Princesa de mi pensar (Sasuke X Hinata)

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La mañana llegó y los rayos del sol cubrieron con delicadeza las calles de Konoha; marcando el inicio de otro día, y así poco a poco las personas despertaban y comenzaban sus vidas rutinarias.

Algunas vidas podrían estar cargadas de aventura, como es el caso de los jóvenes shinobis que tenían el cargo de chunnis o jounins, que salían a nuevas aventuras debido a las misiones.

Otras vidas eran más tranquilas, como los adultos cuyos hijos tenían empleos que no implicaban salir de la aldea. Los padres jóvenes que suplicaban unas horas de sueño pues sus pequeños bebes no los dejaban dormir. 

Simplemente, la vida continuaba con el salir de los primeros rayos del sol; y en la casa que antes pertenecía al matrimonio Uzumaki-Hyuga no era la excepción. Pues cuando los rayos del sol se colaron por la ventana del dormitorio que antes compartía el actual Hokage con Hinata: despertaron a las pareja que dormía plácidamente.

Aunque no al mismo tiempo, ya que el primero que abrió los ojos, fue Sasuke; quien de inmediato fue victima de los recuerdos de la noche anterior, sonriendo levemente y sintiendo un escalofrió por todo su cuerpo. Como le estaba dando la espalda a la mujer, se giro con cuidado tratando de evitar que Hinata se despertara y así poder verla dormir.

Y logró hacerlo, observo a su pareja profundamente dormida; lo cautivo por completo de nuevo, el verla de esa forma tan intima le acelero el corazón. Y no era porque Hinata durmiera como una princesa de película infantil; de hecho, la mujer estaba despeinada, y con la boca ligeramente abierta de donde un pequeño y delgado hilo de saliva salia perdiéndose en la blanca almohada. Pero ni así dejaba de verse preciosa para los ojos de Sasuke, de hecho eran todos esos "defectos" los que la hacían ver tan humana y real que causaba la aceleración del pulso del Uchiha. 

Se atrevió a ser atrevido y con cuidado paso su mano por la cadera de la Hyuga, subiendo lentamente hasta su rostro; acariciándola con tanta suavidad similar a la pluma de un polluelo.  Ahí la mujer abrió sus ojos perlados; los cuales al principio mostraron la típica expresión somnolienta pero cuando lograron enfocar a Sasuke, de inmediato una sonrisa apareció en sus labios color granada producto de los besos de la noche anterior.  Suspiro al sentir la mano del Uchiha acariciando sus enrojecidas mejillas; cerrando los ojos para disfrutar del contacto. Los abrió para poder apreciar también a su pareja, notando de igual manera que su fleco estaba despeinado y en la comisura de su labio también estaba un pequeño rastro de saliva seca. Pero eso tampoco le importó, le encantaba ver como Sasuke tenia esos detalles que lo alejaban de ese estereotipo de perfección en el que estaban metidos todos los Uchihas. Y eso le gustaba, le gustaba saber que ella tenía el privilegio de poder ver a Sasuke de una manera tan humana.

Ambos se quedaron un rato en la cama, dándose pequeños besos cargados de ternura y amor. Hasta que claro, llego el momento de abandonar su burbuja de pareja enamorada y regresar a sus deberes como adultos. Así que Hinata se levanto primero para darse un baño utilizando una bata de dormir que siempre tenia a lado de la cama, pero por la cabeza se le cruzo una idea:

- Sasuke- lo llamó mientras se detenía en la entrada del baño que estaba en su habitación. 

El Uchiha se sentó en la cama mientras la observaba con un poco de curiosidad en su mirada.

- Podrías, bueno se me ocurrió  que- dijo mientras miraba hacía diferentes puntos de la habitación. - Pensé que, podríamos bañarnos juntos- dijo bajito mientras cerraba los ojos y su rostro se ponía tan rojo como un tomate maduro. 

Sasuke por un segundo pensó que estaba soñando, o que su cerebro hubiera hecho que escuchara mal; pero al ver como los ojos perlas lo miraron en busca de una respuesta, supo que no era producto de su imaginación.