Clem, despierta...Clementine, abre tus ojos...
Clem, levanta...
Clem...
¡Despierta!
Abre sus ojos abruptamente, buscando orientarse un poco. Aquello la marea, por supuesto, por lo que vuelve a cerrar sus ojos fuertemente. Los abre, pero sigue viendo borroso, y una tenue luz le alumbra la cara, parpadea buscando aclarar su vista por completo.
Tiene sed, es lo primero que piensa.
Su boca está seca, por lo que tiene que carraspear un poco para aligerar ese picor en su garganta.
Entreabre sus ojos, viendo primero sus piernas, y luego a sí misma atada a una silla.
Sus manos están sujetas con una soga, luego, con toda la fuerza de voluntad que tiene, levanta su cabeza moviendo sus ojos por todos lados.
Eso la marea, por lo que se detiene un segundo, antes de volver a levantar su rostro, buscando alrededor, un escalofrío la recorre cuando escucha varios quejidos.
Se escuchan gritos de dolor y un par de groserías más.
Louis
Es lo primero que piensa, sus ansias incrementan al segundo.
Cuando su vista por fin se aclara, puede ver enfrente a un sujeto de espaldas. Tapando a Louis de su campo de visión.— Vamos niño, no hagas esto... Más difícil...— se escucha su voz, luego un sonido metálico resuena en el lugar, para después unas pinzas caer al suelo. Frunce el ceño, y el sujeto finalmente se aparta de ahí.
Ahoga un grito, tiene que poner de su autocontrol para no llorar por la imagen que tiene enfrente. Louis, atado a una silla igual que la suya, se encuentra temblando y con la cabeza gacha. Su pecho sube y baja y puede ver un hilo de sangre saliendo de su frente.
¿Qué le han hecho?
— Vaya, miren quién ha despertado...— dice Jackson acercándose a ella. Sus náuseas aumentan. Clem elude su contacto cuando éste levanta su mano con intención de tocar su mejilla. No deja pasar su desaprobación en sus facciones, al sentirse rechazado por la fémina. Aquella acción no le agrada al sujeto, por lo que levanta su palma y le cruza la cara con una fuerte bofetada.
— ¡No la toques, maldito enfermo! — grita, apenas, Louis desde su lugar, tratando de zafarse de las ataduras.
Le cuesta reaccionar, aún así no expresa ninguna emoción en su rostro. Tratando de mostrarse neutra ante la curiosa mirada de Jackson.
— Relájate, niño.— le dice Jackson inclinándose sobre sus cuclillas quedando a la altura de Clem.— La señora pidió estrictamente que no tocara a la chiquilla. Parece que tiene un interés en ti ¿Eh? — la castaña trata de no descolocarse por ese comentario.
En cambio le mantiene la mirada, tratando de demostrar que no se siente intimidada a pesar de estar temblando por dentro, estar frente al autor de sus más recientes pesadillas.
Louis gruñe desde su lugar, y se menea varias veces en el asiento. Sintiendo incapaz de hacer algo para alejarla de él. Jackson sacude su nariz, al sentir cierta gracia ante la situación.
¿Qué niña tan ruda, fingiendo tener el control de la situación?
— Pero bueno, puedo adivinar qué tipo de interés tiene contigo...— Jackson se detiene abruptamente, ya que Clementine le ha escupido justo en el ojo.
Jackson se muestra impasible, y con su pañuelo rojo se limpia la saliva de su ojo.
Ella negaría que no le ha gustado hacer eso, pero estaría mintiendo descaradamente. La situación no lo amerita, pero aún puede hacer algo si de fastidiar se tratara. Aunque está en una posición poco favorable, es una rehén y de ahí Jackson es el que tiene todas las cartas en la mesa.