¿Por Qué Te Amo Tanto? ||Siswaki||

Mala Suerte

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–¡Eres un...!–gritó el de orbes azules al terminar de escuchar toda la explicación del plan del rubio.

–De nada–le respondió el contrario de manera burlona–Sin mi no hubieras confrontado a tu padre–

Wakiya asintió con la cabeza, Rantaro tenía razón y debía estar de acuerdo con él por lo menos una vez en su vida.

–¿Y para cuándo la boda, ricitos?–el rubio lo miró mal y suspiró con pesadez–Esta bien, esta bien; sabes que lo digo bromeando–

–A veces siento que lo haces de manera intencional–susurró Wakiya apartando la mirada.

Rantaro negó con la cabeza mientras reía, no lo hacía de manera intencional, quizás y en un futuro ingenie un plan para hacer que esa pareja de tórtolos –que ni pareja aún eran– se casara y vivieran juntos por siempre. Pero con eso ya tenía, así que sólo se enfocaría en buscar a otras personas para tratar de juntarlas o buscarse a alguien si no quería morir virgen y solo por la eternidad, con 300 gatitos y viviendo en la calle debajo de una cajita de cartón. 

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Se había llevado a Wakiya a salir un rato por ahí, quería restregarle a Valt que pudo juntar a "ricitos" y al peli-verde. Por eso también los había invitado a dar la vuelta.

El peli-verde y el peli-azul se acercaron a ambos rubios. Digamos que Silas estaba algo molesto, pues no le agradaba que Rantaro estuviera al lado de Wakiya, aunque no debía pensar en algo que no podría pasar porque el rubio ya le había confesado sus sentimientos en frente de su padre.

Caminaban de un lado a otro, compraban helado, malteadas y demás tipo de comida.
Y como ya era obra del destino se encontraron con la pequeña niña, esta los saludo a los cuatro con una sonrisa de oreja a oreja pero luego su mirada se torno seria y se acercó a Rantaro para golpearlo y después  irse,  no sin antes decirle: "No le robes al chico su linda novia".

–Eso te pasa por estar a un lado de Wakiya–habló Silas mientras se reía al ver como Rantaro se retorcía del dolor en el suelo.

–S-si... Estoy... B-bien–susurró el rubio tratando de ahorrarse las ganas de gritar–Gracias p-por... Preguntar...–

Después de un rato de burlas y quejas prefirieron sentarse a esperar a que el rubio se sintiera mejor y listo para volver a caminar después de tremendo golpe que la pequeña le había dado, aunque bueno, aprendió una valiosa lección: Nunca más acercarse a Wakiya cuando esa niña estuviera cerca.

–Estaba bien feliz de la vida–susurró Audaz mientras se recostaba en el pasto–Hasta que ese engendro del demonio me pateó en donde más me duele–

–Creo que la niña está por allá–susurró el peli-verde de manera burlona y estalló entre risas al ver como el rubio se levantaba lo más rápido que podía y se escondía detrás del peli-azul.

Audaz al darse cuenta que la "representación de la maldad" no estaba cerca se volvió a recostar y miró a Silas y Wakiya.

–¿Cuándo piensan ser novios de manera oficial?–preguntó el rubio para empezar a molestar, ya lo tenía. Si Wakiya o Silas lo comenzaba a molestar, él empezaría a molestar con ese tema.

–No empieces–susurró el peli-azul–Aún no junto lo suficiente para tu funeral, Audaz–

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El resto del día no fue lindo para el rubio, pues recibió otras dos patadas de parte del otro rubio y del peli-verde.
Aún así no pudo evitar el hecho de hacer preguntas sobre el tema de Wakiya  y Silas a lo que al final le respondieron de manera tranquila un: "Cuando sea el momento indicado". Fue entonces cuando el pequeño foquito se volvió a encender,  tardo un poco en juntarlos pero esta vez se encargaría de que dieran el siguiente paso para que el peli-azul aceptara que era un buen intento de cupido.

Acompañaron a Wakiya a su casa por lo que Silas le pidió, más bien, casi le rogó a Rantaro y Valt que se quedaran a cinco metros de distancia para que no volvieran a arruinar el momento. Si es que volvía a haber otro.
Cuando se aseguró que estuvieran lejos, tomo la mano de Wakiya y la entrelazó con la suya, el rubio lo miró sonrojado y apartó la mirada de manera avergonzada. Silas sólo rió ante la reacción del chico, le había parecido algo tierno.

–Entonces...–susurro el peli-verde mientras paraba al ya estar en frente del hogar del rubio, acarició suavemente su mejilla y beso su frente–Nos vemos después–

–...Si...–susurro aún más sonrojado.

Se despidieron y se alejó al ver que el rubio ya había entrado a su casa, se giró y notó la mirada de los dos chicos que había dejado atrás. Estos lo miraban con un sonrisa, cosa que le dio algo de miedo porque nunca los había visto sonreír de esa manera.

–¿Qué?–preguntó Silas mirándolos de manera extrañada.

–Nada, nada–susurraron al unísono y comenzaron a caminar al lado del peli-verde.

Ahora se irían a dormir, necesitaban descansar después de todo lo ocurrido el día de hoy. Estaban completamente seguros que no olvidarían esta día, debido al golpe que le habían dado al rubio.
Sin duda algo que jamás podría olvidar, ni siquiera el dolor que sintió en ese momento. Sólo rogaba no volver a encontrarse con la pequeña niña.

★═══¿Por qué te amo tanto?═══★

Vengo a dejar un lindo y besho aviso :''v.
Pues se me ocurrió esta capítulo, sobre todo el titularlo "mala suerte" porque sé lo mucho que el mundo me ama y pues me demostró su amor haciéndole quien sabe que a mi celular :''v
Ahorita estoy actualizando con el de mi hermana y no sé si me deje utilizar su teléfono para actualizar :'v,  sólo espero que el mío vuelva a funcionar porque si no, me tocaría esperar hasta diciembre :''v,
Bueno, eso es todo por hoy, espero que te haya gustado, nos vemos luego. Se cuidan :'3