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Hinata Hyuga

Finalmente había dejado de llorar, me dolía el saber que Sasuke estaba ignorante a toda la situación.

- ¿Ya estas mejor?- me tomó del hombro con una delicadeza que desconocía de el.
Solo pude asentir, limpiando los rastros de mis lágrimas.

- No tengo idea de lo que pasa, pero estoy seguro de que a Naruto no le gustaría ver a su esposa llorar- me dijo tan seguro que mi corazón se rompió.

- Creo, que debo irme ya- susurre viendo el piso.

- Pues te acompaño, no quiero que esos ANBU vuelvan a intentar llevarte-

Comencé a caminar en dirección a mi casa con Sasuke detrás de mío, las fuerzas se me fueron, estaba por caer cuando el brazo fuerte de Sasuke me sostuvo.

- Oye dijiste que estabas bien- frunció leve el ceño.

- Sólo, estoy un poco cansada- susurre intentando sonreír.

Colocó mi brazo detrás de su cuello, provocando que cargara mi peso en el.

- Naruto me mataría si no te llevo en una pieza- otra vez Naruto.

¿Porqué daba por hecho que yo era importante para el rubio?

Si tan sólo supiera la realidad, pero no, debía callar, la pequeña Sarada necesitaba a su padre con ella; así como Boruto y Himawari necesitaban de Naruto.

Estaba un poco sonrojara pues Sasuke me tenía sostenida de la cintura, pero después de un rato caminar por fin llegamos a mi hogar. 

- Mami- la primera en recibirme fue mi pequeña hija.

Mi sonrisa se volvió sincera al verla, pues mis hijos eran mi motivo para sonreír ahora.
Sasuke me dejo ahí.

- Me voy a casa, deberías descansar- se fue de ahí antes de que Boruto saliera.

- Mamá, intente cocinar algo, pero no quedo bien- agacho su carita avergonzado.

- Supongo que tienen hambre, lo siento mis niños- los abracé.

Cuando entramos, Boruto había puesto en mi lugar una taza con té y un plato con algo extraño.

- Era tu cena, pero, como dije quedo muy mal, quería darte una sorpresa ttebasa-
Sonreí por la ternura de mis pequeños; les prepare una cena rápida, ligera y deliciosa a ellos. Cuando nos sentamos ellos me miraron extrañados cuando pues no me había servido.

- ¿No vas a comer mami? - me pregunto Himawari.

- Claro que si comeré- acerque lo que me había preparado mi hijo.

- No mamá, esta horrible- me dijo asustado.

- No importa- sonreí probando la comida; el té no tenía azúcar, la comida le faltaba sal y tenía una consistencia viscosa.

- Delicioso- les sonreí, Boruto me vio con una sonrisa.

- ¡¿De verdad?!- me vio ilusionado.

- Por supuesto-

Me la pase con mis hijos, jugando y conviviendo, hasta que se quedaron dormidos. Les puse sus pijamas y los acomode en sus respectivas camas; estaba dispuesta a cambiarme para irme a descansar también, la puerta de la casa se abrió dejando ver a Naruto y a Sakura.

- Hinata, necesitamos hablar- me dijo serio mi "esposo".

- Seremos breves- hablo ahora la pelirrosa. - Necesitamos que mantengas en secreto todo lo que viste en la oficina-
Ya suponía que esta plática vendría.
- Los ANBU me dijeron que Sasuke te defendió- me dijo Naruto. - espero que no dijeras nada, no lo hiciste ¿verdad?-
Solo pude negar viendo el piso.
- Eso me alegra, si hubieras hablado, destruirías a dos familias- me dijo Sakura, tomándome de los hombros.

- Bueno eso era todo - vi como Naruto dejaba el recipiente que le había entregado con comida. - Estuvo delicioso, gracias- 

Apreté los labios, sentía como una lágrima salio.

- N...Naruto- lo llamé.

- Hinata, tengo aún muchos pendientes y Sakura debe ir a su casa, hablaremos mañana-
Mentira; sabia que no hablarían, pero al menos esperaba que intentaran explicarle o algo, pero no había muestra de arrepentimiento por parte de ambos.

Cuando escuche la puerta volver a cerrarse, llevé una mano a mi boca para no emitir sonido y llorar en silencio, para así no despertar a mis hijos.
Vi la foto de mi adorado primo junto a los chicos de nuestra generación.

- Primo- susurre. - Ayúdame- me abracé a mi misma.

(...)

La mañana llegó y con ella el golpe de la realidad, me senté en la cama solo para ver que aún era temprano para despertar a mis hijos.

- Veo que no estas bien- escuche una voz proveniente de mi ventana.

Solté un gritó asustada, me encontré con Sasuke asomado por mi ventana.
Me levanté, gire la cabeza al ver como tocia nervioso y se sonrojaba levemente, hubiera pasado desapercibido de no se por que su piel era tan blanca como la mía.
Me coloqué una bata, pues solo traía una playera muy blanca que se transparentaba todo, por un segundo pensé que se había puesto así por verme así, pero eso era imposible; el tenía por esposa a Sakura, no había razón para sonrojarse conmigo.

- Me dejaste preocupado ayer- rasco su cabeza.

¿Preocupado? ¿Por mi?

- No se que paso para que lloraras así y por el aspecto cansado de tus ojos y esas pequeñas ojeras de color rojo, doy por seguro de que estuviste llorando toda la noche- Me dejo aturdida pues este hombre era demasiado inteligente.

- Estoy mejor gracias- le sonreí.

- O bueno si es así, pues, sera mejor irme-  Supuse que era muy temprano y que no había desayunado.

- Espera, ¿no quieres que te prepare algo para que comas?-

- No gracias, tus hijos están aquí y no quisiera que se prestaran chismes innecesarios asi que no quisiera causar molestias-

- Eso no pasara y no es molestia, solo quédate aquí-

Le prepare un desayuno rápido; cuando volví al cuarto el se había pasado y me esperaba viéndome curioso.

- Aquí tienes- se lo di. 

El me miro de reojo.

- Gracias por la molestia- hizo una reverencia.
Yo solo negué con la mano dándole a entender que no era ninguna molestia.

- Sabes, eres una mujer extraña Hinata- me dijo antes de salir.

- Y tu un hombre muy amable y tierno Sasuke- dije sincera.

Decía la verdad, pues el hecho de que se preocupara por mi, demostraba sus tiernos sentimientos por los demás.

Sasuke Uchiha era un hombre muy misterioso....

Princesa de mi pensar (Sasuke X Hinata)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora