¿Por Qué Te Amo Tanto? ||Siswaki||

Amigo

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Abrió los ojos al escuchar la voz de su padre, se talló un poco estos mismos, se estiró y miró a su padre con algo de sueño.

–No quiero que te espantes ni nada, pero Eiji vendrá de visita–se levantó de su cama de golpe haciendo que cayera al frío y bello suelo, ahora estaba demasiado despierto.

Su padre se acerco con preocupación para ayudarlo a levantarse e incorporarlo nuevamente en su cama.
Wakiya suspiró un poco, no quería conocer a Eiji y mucho menos a su hija.

–No pasará algo que tu no quieras, así que no te preocupes–sonrió un poco para tratar de calmar al rubio–No falta mucho para que lleguen, arreglate–

Asintió con la cabeza dedicándose a observar como salía de su cuarto.
Se levantó de su cama, entró al baño para darse una ducha y ahí mismo se cambió, luego se peinó y se sentó en una silla para luego quedarse mirando a la nada mientras se preguntaba que era lo que debía hacer.
Quizás lo mejor era raptar a Silas, mudarse de país, cambiarse el nombre y forjar una nueva vida. Negó con la cabeza ante ese plan, sabía perfectamente que su padre iría a buscarlo.

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Miró los ojos de aquel hombre de manera firme y después miró a la chica, esta le sonrió un poco por lo que no pudo evitar devolverle el gesto.
Su padre se los estaba presentando, ambos parecían agradables, pero sabía que debía tener cuidado, no había olvidado que el peli-rojo trataría de separarlo de Silas para que así se pueda casar con la de cabellos mostaza.

–Kaori, Wakiya–habló Eiji mirando fijamente a ambos chicos–¿Por qué no salen un rato?–

Los dos asintieron con la cabeza dirigiéndose a la puerta para poder salir un rato a pasear.

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Caminaban de manera tranquila y a paso lento, ninguno hablaba, el silencio era lo que predominaba entre ambos.
Un suspiro por parte de la chica lo hizo sacarlo de sus pensamientos y la miró un poco.

–¿Sucede algo?–preguntó con cierta preocupación, debía mostrar de todo con ella si no quería que su padre le llamara la atención pues era su invitada y debía ser cuidadoso con sus acciones si no quería que a Eiji se le ocurriera algo–Si quieres podemos regresar–

–Es raro, ¿No crees?–musitó Kaori mirando al rubio a los ojos, este la miró extrañado preguntándole a que se refería–Eso de volar en un avión para conocer a la persona con la que estarás unida para toda lo vida y todos ese rollo–