Amadeus no era fanático de los días soleados y llenos de energía, pero si tenía que disfrutar algo aunque no fuera de su favoritismo, siempre lo haría si (TN) estaba a su lado.
Aquel radiante domingo estaba infestado en sonrisas pueriles e inocentes. El parque entero denotaba un esplendor propio del sol y sus rayos dorados fácilmente desencadenaban un dolorcillo en los frágiles ojos de ambos pelinegros en la historia. Dicha molestia fue resultado de incontables días de soledad dentro de los recintos oscuros e inanimados en los que solían reclutarse durante semanas, casi sin mover dedo alguno; buscando la inasequible beatitud que el mundo actual se negaba a brindar.
Nadie se esforzaba en hacerlo, sin embargo la mente de (TN) continuaba cavilando respecto a la misma persona: Helen. El hecho de convertirlo su amigo no dejaba de atosigarla y tan afanada estaba con el asunto que poco interés prestaba a su compañero, quien descansaba sobre el mismo banco de madera pulido a medida que comentaba algunas anécdotas en voz alta y calmada.
- Entonces, ¿en qué piensas tanto?— Interrogó con gesto interesado el de cabellera negra. Tan oscuras como siempre y apenas iluminadas por translúcidos rayos solares, sus iris desprendían un brillo melifluo que fácilmente podría deleitar a cualquiera.
Nadie agregó palabras después de la interrogante formulada por el joven, optando por un ambiente envuelto en gritos y risas párvulas. El silencio creaba una atmósfera agradable, pero también incomodaba sutilmente el pecho del pianista. Rápidamente, el joven intentó llamar su atención con unas pequeñas palabras:
—Este parque me trae cierta nostalgia, ¿sabes? — Dicho esto, alzó la mirada hacia lo frondoso de los árboles mientras acomodaba los mechones rebeldes que amenazaban con acariciar sus cansados ojos. Casualmente se preparaba para una pequeña presentación en los próximos días dado su gran habilidad con el piano. Sin embargo, ¿qué habría sido de él sin la exigencia de su musa, quien ahora se enfrentaba a su propia mente en secreto? Ella se notaba tan helada, tan distante como el ecuatorial del polo y así mismo tan alejada como el sol y plutón. Transmitía una inefable soledad que entregaba agonía a cualquiera que intentase comunicarse con ella. Agregó—: Quiero decir: aquí es donde te vi por primera vez. No sé si lo recuerdas, pero aquellas memorias las tengo tatuadas en lo más profundo de mis recuerdos.
Sin esperar mucho aquel bloqueo se deshizo como polvo dentro de la cabeza de (TN). Adoraba cuando Amadeus hablaba sobre el pasado. Era algo que la transportaba a la candidez de su vida; cuando no existían más que los amigos, juegos y dulces. Un lugar de sonrisas infinitas y poca tristeza. Efectivamente, ella y él compartían una amistad añeja desde lo temprano de sus existencias. Recordaba con claridad y detalle aquel día en el que ambos se conocieron, una tarde de febrero cuando sus padres coincidieron al sacarlos al parque para jugar.
—Claro que lo recuerdo, Amadeus. — Contestó dirigiéndole una mirada entrañable. — ¿Cómo olvidar cuándo nos conocimos? Eres mi mejor amigo, después de todo.
Luego de terminar dicha sentencia su oyente se sirvió a dar un largo suspiro que evidentemente resguardaba cansancio y nostalgia. Su respiración fue tan pesada que la muchacha canalizó sus emociones con facilidad, comprendiendo al instante que su amigo se sentía abandonado.
— No quiero pensar mal, pero, ¿estás enamorada? — Su mirada de frustración varió entre tonalidades azules que sólo un sinestésico podría percibir, no obstante no era imposible sentir en carne propia los sentimientos que anegaban su triste semblante. (TN) no quería alarmarse después de escuchar la pesadumbre de sus palabras. Cualquiera pensaría que aquella es la desilusión de un enamorado no correspondido, y no la de un amigo buscando la compasión y atención.
— Qué cosas dices. — Expresó aturdida. Sin notarlo su corazón palpitó sin frenos, muy similar a la reacción que habría tenido luego de asustarse. Simular tranquilidad ahora era un martirio, ¿qué estaba sucediendo con ella? Sin dejar pasar segundos de más, añadió— : ¿Por qué me preguntas tales cosas de pronto?
Amadeus sabía que ella fingía. Apretó los puños esperando bloquear sus nervios y encontrar algo de valor para continuar firmemente lo que estaba a punto de decir, sin tararear:
— Bueno, es que te la pasas pensativa todo el día. — Extrañado también le sorprendió la poca astucia que descubrió después de intentar verla a los ojos. (TN) no se había enamorado durante más de tres años y tocar tal asunto lo inquietaba. — Cada vez te alejas más de mí, ¿no lo notaste?
Entonces, justo cuando los finos labios de Amadeus dejaron de protestar con tímida vehemencia, la chica agudizó sus sentidos en respuesta al impacto que generó su confesión: Poco notaba su distanciamiento con él y el mucho tiempo que le había dedicado a esa persona nueva en su vida. Era como una droga.
De pronto una infeliz sinfonía interrumpió la densa atmósfera que los rodeaba. El impertinente llamado desde el celular rompió la barrera que habían formado, avisando en tono apurado que alguien necesitaba de alguno de ellos.
— Contesta. — Recomendó la joven sentada a su costado. La llamada parecía importante.
Así pues fue como Amadeus descubrió del bolsillo de sus jeans negros un pequeño aparato llamado "celular". Lo tomó entre sus manos, apoyándolo con delicadeza sobre sus finas palmas respectivas a un artista nato. La conversación entre él y su receptor fue tan corta pero suficientemente gratificante que el muchacho no demoró en formar una sonrisa llena de algarabía apenas terminando la misteriosa plática.
— Adivina. — Comenzó con clara alegría. La tristeza de hace poco fue despojada con ímpetu a posteriori de escuchar la noticia que lo traía tan ilusionado.
— La verdad no sé qué puede ser.
— Dentro tres semanas me presentaré para tocar piano. No lo habría logrado sin tu ayuda. — Agradeció. No había cosa más hermosa que su sonrisa; ni las risas colmadas en inocencia de aquellos niños corriendo sobre el césped fresco igualaban la hermosura de su rostro iluminado en gozo. Era sencillamente deslumbrante. (TN) se sentía tan feliz por él. — De hecho, quisiera que vayas en primera fila. — Agregó con notable felicidad creciente.
Rápidamente su alegría se le fue contagiada como si de un virus se tratase a la chica. Por un momento, todos aquellos pensamientos sobre Helen volaron como gaviotas asustadas, desapareciendo en el acto.
El pelinegro se puso de pie energético, ayudando a su amiga a hacerlo al instante.
— Tengo que practicar, así que iré al instituto de artes. ¿Quisieras venir por mí apenas salga?
(TN) asintió y un rápido recordatorio posó nuevamente sobre su mente a Helen. No había manera que se olvidara de él por un día completo. ¿Realmente estaba confundiendo su curiosidad con algún sentimiento amoroso? Mientras más pensara en esto, más propensa sería a aceptarlo de tal manera. Se sentía enferma.
— Bien. Entonces nos vemos... — Su mirada aterrizó con agilidad sobre la pequeña luna de vidrio que cubría el reloj de mano que rodeaba su pálida muñeca con el objetivo de confirmar la hora en la que se reencontrarían — Será en tres horas.
— No hay problema.
Tan pronto como se despidió, (TN) quedó petrificada. No quería sentir nada por Helen y por más que deseara convencerse, más fuerte se volvía aquel sentimiento que se negaba a recibir cariñosamente. Su cabeza daba vueltas y pocos ánimos de caminar tenía, por lo que decidió desvanecerse sobre la silla que anteriormente había estado ocupando con Amadeus. Suspiró inmersa en cansancio, tratando de controlar sus sensaciones. Él sólo debía ser su amigo, era lo único que le pidió, ¿no era así?
— Diablos... ¿qué estoy haciendo?
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¡Hola! Disculpen mi intento de fanfic romántico. Son 8 capítulos y al fin se da eso de "concebir". Soy muy lenta, lo siento mucho. Sobre todo con las actualizaciones.
Pero, "awanten"(?) Aquí se viene lo chido uwu
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|Musa| Bloody Painter y Tú
FanficPara una persona común, un cuadro tal vez sólo puede ser una composición de colores; pero, para una persona que posee el don de entender el arte, el lienzo va mucho más allá. Significa, no sólo una composición de tonos, sino algo mucho más profundo...