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Sasuke Uchiha

Creía que lo que veía con mi ojo descubierto era algo imposible; frente a mí a unos metros alejados estaban el idiota de Naruto y Hinata, solamente que esa mujer había abofeteado a su marido, pude ver que discutían; incluso estuve tentado a ir e intervenir, pero jamás me esperaba que Hinata tuviera el valor para hacer eso. Sobre todo porque estaba segura de que a ella le había dolido haber hecho eso, estaba preocupado por ella, veía como respiraba agitada.

¿Cómo era posible que hasta enojada se viera bonita?

Me maldije porque hace algunos días que he tenido esa clase de pensamientos hacía la Hyuga, lo cual no me podía permitir, yo estaba casado y tenía a mi hermosa hija, pero es que ya no era capaz de ponerme un alto, desde el día que la defendí en aquél parque, comencé una carrera en donde era incapaz de ponerme freno, al principio me negaba a aceptarlo pero con el paso de los días se convirtió en algo obvio; me ponía nervioso cada que la veía, me emocionaba cuando la escuchaba hablar,me sentía incómodo cuando algún otro hombre la observaba.

¿Acaso me habré enamorado?

Si soy sincero no lo sabía, al principio pensaba que lo estaba de Sakura, pero desde que conocí bien a Hinata mi mente era un revoltijo; el día que fuimos al cementerio, recorrí un poco mi memoria, me sumergí en recuerdos de mi infancia, a esos días en los que solía entrenar con mi hermano, no sé porque pero recordé las veces que mi hermano se encontraba con una chica llamada Izumi, su forma de actuar era algo que no entendía hasta esta fecha; y todos aquellos recuerdos me llevaron a mis memorias en mis días de la Academia, muchos me decían que siempre había estado observando a Sakura cuando a estas alturas me doy cuenta que eso era un error, desde niño mi atención siempre fue robada por esa chica de ojos perlados. Tal vez porque era la única que no estaba detrás de mí, tal vez porque su forma de vestir me parecía algo es rara en comparación de las que usaban las otras niñas, tal vez era por sus peculiaridades ojos, o su rostro delicado, o podría ser por su extraña forma de ser, siempre amable con todos, sentada en la parte de atrás de él salón observando a mi compañero de equipo. Y desde ahí me di cuenta de que mi atracción hacía ella, ocurrió desde que era un niño en la Academia. Lo comprobé está noche al verla tan arreglada, al ver su hermosa sonrisa, por desgracia debía reaccionar, no podía cegarme ella a pesar de todo amaba a Naruto, ambos habíamos formado a nuestras familias y estoy seguro de que ella amaba a sus hijos tanto como yo a la mía; no nos quedaba más remedio que seguir con nuestras vidas, debía mantenerme al margen con Hinata, enterrar éstos sentimientos que surgieron desde mi niñez.

- Oye Sasuke hazme caso- la voz de mi esposa acompañadas de el sonido de sus dedos tronando en mi rostro, me sacaron de mis pensamientos.

Me disculpé con ella por haberla ignorado.

- ¿Porqué viniste con Hinata? - Vi como se cruzó de brazos, señal de que estaba enojada.

- Tú viniste con Naruto, pensé que no te importaría- conteste con mi típica seriedad.

Me descubrí mirando a Hinata, cuidando su plática con Naruto, ella seguía viéndolo con una seriedad que me pareció atractiva; vigilaba que nada le pasará, pero sabía que estaba mal, así que con toda mi fuerza de voluntad miré por primera vez a mi esposa a la cara. Aunque eso no duró mucho porque no pude evitar observar con detalle como venía vestida, rogando que me pareciera más atractiva que Hinata.

No pude

No supe si fue porque la Hyuga estaba muy clavada en mi mente o era porque ese vestido no le favorecía. Traía un vestido de color rojo, escotado a niveles radicales, le llegaba a la altura de los muslos, le quedaba muy pegado al cuerpo que me hacía cuestionarme como le hacía para poder respirar; no quería sonar mal pero siento que ese vestido la hacía ver vulgar tampoco le favorecía el maquillaje, sabía que Sakura era atractiva para muchos hombres, pero al maquillarse hizo que su rostro se viera muy recargado. Y como si se tratará de una necesidad fisiológica vital, me giré a ver a Hinata.

- Esa no es excusa, yo soy importante en el funcionamiento de Konoha, además no entiendo porque viniste, hasta donde yo se jamás fuiste de venir a reuniones -

- Si pero, ahora sí tuve ganas de salir, e invite a Hinata porque su estúpido esposo no la invitó -

- No le digas estúpido a Naruto, el es una increíble persona y no invitó a Hinata porque ella haría el ridículo, ella no encaja en estos eventos sociales - me dijo con una sonrisa de superioridad.

Estuve a punto de decirle que a simple vista parecía todo lo contrario, Hinata parecía encajar de manera perfecta en éste tipo de lugares, le iba decir que ella tenía una especie de elegancia que se reflejaba hasta cuándo estornudaba.

Pero que derecho tenía yo a decirle a Sakura que la que parecía fuera de lugar era ella.

- De todos modos, sigo sin entender que podrías hacer aquí, es decir ni bailar puedes porque te hace falta el brazo - siguió hablando.

Esas palabras me dolieron, lo cual era algo raro en un Uchiha, la mujer que era mi esposa, la que gritaba a los cuatro vientos amarme acababa de despreciarme por mí falta de brazo.

¿No sé supone que el amor es ciego?

Entonces, no entendía porque Sakura había dicho esas palabras, por fin la mire, pude notar que se había arrepentido de decir esas cosas, pero ya era tarde, abrí mi boca para decirle algo; cuando sentí como tiraban de la manga donde debía estar mi brazo. Giré a ver quién era, grande fue mi sorpresa al ver que era Hinata, me estaba llevando al centro de lo que sería una pista, justo en ese momento sonó una canción algo lenta.

- Sasuke, ¿Quieres bailar? - me pregunto mirándome directamente al ojo que traía descubierto.

Me di cuenta de que ella hacía un enorme esfuerzo para no romper en llanto, me dolió ver sus hermosos ojos tristes.

- Claro, sería un honor - hice una media sonrisa.

Algunas parejas se acercaron también dispuestas a bailar; las observé de reojo, los hombres usaban sus dos brazos, uno para sujetar la cadera de su mujer y el otro para tomar su mano, fue ahí cuando las palabras de Sakura retumbaron en mi cabeza. Hinata merecía alguien que si pudiera bailar sin que la hiciera pasar un ridículo.
Ella debió darse cuenta de que estaba inseguro, pues vi como me miraba con una sonrisa que como si fuera magia, logró tranquilizarme.

- Sasuke - mi nombre dicho por con su suave voz, hizo que sintiera un hormigueo en el estómago. - Está bien - me susurró mientras tomaba mi único brazo y lo colocaba en su propia cadera.

Tarde en entender los planes que tenía, hasta que pasó sus brazos alrededor de mi cuello y recargó su cabeza en mi pecho, podía oler el aroma que desprendía su cabello, sentía su cuerpo pegado al mío lo cual hizo que me sonrojara un poco; ella comenzó a mover nuestros cuerpos al suave ritmo de la música.

- Hay muchas maneras de bailar - me dijo en un tono bajo pero entendible.

Estaba feliz, con esta acción Hinata había logrado hacerme sentir seguro, apreté un poco más el agarré de mi mano, obviamente sólo lo suficiente pues no quería lastimarla; y escondiendo mi rostro en sus suaves cabellos, me permití formar una gran sonrisa.

Gracias, Hinata....

Princesa de mi pensar (Sasuke X Hinata)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora