¿Por Qué Te Amo Tanto? ||Siswaki||

¿Marvel?

Nota: ya verán porque se titula Marvel xd

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Ya llevaba rato despierto, pero no se quería levantar porque ya sabía que ocurriría ese día. Primero se levantaría de su cama, se arreglaría, bajaría a desayunar, Rantaro vendría a visitarlo y luego se irían a pasear por ahí, regresaría a entrenar un rato para después ir a comer y así hasta caer la noche.
Suspiró, se quitó las cobijas de encima para poder ir a cambiarse y bajar para comer algo.

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–Entonces, ¿Ya son algo?–preguntó el de cabellos azabache desde el otro lado de la línea.

El rubio musitó un "Si". Hace tiempo que no hablaba con Daigo, lo había llamado porque ya extrañaba oír su voz que siempre le aconsejaba algo cuando sabía que no estaba bien o que necesitaba ayuda.
Hubo un gran silencio entre ambos, nada venía para tener un tema de conversación. Sin duda era un mal plan llamar y no tener nada más que decir.

–¿Cómo has estado?–preguntó para romper aquel silencio que no hacía más que incomodarlos.

–Bien–susurró–¿Y cómo han estado tú y Ryota?–

–Bien, bien–

Tocaron la puerta de su habitación, ya sabía de quien se trataba por lo que sólo se levantó de donde estaba sentado y abrió la puerta.
Sonrió un poco, esta vez venía acompañado con peli-azul, tal vez esa mañana no sería aburrida.
Ambos chicos entraron a la habitación mientras el rubio cerraba la puerta de esta.

–Saluda, Daigo–habló Wakiya dejando desconcertados a Rantaro y a Valt.

–Hola, chicos–rió un poco obedeciendo lo que el rubio le había dicho.

El peli-azul miró hacia varios lados en busca de su amigo, revisó bajo la cama, dentro del armario, en el baño e incluso en los cajones sin obtener algún rastro del peli-negro.
Ambos rubios se llevaron una mano a la cabeza, pero sabían que así era Valt y así le querían.

–¡¡Daigo!!–gritó el peli-azul mientras seguía buscándolo por toda la habitación–¿Dónde estas?–

–En el teléfono–respondió Rantaro mientras tomaba el teléfono del rubio y se lo entregaba a su amigo.

–¡Hola, Daigo!–sonrió Valt.

Y así se la pasaron hasta llegar la tarde, al parecer alguien debía de pagar dinero por una llamada de varias horas pero daba igual, era malditamente millonario como Tony Stark. Tal vez él podría ser el nuevo iron man (Okey, mucho Marvel por hoy ;v;)
Se despidieron de Daigo y decidieron ir a pasear un rato.

En el camino se encontraron con el peli-verde y se les unió porque no tenía nada más que hacer.
Fueron a comer porque Valt se la pasaba diciendo que tenía hambre y que moriría de hambruna si no comía algo pronto.

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–Hola, pequeñita–saludó Rantaro a la amiga de la niña que antes ya lo había golpeado, había apostado que si hablaba bien con ambas niñas entonces Valt, Silas y Wakiya aceptarían que es un buen intento de cupido–¿Quieres un dulce?–