Capitulo 30:

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- Sólo lo tomas... Y luego acercas tu boca hacia... la punta... Oh, eso es... yo me encargo del resto...- sonrió Adam mientras acariciaba mi cabello.

- Um... claro, yo nunca... quiero decir... Jamás, bien, ya lo hare...- sonreí encogiéndome de hombros.

- Oye esto suena como si fueras a hacerle una mamada a este idiota, es solo una pipa de agua maldición! - Ross comenzo a reir.

- Cállate idiota.- contesto el rubio también riendo un poco.

Vi como acercaba el encendedor hacia la cosa, para luego quitarla.

Me senti demasiado estupida al ser tan... inexperta.

Pero me sentia aún peor al saber que solo hacia esto para que Matt creyera que era más ...

Como él.

Era sábado.

Matt habia salido con los chicos.

Sin decirme a dónde.

La imagen de la rubia -psicópata apareció en mi mente sin poder contenerlo.

Y qué si... él estaba con ella?

Sacudí la cabeza para alejar los pensamientos estúpidos de mi cabeza.

Matt... me queria.

Él no podria engañarme.

Salí de la cama y caminé lentamente a través del pasillo.

Me acerque hacia la pared y comenze a mirar las fotografias que yacian pegadas alli.

Habian varias en las cuales una mujer bastante... pintoresca sonreia a la cámara.

Era algo baja y tenia los labios muy pintados.

En otra, aparecía la misma mujer, pero con un bebé en brazos.

Su felicidad era algo contagiosa.

Sonreí inconsientemente.

Otra fotografia llamo mi atención.

Era la misma mujer, el mismo bebé, pero habia otro niño.

Más grande.

Más feliz.

Rei estúpidamente al notar que era Matt.

Habia muchas más.

Matt sonriendo.

Matt tocando la guitarra.

Los chicos de pequeños.

En la escuela.

Habia una en particular que decidi tomar y guardar en mi bolsillo.

Matt durmiendo.

Mi sangre se heló al ver una de él y una rubia.

No alcanzaba a distinguir de quien se trataba ya que la habian tomado de lejos y la mujer traia gafas de sol.

Gafas algo... familiares.

El timbre sonó.

Alejandome de todo.

Un mal presentimiento me decia que no abriera la puerta.

Pero era tarde.

Mi mano ya habia quitado el seguro.

Una especie de miedo, pánico y algo más me dejaron paralizada.

- Siquiera me diras hola?..- Estaba ebria, podia notarlo.

Y olerlo.

Demasiado ebria.

- Véte...- susurre apenas audible.

- Eres... Eres una malagradecida... Mocosa... Te di un techo y...- arrastraba las palabras, y yo solo tenia mucho miedo.

- Un techo... Un techo al precio de que?... De que me dejara tocar por tu maldito espos...- Un fuerte ardor en mi mejilla, seguido de un agudo dolor en el cuero cabelludo me decestabilizo.

- Volveras... A casa... Dejate de juegos, Ben te matara... Tu no debías irte... Ya te enseñaré...- la respiración se me atasco, solo atiné a gritar.

- No! Ayudenme! Por favor! Suéltame maldita alcohólica!- Sentía el ya familiar calor de las lagrimas en mi rostro.

Pero no dejaria que me llevara de nuevo.

Eso sí que no.

- Cierra la... Maldita boca...- comenzo a arrastrarme a través del jardin.

- No! Matt! Matt!- grite aún más fuerte.

- Qué demon..? Fizzy!- nunca había estado más feliz de escuchar a Cara.

El tirón en mi cuero cabelludo cedió.

Caí en el suelo sin poder moverme.

El pánico me inundaba, sin dejarme respirar ni pensar con claridad.

Vi como Cara golpeaba el rostro de Desiree y
amenazaba con llamar a la policía si ella volvía.

Vi como Desiree se tambaleaba lejos de alli.

Escuche como la rubia gritaba mi nombre y me sacudia.

Pero no podia hacer nada.

El miedo me aturdia.

Estaba paralizada.

Pensando en cuan fácil alguien puede llegar y destruir todo lo que comenzaste a reparar.

Quizás solo era la realidad que me mostraba lo rápido que las cosas se podian ir a la mierda.

Quizás solo me mostraba que jamás podría ser completamente feliz.

Under the Skin (Matt Healy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora