She Is Also A Petrova

See You Later

Las cosas se me estaban saliendo de las manos.
Fuí a la ceremonia tal y como Matt lo pidió, aún así pude sentir lo triste que estaba.
Cuando terminó lo encontré en un bar cerca de donde estábamos.
Cuando llegué ya estaba demasiado ebrio como para entablar una conversación civilizada con él.
La mesera me había dicho que a pesar de que no llevaba mucho bebiendo sus penas no lo habían ayudado.
No pude evitar sentirme más culpable de lo que ya lo hacía.
Pagué la cuenta y lo lleve al hotel en donde nos estábamos quedando.
El camino no fue muy placentero ya que el chófer del taxi no paraba de preguntarme qué le había pasado y qué era del chico ebrio que llevaba en brazos.
Cuando por fin estábamos en su habitación ya tenía un poco más de consciencia sobre lo que había pasado.
Seguía molesto, su mirada lo decía todo.
-Gracias por traerme, no era necesario pero gracias de todas maneras-
-No podía dejarte ahí-
-Entiendo-
Se levantó de la cama y empezó a guardar la poca ropa que había traído al viaje.
Actuaba como si ya estuviera solo en la gran habitación.
-¿Tan pronto te marchas?-
-Debo volver, el pueblo me necesita-
-No pasará nada si te ausentas unos días más-
Literalmente le estaba rogando que se quedara conmigo, salieron unas lágrimas rebeldes mientras Matt estaba de espaldas empacando.
-No pienso quedarme a ver como se terminan enamorando-
-Sólo quiero ayudarlo, no pienso quedarme mucho tiempo-
-Así eres tú, llegas a alborotar a las personas y cuando empiezan a quererte te marchas-
No supe que responder así que Matt siguió hablando.
-Sabes, no todos somos iguales. No entiendo por qué no te sientes merecedora de afecto. Te haz pasado toda tu vida ayudando a los demás y no haces nada por ti-
-Matt-
-Déjame hablar, estoy tan enamorado de ti y tú ni siquiera te das cuenta.
¿Por qué le tienes tanto miedo al amor?-
-Las personas que amo siempre terminan muertas-
-Tienes todo a tu disposición, sólo falta que quieras hacerlo-
-Tengo miedo Matt, el amor siempre ha sido un maldito conmigo, cada fallo duele más que antes-
-Una vez me dijiste que querías una vida humana. Yo te la puedo dar-
-Eres mi mejor amigo Matt, no quiero perderte-
-Y no lo harás, sólo deja de desaparecer y déjame hacerte feliz-
Me había dejado sin palabras, totalmente.
-Estaré en nuestro hogar esperándote y recuerda que él no es mi amigo ni tú amigo-
Me sonrió tiernamente y yo me lancé a darle un gran abrazo.
Esa fue la última vez que lo vi y no pensé que pasaría tanto tiempo sin saber nada sobre mi mejor amigo.