¿Por Qué Te Amo Tanto? ||Siswaki||

¿Rendirse?

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–¿¡De verdad hiciste eso!?–preguntó el peli-azul con asombro.

–Así lo vas a asustar–susurró el rubio mirando al peli-verde de manera molesta–Creo que si seguimos mi...–

–¡Nadie va a seguir tu plan!–gritó con molestia el peli-verde–¡Ni si quiera sé porque les conté esto!–

–¿Por qué nos quieres?–respondió Valt con algo de duda.

Silas negó con la cabeza, se giró y se fue, no había sido buena idea el decirles lo que había pasado la noche anterior. Aunque debía aceptarlo, asustó a Wakiya y si lo veía del modo en el que le decían, si parecía un acosador.
Iría a disculparse, puede que sea difícil hablarle al rubio por lo sucedido, pero haría lo que sea con tal de tener el perdón de la persona que ama.

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–Largo–dijo el rubio cerrándole la puerta en la cara.

Suspiró con molestia, había intentado de varias maneras. Recibió de todo ese día, desde escobazos de parte de algunas sirvientas, hasta agua helada de parte del rubio.

–¡Todavía no me rendiré!–gritó el peli-verde mientras miraba la ventana del cuarto de Wakiya–¡Espero que te quede claro!–

Wakiya suspiró, miraba como se alejaba de su hogar. A pesar de que Silas fuera un pesado, se le hacía muy lindo de su parte el hecho de venir y pedir disculpas de cualquier manera; aunque la respuesta era un rotundo no.
Algún día lo perdonaría, pero por el momento no. Quería seguir el consejo del castaño, quería asegurarse si los sentimientos del peli-verde fueran reales y no pasajeros; sólo así podría saber si corresponderle o no.

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Estaba sentado con Rantaro y Valt, les pedía un consejo porque de verdad lo necesitaba.
Le frustraba el hecho de no obtener el perdón del rubio, a veces iba a visitarlo, otras se lo topaba en la calle, pero Wakiya se iba corriendo y también había días en los que no quería hacerle frente.

–Chicos–susurró el peli-verde–Creo que... Son intentos en vano–

–¿Te vas a rendir?–preguntó Audaz sentándose a su lado, pues este era el único que estaba parado.

El peli-verde se encogió de hombros, aún no sabía que haría al respecto, tampoco es como si quisiera dejar todo a medio camino. Wakiya ya se lo había dicho, no le dejaría las cosas fácil, pero... ¿Y si él era algo imposible de conseguir?

–Mira–susurró el rubio–Nadie dijo que sería sencillo, puedes rendirte, si así lo deseas... Pero si crees que de verdad vale la pena, entonces, ve por él–

–¿Si quiera has estado enamorado?–le refutó con cierta molestia.

–Sé lo que sientes–dijo con diversión–¡Pongamos en marcha el plan: "Ayudando a Silas a conseguir pareja"!–