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Cada uno estaba en una esquina de la habitación, mirándose de mala manera. Ninguno de los dos estaba dispuesto a dirigirse la palabra, pues se les hacía más fácil "matarse" de ese modo.
De alguna u otra forma, sabían que no podían estar peleados toda la vida, pero Daiki se había metido con algo que ni siquiera podía tocar.—¿Qué les cuesta pedirse disculpas?—preguntó su padre al entrar en el cuarto mirándolos de manera seria—Ni que se fueran a morir—
Un gruñido de parte del rubio mayor lo hizo darse cuenta que no se perdonarían hasta que el otro lo hiciera primero.
Suspiró con pesadez, no le quedaba de otra más que convencerlos de pasar tiempo de calidad los dos juntos. Se acercó a ambos chicos y los acercó a él a una distancia considerable.—¿Qué dicen si hoy pasan el resto de la tarde juntos?—preguntó nuevamente, sonrió de manera burlona al ver las caras que pusieron los dos rubios—¿Eso fue un si?—
—¿Acaso quieres que el universo explote?—cuestionó el de cabellos cenizos.
—Sólo pasen tiempo juntos, hace mucho que no conviven—
Wakiya y Daiki asintieron con resignación, observaron como su padre se iba alejando de la habitación para dejarlos nuevamente solos.
Se miraron a los ojos con cierta culpa en sus rostros, el oji-azul desvío la mirada mientras que el de orbes dorados se rascaba la nuca buscando las palabras adecuadas para poder hablar.—Lo siento—susurró Daiki mirando hacia el suelo—No pensé que te enojarías por eso, pero puedo irme para no causarte más molestias—
—No, no te vayas—respondió Wakiya volteando a ver al mayor con tristeza—Todo esto fue por mis celos, soy yo quien debería disculparse—
Sonrieron un poco mientras extendían sus brazos para darse un cálido abrazo.
Se separaron y se rieron por un rato, pues ya aquel tema había quedado en el pasado.•❅──────✧✦✧──────❅•
Ya llevaban un largo tiempo encerrados, por lo que decidieron salir a pasear un rato.
Estaban todos juntos, unos sentados en el pasto y otros en una banca.—Hola—susurró el peli-verde sentándose a un lado del rubio después de quitarle su lugar a Rantaro.
—...Hola...—lo miró con una pequeña sonrisa en el rostro, aún se sentía mal por lo sucedido la noche anterior. Él no estaba enterado de la pelea, pero sabía que Daiki se lo diría.
El contrario tomó una bocanada de aire, lo conocía a la perfección como para decir que algo no anda bien en el rubio.
Tomó su mano y la entrelazó con la suya, se acercó un poco y le plantó un beso en la frente.—Sabes que te amo—dijo después de realizar aquella acción—No hay y no habrá alguien más que tú—
—Estoy aquí—habló Daiki tratando de evitar que empezaran a estar de melosos—Hay gente que no tiene pareja, como Rantaro, por ejemplo—
—¡Oye!—gritó haciéndose el ofendido.
El mayor de todos se encogió de hombros, dándole a entender que no estaba mintiendo.
Rantaro se acostó en el suelo y se acomodó en posición fetal tratando de fingir que estaba llorando, pero sólo le daba más gracia que tristeza. Preferiría morir solo junto con Valt a vivir ingeniandose planes para unir a las parejas.Se quedaron callados, ya no sabían que más decir.
A lo lejos pudieron observar como la linda niña se les acercaba, los saludó a todos –menos a Rantaro– y se fue, no sin antes dejarle una pequeña advertencia a Daiki.
El rubio cenizo se quedó en blanco, pero luego se echó a reír al ver como esa niña odiaba al amigo de su hermano.—¿Cuánto odio te tiene esa niña?—preguntó el azabache rompiendo el silencio.
—Me llamó violador y luego vino su madre a golpearme—musitó el chico temblando del miedo al recordar aquello.
—Esa niña me recuerda a mi de niño—dijo el de cabellos cenizos mientras sonreía de manera orgullosa y se limpiaba una lágrima falsa—Bueno, Daigo y yo nos iremos a ver que hacer—
—¡Con que no se junten para seguirnos con un bate, estoy bien!—gritó Silas antes de que se fueran alejando de ellos.
Los cuatro se miraron, pero los que tenían algo en la mente eran Rantaro y Valt.
La pareja al darse cuenta de que estaban planeando algo, sólo se limitó a sonreír de manera nostálgica. Nunca olvidarían los extraños planes del otro rubio en su intento de cupido.—Será imposible olvidar tus absurdas ideas—musitó Silas mirando con algo de felicidad al chico.
—De hecho, al principio tenía planeados encerrarlos en un cuarto a oscuras y que pasara lo que que tuviera que pasar—confesó Rantaro al recordar lo que hacía en los primeros capítulos—Pero luego recordé que no son caballos—
—Yo aún recuerdo cuando estuve preparando tu funeral—rió con nerviosismo el peli-azul.
No negaban que se habían divertido en aquel intento para unirlos, los fallos que cometieron, las interrupciones y las casi muertes del rubio.
Sin duda estaban demasiado agradecidos con ese par, aunque el que estuvo intentando más fue Rantaro.
Ahora sólo se dedicarían a volver a casa porque a la escritora ya no se le ocurre que más escribir para complementar el final del capítulo.★═══¿Por qué te amo tanto?═══★
Perdón por no actualizar, es que la semana de exámenes y las tareas :'v, luego no tenía inspiración.
Pero bueno, lo importante es que ya actualice, espero que les haya gustado.
Debo ir a repartir dulces :'^) (si es que no me los termino yo x"D), nos vemos luego.
Bye, se cuidan :3
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¿Por Qué Te Amo Tanto? ||Siswaki||
FanfictionNo podía dejar de pensar en él. Sólo sabía que cuando él lo tocaba se detenía el tiempo, que cuando lo miraba se olvidaba del mundo y que cuando sonreía, él sonreía. 🌱La historia esta dedicada a Camila148 :'3💦 🌱Ni Beyblade ni los personajes me pe...