¿Celos?

237 32 2
                                    

ஜ۩۞۩ஜ

Caminaba por los pasillos de BC Sol, buscaba a una persona en específico. Esa persona debía tener la cabellera rubia y debía tener una paleta en la boca, ahora si había decidido matarlo.
Buscó por todos lados y no había rastro alguno del rubio, salió de las instalaciones y se dedicó a mirar a su alrededor. Rantaro podría correr pero no esconderse.

-Sólo acercate y dile-escuchó la voz de la persona que estaba buscando pero, ¿Con quién estaba hablando?-Se directo y luego casense y vivan felices por siempre-

Se dedicó a seguir la voz del rubio, quería saber a quien le estaba dando un consejo que probablemente no serviría. Se fue acercando poco a poco y se percató que Rantaro estaba con Wakiya.
Sintió algo raro dentro de su ser, siempre lo negaba, pero ya sabía que Rantaro siempre iba a visitar a la persona que ama, ¿Qué era lo que planeaba exactamente?

-Para ti es sencillo decirlo-se quejó el oji-azul.

-Sólo toma sus manos, miralo a los ojos y dile-le explicó mientras imitaba todo lo que le decía, después se separó y palmeó su espalda para alentarlo-Después besalo o yo que sé-

Suspiró un poco, le daría doble paliza al rubio por acercarse demasiado a Wakiya. Sonrió con algo de cinismo, ya tenía en mente el castigo perfecto.

•❅──────✧✦✧──────❅•

-¡No! ¡Por favor, Silas!-gritó el rubio tratando de evitar que la pequeña niña lo golpeara de nuevo-¿¡Por qué de todos los castigos del mundo tenía que ser éste!? ¡Hago lo que quieras pero dile que me deje!-

El peli-verde sólo reía por la reacción de Rantaro, Wakiya lo miraba algo molesto. No quería que mataran a la persona que le estaba ayudando pero se trataba de Silas, estaba completamente seguro que no sería capaz de matar al rubio.

-¿Algo te disgusta?-preguntó el peli–verde al notar la expresión de Wakiya.

-No lo mates, por favor-susurró sin apartar la mirada de la escena que Audaz hacía.

-¿Te preocupas por él?-el rubio se encogió de hombros, eso le había dado a entender que si le preocupaba.

Silas chasqueo la lengua, se acercó a la niña y le pidió amablemente que dejara en paz a Rantaro, la pequeña asintió y se despidió de ellos.
Rantaro se tiró al suelo y se dispusó a recobrar el aliento, ahora ya no se podía acercar a Wakiya porque si no iba a terminar muerto y en manos del demonio que vivía dentro de esa dulce niñita.
El de orbes azules se acercó al de orbes café para ofrecerle un millón de disculpas y le prometió que nunca más volvería a pasar mientras que el peli-verde se fue sin decir nada.

•❅──────✧✦✧──────❅•

Las semanas se pasaron demasiado rápido y Rantaro cada vez se volvía más unido a Wakiya. No le molestaba aquello, sabía perfectamente que Wakiya podía estar más tiempo con Rantaro que con él; tampoco tenía el derecho de decirle con quien se podía juntar y con quien no.

-¿Qué tienes, Silas?-escuchó una voz femenina acercarse a él-Te veo muy frustrado, además, has estado muy distraído últimamente-

-No es nada-susurró sin siquiera mirarla, no quería dar explicaciones en ese momento.

-¿Te molesta que Rantaro este cerca de la persona que amas?-preguntó nuevamente mientras se sentaba a un lado del peli-verde.

Este no dijo nada y asintió con la cabeza, no estaba completamente seguro si eso le molestaba pero cuando veía a Rantaro cerca de Wakiya le entraban unas ganas tremendas de golpearlo, ¿Acaso era eso a lo que llamaban celos?
La peli-rosada esbozo una sonrisa, era la primera vez que veía a Silas enamorado y eso le parecía lindo, por eso estaba dispuesta a ayudarlo.

-De seguro estarán planeando algo para ti-le dijo para tratar de bajarle el enojo y no terminara en prisión por asesinato.

-Se ven prácticamente todos los días desde hace unos meses-la miró como si estuviera pidiéndole un consejo.

-Intenta hablar con él y dile que es lo que sientes cuando lo ves cerca de Rantaro-

-Lo haré, gracias-

-Sabes que puedes contar conmigo-ambos se miraron a los ojos y sonrieron, se acercaron un poco y se abrazaron.

Fue un abrazo que sólo duro unos segundos, se separaron y se despidieron, pues Chris debía terminar lo que estaba haciendo.
Ahora se sentía mucho mejor, sabía que tenía la ayuda de la peli-rosada y no dudaría en pedirle un consejo porque de seguro serían mejores que los que daba el rubio.
Se levanto del suelo y comenzó a caminar hacia su habitación, quería descansar para poder hablar de manera tranquila con Wakiya.

•❅──────✧✦✧──────❅•

Valt cenaba con la compañía de Rantaro y de Kitt, llevaban tiempo sin hablar bien con el rubio, pues normalmente estaba con el de orbes azules.

-Me va muy bien siendo cupido-sonrió el rubio mientras reía.

-Creo que los estas separando-le corrigió el peli-azul mirándolo de manera extrañada-Pasas más tiempo con Wakiya que con nosotros y el equipo-

-Si-afirmó Kitt apoyando el punto de Valt-Y Silas se la pasa más aquí-

Rantaro negó con la cabeza, lo único que hacía con Wakiya era ayudarlo a encontrar una forma de decirle a Silas que sentía que tal vez ya era el momento de dar el siguiente paso: ser oficialmente una pareja. Lo que impedía esto era que al oji-azul le daba algo de pena decírselo.
Prefirieron ya no decir nada para terminar de cenar e irse ya a dormir.

★═══¿Por qué te amo tanto?═══★

Esto se pone cada vez más bueno, según yo xd.
Pues no tengo nada más que decir xd, espero que les haya gustado, nos vemos después :'3.
Bye, cuidense :3.

¿Por Qué Te Amo Tanto? ||Siswaki||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora