Help Me

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-Necesito que me ayude-
-¡Tú hermano asesinó a mi hija! Debería de matarte ahora mismo-
-Le daré lo que quiera, ¡necesito salvar a mi novia!-
-¿Y qué tiene tu novia?-
-Es un vampiro como yo, pero sin humanidad-
-No puedo devolverle su humanidad chico, la magia no funciona así-
-Debe de haber otra manera-
-De hecho, sí la hay, ¿Has escuchado hablar sobre los comas mágicos?-
-Una vez madre me contó la leyenda de Silas y Amara, los primeros seres inmortales del mundo. Algo tiene de relación con ese término-
-Pues, mil años después se repetirá la historia-
-¿Y cómo funcionará?-
-Yo la anclaré a tu vida y sólo podrá despertar cuando vuelva su humanidad o tú mueras-
-Lo cual es imposible porque soy un vampiro original-
-Exacto-
-Podría empezar ahora-
Mientras la bruja empezaba con el hechizo, Kol no tenía idea de dónde se encontraba la chica por lo que sería más fácil que no llegara a detener todo.
En ese momento me encontraba con Klaus de nuevo, no tener humanidad me estaba cambiando mucho y estar enredándome con él en esos momentos fue la prueba de ello.
De repente, mi cabello se empezó a oscurecer y mis manos se empezaron a tornar grises.
-¿Klaus?-
-¿Qué demonios está pasando?-
Rápidamente el chico me cargó y me llevó a la casa Mikaelson a velocidad vampírica.
-¡Kol!-
Klaus se encontraba desesperado al saber que no podía hacer nada para ayudarme.
Mientras intentó de todo para despertarme, Kol estaba saliendo de la casa de la bruja.
-Ya sucedió-
-Debo irme-
A velocidad vampírica tomó mi cuerpo aprovechando que Klaus había salido por ayuda y salió conmigo en brazos de la casa Mikaelson.
-Lo siento mucho Valentina, pero es un mal necesario-
Mientras huíamos nos encontramos a Rebekah en el camino, me puso en el suelo por un momento y se despidió de su hermana lo más rápido que pudo.
-Me iré por un tiempo, no tengo tiempo para explicar detalles así que necesito que me ayudes a que no me encuentren. Hasta luego hermana-
Por última vez le dio un fuerte abrazo a su hermana, nadie sabía que sería el último en mucho tiempo.
Corrimos por mucho tiempo, pero no me di cuenta porque yo estaba en un coma mágico de nuevo.
-Déjeme entrar, ahora nosotros viviremos con usted-
Confundido el chico hizo lo que le ordenó y se alejó de la puerta para dejarlos entrar.
-¿En dónde estoy?-
-África-
No pudo evitarlo y sonrió orgulloso, tal vez no tenía a la chica como quería pero estaba junto a él y era lo que realmente importaba.

She Is Also A PetrovaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora