Under the Skin (Matt Healy)

Capitulo 38:

Durante las siguientes dos horas me quedé en suelo del baño.

El frío que este emanaba se sentía muy bien.

Pasé mis manos por el, sin darle importancia al hecho de que estaba muy sucio.

Mis manos se movían de azulejo en azulejo.

Trazando cada una de las pequeñas imperfecciones.

Sonreí.

El frío se sentía bien.

"Ahhhh..."

Cerré los ojos mientras mis manos continuaban su recorrido.

Esa era la voz de la chica con la cual Matt se estaba manoseando.

Pero no me importaba.

No en ese momento.

Yo solo seguía contando las pequeñas marcas del material blanco en el suelo.

"Oh Matt..."

3, 4, 5 líneas...

"Mhhh..."

Reí al escuchar su voz.

El gemía de la misma manera cuando haciamos el amor.

"Vamos a tu casa..."

11, 12...

¿Por qué no reparan las baldosas? Pensé.

Las voces cesaron al cabo de unos minutos, pero no me moví de allí, solo me quedé inmovil, pasando las palmas de mis manos por el frio azulejo.

- Fizzy?.. Estás aqui?..- reconocí la gruesa voz de George desde el otro lado de la puerta del cubículo.

- Aha...- me limite a contestar mientras sonreia, una de las grietas formaba una especie de  corazón.

- Vamonos a casa... Tengo hambre...- habia un eje de tristeza en su voz que no podia comprender.

- Esta bien...- volvi a trazar el corazón con mi dedo indice por última vez.

Me puse de pie, sintiendo un hormigueo en el cuerpo, reí otra vez.

Abrí la puerta y lo primero con lo que choque fue con la espalda de George.

Traia la capucha puesta; como si tratara de ocultarse.

Estaba tan cerca de él que podia oler su perfume.

Pasé mis dedos por su columna, él se sobresalto y volteo.

Le sonreí, pero al ver su rostro, la sonrisa se esfumo.

- Quién?.. Por qué?..- lleve mi mano a su labio, en el cual aún reposaban vestigios de sangre seca, luego pase a su ojo izquierdo casi cerrado por una gran hinchazón y un tono púrpura,  finalmente acaricie su pomulo, en el cual la piel habia cedido y se hallaba desgarrada y algo sangrante.

- No es nada... Vam... Estas drogada?..- el ojo que estaba casi cerrado de pronto de abrió para mirarme con reproche.

- Me siento bien...- murmure acercándome de más.

Su semblante cambió a nervioso de un momento a otro.

- No... No deberias haberlo hecho...- concentro su mirada en los azulejos de la pared.

- No deberías haber peleado...- me encogí de hombros.

Finalize la distancia y envolvi mis brazos alrededor de su cintura, se sentia muy cálido.

Se sentía bien el contacto.

Él pasó sus brazos por mi espalda y apoyo su barbilla en mi cabeza.

Nos fundimos en un abrazo.

Y se sentia muy bien.

Demasiado.

Y aunque estuviera bajo los efectos de la droga, comenzaba a preocuparme.