la cara, mientras piensa en lo bien que hubiera sido para todos en la escuela si tan sólo él hubiera llegado antes que esos caminantes.
Pero antes de seguir haciéndose menos, varios llamados a su nombre lo ponen alerta, lo primero que viene a su mente; peligro.
Se levanta del suelo y corre hasta encontrarse a Willy.— ¡Willy! ¿Qué pasa?
El mencionado llega con los ojos desorbitados, respirando pesadamente pues ha corrido una gran distancia. Pone sus manos sobre sus rodillas, y sólo unas palabras bastan para ponerlo en alerta.
— Es Louis.
No dice nada más, y de nuevo regresan con rapidez a la escuela. Al llegar, ve a Omar en la torre de vigilancia y hace falta preguntarle nada para que le diga que algo está pasando dentro de los dormitorios.
Corre con rapidez hacia adentro, con la preocupación al mil al pensar en alguna tontería que su amigo haya sido capaz de hacer. No hay nadie en el cuarto de Louis, luego su subconsciente le grita que no es ahí donde debe buscar, así que cambia el rumbo y se dirige a la antigua habitación de Clementine y Aj.
Cómo lo pensaba, afuera de esta estaban Ruby, Mitch y Sophia con el pequeño Tenn, sus semblantes le indican que es algo serio, la tensión aumenta en su organismo.
— Es Louis, n-no sé qué le pasa, simplemente escuché gritos y golpes...— le explica Ruby, con la voz entrecortada y su manos temblorosas señalando la puerta cerrada de su habitación.— ... Intenté llamarlo, pero no quiere abrir la puerta.
— Tenemos que abrirla antes de que cometa una estupidez.— le dice Mitch, apuntando con la única mano que ahora tiene.— Lleva rato encerrado, creo que está teniendo un ataque de algo.
De 'algo', claro que eso ayuda.
La única que se exaspera con velocidad es Sophie quien no tarda en regresar del invernadero con una pala en mano mientras los otros inútilmente empujaban la puerta y trataban de hablar con Louis.
— Atrás.— Les dice ella al llegar, golpeando varias veces el cerrojo hasta que finalmente logra romperlo y abrir la puerta de una vez por todas.
Sólo basta una pequeño empujón para entrar, todos se asoman con mucho temor de ver alguna escena que no vayan a olvidar jamás.Louis está sentado en una esquina, con el rostro caído y sus brazos sobre las rodillas. Y en efecto, aunque no es lo que esperaban, no van a olvidar esa escena por lo menos en un buen tiempo. El cuarto está hecho un desastre, el colchón de una cama está en el suelo, algunos cajones están abiertos, y los escritorios están de lado. Pareciera que un huracán pasó por la habitación, arrasando todo, pero no, el lugar parece más saqueado que destrozado en una rabieta de rabia, como si estuvieran buscando algo.