Capítulo 36: La Mansión Lestrange
La Mansión de la familia Lestrange se alzaba ante ellos amenazante,esperando a que dieran el primer paso.
Se podría describir como la típica gran mansión que podría tener un mago rico y perteneciente a los sagrados 28. Sombría y descuidada, había perdido hace tiempo la gloria que la había caracterizado en épocas anteriores. Tanto la fachada como los jardines y alrededores de la casa reflejaban el paso del tiempo y la decadencia en la que había caído los cuidados de la casa. Los jardines , que muchos años atrás habían sido la envidia de varias familias de el mundo mágico, ahora estaban salvajes al no haber tenido ningún cuidado durante tantos años.
En uno de esos jardines justo de frente a la casa, escondidos detrás de unos arbustos, estaba escondida la Orden acabando con los últimos detalles de la misión.
-Si todo está aclarado deberíamos comenzar ya - susurró Sirius impaciente.
-Sirius tiene razón, vamos, no podemos dejar a los niños más tiempo allí - contestó Ron en voz baja.
-Vale, recordad todos, vamos a atacar con todo a la puerta principal. Tenemos que luchar durante una hora como mínimo, para que les dé tiempo a ellos a poder entrar y sacar a los niños sin problema,. Yo avisaré cuando crea oportuno que es el momento justo para poder comenzar la retirada, por suerte el campo de desaparición de la mansión tiene una parte que justo acaba a pocos metros de la entrada principal, por ahí nos desapareceremos todos cuando sea el momento. - todos asintieron ante la aclaración de Harry, el azabache se giró en dirección hacia los dos Merodeadores presentes - Papá y Sirius, debéis ir hacia la parte trasera, hay una puerta por allí debéis entrar y salir. Nadie se asegurará de que esté protegida ya que es una puerta que utilizaban los elfos domésticos para entrar y salir de la casa. Id ahora, en cuanto comencemos a lanzar los primeros hechizos
-Bien, tened mucho cuidado todos. - Sirius salió del escondite donde se escondía la Orden.
-Eso lo deberíamos decir nosotros ¿no? - preguntó Bill con sarcasmo - Al fin y al cabo vosotros sois los que tenéis la parte más importante y difícil.
-¿Todavía no os habéis enterado? - preguntó James sarcasticamente mientras se situaba al lado de su mejor amigo - Cuando no queremos que se enteré nadie, Sirius y yo podemos parecer susurros del viento.
-Cornamenta, lo de hacer metáforas no es lo tuyo, amigo mío - contestó Sirius burlándose del azabache.
-¡Podéis dejaros de estupideces e ir de una vez a por mis hijos! - exclamó Ginny matando a ambos con la mirada.
-Si, vamos, vamos - dijeron ambos dándose la vuelta y comenzando a caminar silenciosamente por los caminos de los jardines ocultandose,pero antes de alejarse demasiado se escucho un comentario.
-Odio el carácter de todas las pelirrojas, no entiendo como los Potter seguís queriendo una en vuestra vida y nunca temeis por vuestra vida . - dijo Sirius.
-Te he oído, cuando volvamos te vas a enterar. - exclamó Ginny al ojigris.
-Debemos ir ya, si dejamos que se acerquen mucho sin que nosotros llamemos la atención podrían descubrirlos. - aclaró Harry comenzando a caminar hacia la casa sin prestar atención a lo que hacían los demás .
-Se nota que está tenso - susurró Ron al aire mientras se levantaba y seguía los pasos de su mejor amigo .
-Son sus hijos, Ron, piensa como se debe de sentir ahora mismo. - Le respondió George en voz baja, que había escuchado el comentario de su hermano.
-Ginny también debe de estar muy nerviosa, en cuanto ha visto que Harry ha comenzado a caminar hacia la casa, ella casi ha corrido hasta acercarse a él- agregó Bill metiéndose en la conversación.
-Eh, vamos, no es buen momento para marujear . - les reprendió Hermione que les había adelantado. - Debemos ir ya, daros prisa y no os distraigais .
-Claro, Claro - dijeron los hermanos Weasley acelerando su paso y situándose junto a todos los demás miembros de la Orden.
Apenas salieron de la parte más frondosa de los jardines y llegaron hasta casi la entrada de la mansion , cuando tardaron apenas un par de minutos en llegar las primeras maldiciones y los primeros mortifagos aparecieron. Habían llegado casi hasta las puertas, no sin antes haber dejado fuera de combate a dos decenas de mortifagos entre todos, cuando comenzaron a salir mortifagos desde dentro de la casa. La Orden comenzó a defenderse con destreza, los mortifagos les superaban en número pero se notaba que los miembros de la Orden tenían muchísima más experiencia que la mayoría de los mortifagos.
Había pasado casi una hora desde que se habían separado de James y Sirius. Hasta ahora, esa batalla que tomaba sitio en la puerta principal y vestíbulo de la mansión, no había provocado ninguna baja por parte de la Orden. Los únicos muertos habían sido dos mortifagos, muertos por alguna maldición poderosa sin rumbo que les habría tomado por sorpresa .
Tal y como había prometido, Ginny no se había alejado mucho de Harry durante toda la batalla. El niño que vivió había pasado casi todo el tiempo quitando algún que otro duro oponente a sus amigos y familiares, Voldemort no había hecho acto de presencia. Acababa de lanzar a un mortifago por los aires cuando su reloj de muñeca comenzó a pitar. Ya había pasado una hora.
Observó el campo de batalla ,los demás no parecían estar muy heridos, pero era mejor no esperar más. Sirius y James ya habrían sacado a los niños de allí, estarían sanos y a salvo en su casa. Era hora de que todos fueran a un lugar seguro. Alzó la varita y dejó que las chispas rojas salieran por ella. El efecto fue inmediato, los miembros de la Orden lanzaron las últimas maldiciones y maleficios para después desaparecerse de alli. Cuando no vio ya a nadie de la Orden, Harry iba a desaparecerse pero llego a oír algo que le dejo blanco como el papel.
-¡PAPÁ! - detrás de él, la voz de Lily sonó desesperada, como la última vez que la oyó.
Se dió la vuelta para poder ver claramente como Voldemort tenía entre sus manos a su hija mientras la apuntaba con su varita en la cabeza. La pequeña pelirroja tenía el pelo enmarañado y el rastro de lágrimas resecas por sus mejillas. Con tan sólo ver la cara de miedo que tenía Harry en ese momento, Lord Voldemort ensanchó su sonrisa. En un solo movimiento de varita, Voldemort y su hija se convirtieron en un humo negro que entró rápidamente a la casa. Comenzó a correr detrás de ellos sin hacer ningún caso a nadie más.
Estaba desesperado, ¿cómo podía ser que su padre y Sirius no hubieran podido sacarles de allí a los dos ? ¿Les habrían atrapado? Eran algunas de las preguntas que Harry se hacía en la cabeza mientras corría detrás de ese rastro de humo negro. Llegaron hasta lo que debía ser el salón principal, donde Voldemort soltó a Lily en el suelo y volvió a mirar de frente a Harry.
Lo único que había entre el azabache y el señor tenebroso era su hija, tirada en el suelo.
-Tan necio como siempre Harry Potter, siguiendo los impulsos de tu corazón. - se regocijo Voldemort.
-Deja que ella se vaya, por favor - rogó Harry.
-Creo que no va a ser posible, Potter. - contestó el señor tenebroso con altanería.
Continuará…
Soy muy malvada lo sé 😂. Espero que os guste y que no me matéis, si no, no podré continuar con la historia. Se que ahora todos estaréis extrañados pero explicaré todo en el próximo cap.Nos leemos luego.
Caroly⚡
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Vuelven
Fiksi PenggemarDespués de más de 16 años de tranquilidad después de la horrible guerra que sufrió el mundo mágico, Harry Potter ha llegado a ser el jefe de aurores más joven de la historia y es un hombre feliz junto con su esposa Ginny y sus hijos James, Albus y L...