- Matt...- gemi en cuanto lo sentí acomodarse sobre mi durante la noche.
No habiamos vuelto a la fiesta de Ross.
En lugar de eso, habiamos decidido ir a casa del moreno.
Sólo caimos sobre la vieja cama y nos quedamos dormidos.
O bueno, hasta que el despertó demasiado cariñoso.
- Vamos cher, te necesito...- senti sus labios bajando por el borde del escote de la vieja blusa que Cara me habia prestado.
Sin perder más tiempo me senté sobre la cama y me deshice de la blusa y el ya viejo sostén.
- Qué paso con la Fizzy timida, eh?..- pregunto mientras llevaba sus brazos detras de su cabeza para quitarse la playera.
- La mate y la oculte en el sótano de George, pero Shh, no digas nada.- rei mientras desabrochaba mis vaqueros.
Pasados algunos minutos, la habitación se hallaba llena de gemidos, blasfemias y gruñidos.
- Oh mierda Fizz...- murmuro mientras continuaba empujando dentro de mi.
- Mmh...- gemi atrayendolo más cerca.
Necesitaba sentirlo totalmente.
Saber que él era real.
Que no eran jugarretas de mi imaginación.
- Te amo...- susurro sin aliento contra mi mejilla cuando acabábamos de llegar al clímax.
- Yo también te amo imbécil...- apenas logre articular.
Me sentia agotada.
Lo único que pude hacer antes de quedarme dormida fue ponerme la camiseta de Matt y mis bragas.
Él me atrajo hacia su hombro y beso mi cabello sacándome una sonrisa.
Y era increible como con ese simple gesto, el lograba hacerme feliz.
- Puedo ver tus pezones Fizz.- se burlo Cara mientras me sentaba en la isla de la cocina.
Moría de hambre y eran casi las 2 de la tarde cuando al fin logre salir de la cama.- Bien, lo admito, que estemos en pleno invierno no tiene nada que ver con ello, la verdadera razon es que me excitas.- le segui la corriente mientras bebia un poco de café y prendia un cigarrillo.
Adam río y se recostó en el sofá a algunos metros de alli.
Matt se acerco y depósito un plato con una especie de cosa marron, amarrilla y negra reposando sobre el mismo.
- Matt... Qué es esto?..- pregunte confundida.
Se veia nervioso.
- Que no es obvio?.. Un omelette de hongos...- sonó molesto.
- Hongos? Yo quiero.- se apresuró a decir Cara.
- No esa clase de hongos...- Matt rodo los ojos.
Sonreí debilmente y tomé un tenedor.
Corte un pedazo y lo lleve a mi boca.
No sabia bien.
Observe a Matt mientras masticaba la sustancia de dudosa procedencia.
No sabia nada bien.
Sonreí y trague como pude.
- Quizás... Un poco menos de sal la próxima vez... - murmure dando otro bocado.
La cosa sabia a diablos.
Pero no queria que Matt se molestara.
- Por dios Fizzy, ya deja esa mierda, todos sabemos que Matt cocina del asco.- Cara aparto el plato y lo tiro al fregadero.
El moreno la miro mal mientras tomaba una pequeña bolsa de su bolsillo.
Algo en mi interior se alegro.
Metio sus dedos dentro de la bolsa y los acerco a mi boca.
Acepté sin ningún tipo de resistencia.
Otra vez volvía a estar en las nubes.
Queria que momentos como ese duraran para toda la eternidad.
Todo tan normal, pero tan...
Perfecto.
Pero claro, las cosas nunca son fáciles para Felicite Morgan.
Esa misma noche, me hallaba caminando hacia el centro de la ciudad.
Los chicos habian ido a reunirse con el dueño de un bar para tocar alli la semana próxima.
Cara solo habia desaparecido.
Y yo necesitaba estar sola y quizás beber un trago.
Entre al bar que los chicos y yo soliamos frecuentar y pedi una cerveza.
A lo lejos, una cabellera rubia llamo mi atención.
Charlotte, pensé.
Se encontraba forcejeando con un sujeto bastante alto.
Me parecio extraño, ya que ella se veia algo asustada.
Los vi salir por la puerta trasera.
Me sentia algo confundida, aunque la palabra más adecuada seria preocupada.
Caminé a paso lento hacia la puerta y me quede alli.
Trate de escuchar que decían, pero por el ruido de la música no lo logre.
Hasta que un grito apenas audible rompio un poco la atmósfera del lugar.
Nadie parecio escucharlo, o mejor dicho, a nadie parecio importarle.
Abri la puerta y me asomé cautelosamente.
- Eso es para que aprendas a pagar tus deudas zorra...- solto una voz gruesa.
Solo podia escuchar quejidos.
Pasados algunos minutos el sujeto se alejo.
Rápidamente corri hacia detrás del contenedor de basura.
- Mierda...- grite en un susurro.
- Fi... Fizz...- Charlotte se encontraba arodillada, con una mano en su estomago, sobre un charco de sangre.
- Mierda, mierda, mierda...- me arodille junto a ella y la acoste en el suelo, con medio cuerpo sobre el mio.
Sangraba demasiado.
Al parecer la habia apuñalado justo en el estómago.
- Tranquila Charlotte... Solo... Solo intenta no hablar...- el pánico se extendia en mi interior.
Un hilo de sangre salio de su boca y entonces comencé a gritar.
- Ayuda! Alguien por favor ayudeme!- coloque mi mano sobre la herida de la rubia.
Presionando.
Tratando de calmar la hemorragia.
Cerre los ojos y resignada busque en su bolsillo.
Su celular.
Desbloquee la pantalla y di un suspiro lastimero.
Marque el número y esperé.
Sabia que no duraria demasiado.
Lo sabia.
Al primer pitido las lagrimas comenzaron a salir.
No queria perderlo.
No queria.
Segundo pitido.
Él me dejaria.
La persona a la que remplazaba, ya habia vuelto a escena.
Él ya no me amaria.
- Hola?..- escuche su familar voz al otro lado del teléfono.
- Matt... Necesito que vengas al bar de Carl ahora mismo...-
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Under the Skin (Matt Healy)
RandomLicor, drogas, un fantasma del pasado y un chico ardiente. ¿Es demasiado? No lo creo. (Re-subida de Drugged Love, mejor redacción y continuación)