Capitulo 1:

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Me desplome en el porche de mi casa.

O mejor dicho, de la casa de mi tia.

Tendría mucha suerte si cuando entrara no la encontraría tirada en el sofá con una botella de Vodka.

No me malinterpreten, ella es una alcohólica dentro de todo agradable, es más, podría decir que hasta me quiere un poco.

Sino quién sería la que le sonreiría al Sr. Tyler, el dueño del almacén, para que me diese alcohol en pagos.

Aquí el GRAN problema era su esposo, mi "Tío" Ben.

Este era más un alcoholico agresivo, que odiaba su vida y culpaba a quién sea de que está fuera una mierda.

Siempre atacaba a la tía Desiree o a mí, quien sea que estuviera más cerca.

Vociferando que éramos unas malditas perras y que sólo le quitábamos el dinero.

Y eso cuando estaba de buen humor.

Ya era muy tarde y el frío comenzaba a colarse por debajo de mi grueso abrigo comprado en una tienda de 2da mano.

Me entretuve mirando los copos de nieve caer.

Eran tan pequeños y... blancos.

Cayendo alli, con un ritmo tan hipnotico.

Libres de cualquier atadura, solo siendo empujados por el viento hacia cualquier lugar.

Un fuerte ruido me sobresaltó e hizo que volteara.

Después sólo escuché risas.

Me levanté lentamente de mi sitio.

Senti algo de dolor, tenia las piernas y el trasero entumecidos.

Caminé a través de ese hermoso manto blanco que yacia en el suelo y me asomé por encima de la cerca.

Unos chicos se hallaban en traje de baño, nadando en una piscina algo sucia.

Debian estar dementes.

Estábamos a casi 2 grados bajo cero.

Y ellos nadando como idiotas.

Tarde unos minutos en darme cuenta de que estaban fumando hierba.

El humo me tomó desprevenida y comencé a toser.

Uno de ellos, el rubio que tenia el cabello demasiado alborotado notó mi presencia.

- Oye cariño, ven a hacernos compañia, hoy hay yerba para todos...- di un pequeño saltó cuando me señaló.

- Ehh... No gracias...- susurre bajando la mirada.

Lo que menos necesitaba eran más problemas con Ben, él siempre me tildaba de "pequeña ramera" o "zorra drogadicta".

De pronto una melena negra salio del agua.

Era un muchacho delgado y tenia algunos tatuajes.

Sacudió su cabello igual que un perro y me miró.

Me quedé inmóvil.

Una pequeña corriente eléctrica comenzó a recorrerme las venas y de pronto sentí algo de calor.

O más bien, asfixia.

Sonrió de lado y salio del agua, traía los pantalones puestos.

Se recostó en una reposera y encendió un cigarrillo.

De hierba, claro está.

- Anda muñeca... Quédate un rato, no somos delincuentes...- todos rieron.

Quizás fue el humo.

O el hecho de que escuché el ya tan familiar sonido de como una botella se rompia en casa.

Simplemente, abrí la cerca y entre.

Todos me miraron expectantes.

Excepto el moreno de la piscina.

Me senté en una vieja reposera de plástico, que por lo visto habia sufrido del ataque del sol.

Mire de reojo al misterioso chico.

Él solo se quito el cigarrillo de los labios y me miro.

- Me alegra que decidieras quedarte.- sonrio enseñando sus dientes.

Le devolví una incomoda sonrisa.

No sabia porque rayos habia entrado en su casa.

Pero algo me decía que esa electricidad había hecho algo conmigo.

Me había hecho sentir algo.

Después de tanto tiempo de no sentir nada.

- Soy Matt cariño, y tu?...- le dio otra calada a su cigarrillo.

- Yo... Soy Fizzy...- murmure.

Esa electricidad me había hecho sentir algo llamado Matt.

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Espero que disfruten de los cambios, estoy haciendo lo posible por alargar los capítulos y mejorar la calidad de lectura.
Les amo, xX.

Under the Skin (Matt Healy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora