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Ambos iban sumergidos en un silencio cómodo; tras las últimas palabras dichas por el Uchiha, el rostro de Hinata estaba adornado por un tierno sonrojo. Sasuke planeaba llegar a la fiesta utilizando su Rinnegan; pero aún no quería usarlo pues le gustaba esa tranquila caminata con la ojiperla; con Sakura jamás hubiera podido hacer eso, pues la pelirosa hubiera aprovechado cualquier momento para comenzar a hostigarlo con preguntas respecto a sobre cuándo volvería definitivamente a la aldea. Observaba de reojo el suave caminar de Hinata, y pudo darse cuenta de que el rostro de la mujer estaba demostrando una belleza única, pues no utilizaba maquilla noje tan solo un brillo en los labios, aunque estaba seguro de que si ella hubiera decidido maquillarse se vería igual de hermosa.

- Sasuke- su tierna voz lo sacó de sus pensamientos.

El Uchiha volteó a verla y ella lo observó directamente a los ojos.

- Te ves hermoso- le dijo sonriendo.

Ambos se quedaron callados.

Eso no se escuchó tan bien

Pensó la Hyuga bastante nerviosa. Sasuke se tapó el rostro con una mano provocando que ella lo viera confundida.

Tierna

Fue la única palabra que pensó; quitó su mano y por muy extraño que pareciera, Sasuke Uchiha le mostro de nueva cuenta una sonrisa. Hinata Hyuga era una persona que tenía el privilegió de haber visto la sonrisa sincera de Sasuke, más de una vez.

- Andando, no debemos perdernos toda la diversión- él la tomó de la mano y abrió un portal que los conduciría hacia el lugar donde era la fiesta.

Hinata estaba nerviosa; se cuestionaba que haría si se encontraba a su esposo y a Sakura, no sabía si aquella situación era saludable para el Uchiha, pues después de todo, era su esposa la que estaría acompañando a otro hombre. Volteó a ver a Sasuke y él la miró de una manera que provocó que todas esas inquietudes e inseguridades se fueran. Armándose de valor entró a la fiesta junto a Sasuke; el lugar se veía muy animado, hasta que todo se quedó en silencio al ver a los recién llegados, los cuchicheos no se dieron a esperar pero la pareja de Konoha no se intimido y siguió avanzando; hombres de mayor edad guiados por sus instintos morbosos, observaban a Hinata de pies a cabeza deteniéndose en el busto de la mujer; Sasuke se había dado cuenta y el no podía culparlos pues el mismo se había quedado viendo cómo idiota los atributos de Hinata; pero aún así se sentía enojado de que otros la estuvieran viendo, así que sin ser consciente de lo que hacía paso su único brazo por la delgada cintura de la mujer.

-¿S... Sasuke?- la pobre mujer se puso muy nerviosa.

Pero el hombre también lo estaba, solamente que fingió hacerse el sordo y siguió caminando; poco a poco el ambiente de dicha reunión volvió a la normalidad, aunque obviamente la mayoría de las personas los miraba y empezaban a armar teorías.

¿Qué hacían ahí?
¿Se conocían?
¿De donde?

Para muchos aquella relación no tenía sentido, otros decían que era un poco obvio puesto que el Hokage y el Uchiha eran amigos de infancia. Ellos siguieron caminando hasta que en medio del ruido escucharon una voz que ambos conocían, y no pasó mucho tiempo cuando vieron la cabellera rubia y la rosada en su campo de visión. El Hokage y la ninja médico se quedaron plasmados al ver a sus respectivos esposos; Naruto tenía la boca abierta y su piel podía notarse que adquiría un color rojizo; mientras que Sakura se cruzaba de brazos y observaba seria a Sasuke y a Hinata, y es que el pelinegro aún mantenía el agarré en la cintura de la ojiperla. En realidad a Sasuke no le importaba las miradas que le lanzaba su esposa, jamás le habían gustado las escenas de celos.

En cambio Hinata podía sentir la mirada de su esposo sobre ella.

¿La miraba porqué le importaba su cambio de look?

Eso era lo que pensaba Hinata, lo cual provocaba que una pequeña sonrisa se formará en su hermoso rostro. Su corazón latía con fuerza pues vio como su esposo se acercaba hacía ellos; esa acción no le agradó a Sasuke pero no pudo hacer nada pues Naruto la había sujetado del brazo con algo de fuerza y la separó de su rival.

- Tengo que hablar con ella- fue lo único que dijo el Hokage y se alejó de ahí.

Enseguida Sakura se acercó a su esposo y comenzó a reclamarle; pero para el pelinegro tan solo eran palabras sin sentido pues toda su concentración estaba puesta en la pareja Uzumaki; observaba cada expresión en el rostro de Hinata y como Naruto tenía el rostro rojo, por fin comprendió que ese sonrojo no era porque vio a su esposa cambiada, Naruto estaba rojo debido al enojo.

Palabras hirientes hacía la ojiperla que se clavaban con dolor en su corazón.

No deberías estar aquí

Haces me quedé en ridículo

Esa ropa no le queda a alguien de tu edad ya

Hinata estuvo a punto de romper en llanto, pero justo en ese momento se volteó y observó cómo Sasuke la miraba preocupado; fue en es breve instante en el que apretando su labio inferior, observó a su marido directamente a los ojos, con el Byakugan activado; levantó su mano y lo único que se escuchó después fue el sonido de la palma de la mujer golpeando la mejilla del hombre que una vez amo.

Era hora de reaccionar

Princesa de mi pensar (Sasuke X Hinata)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora