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Sasuke Uchiha

¿Cuanto tiempo pasó desde que había reído?

Tal vez sólo lo había hecho en las escasas ocasiones donde jugaba con Sarada, pero con mi esposa, no recordaba haber actuado de una manera tan "familiar" me sentía culpable pues estaba divirtiéndome con una mujer que no era mi esposa, ya recompensaría a Sakura cuando llegué a casa. Está mujer era puro amor y ternura, sin ser consiente desprendía un aura maternal que me hacía sentir cómodo.

Dios, como me recordaba a mi madre

La misma manera tierna y amorosa al hablar con sus hijos, una mujer que dejo de ser kunoichi simplemente para dedicarse a su hogar. No entendía como había gente que la criticaba por ello; estoy a favor de que las mujeres busquen la equidad, pues después de todo tengo una hija, tuve una madre y ahora una esposa y estoy feliz sabiendo que ya las toman más en cuenta, sin embargo estoy en contra de que a las mujeres como Hinata que deciden renunciar a la vida ninja, sean criticadas sin compasión, deberían ser respetadas pues esa era su decisión, pero en fin, por eso los seres humanos se me hacían complicados.

- Mami llueve- la voz de la pequeña Himawari me sacó de mis pensamientos.

Era cierto, había comenzado a llover, parecía una ligera llovizna pero estaba seguro de que empeoraría.

- Rápido ¡ttebasa!- vi como Boruto aceleraba el paso intentado que mi princesa no se mojara.

Me dio un tic nervioso al ver cuanta confianza se tomaba el pequeño rubio. Un tierno estornudo provocó que se me formará una sonrisa de lado.

- No es gracioso- se quejó Hinata al notar que por poco me rio.

- Nadie dijo que si- me hice el loco, mi clon cubrió a Himawari y acelere el pasó para que Hinata no se mojara.

- Llegamos ¡ttebasa!-

Justo a tiempo, pensé al notar como llovía con más intensidad. Aunque acabamos mojados eso no arruinó ese momento.

- Será mejor pasar y secarnos- dijo Hinata con dulzura.

Sin más todos nos adentramos a la casa Uzumaki-Hyuga, deshice el clon y deje mi capa escurrir para así adentrarme en la casa.

- Hinata- la llamé para pedirle una toalla.

Escuche la risa de mi preciosa hija.

- Hinata, me sonrojas- dijo entre risas pues la Ex Hyuga le secaba con una toalla junto a sus hijos.

- Cierto, Sarada está rojita, es demasiado tierna, es más sera mi esposa- dijo el pequeño Rubio.

Mi mirada se oscureció y Boruto al verme casi se desmaya del miedo; Hinata soltó una risa nerviosa.

- Sarada ¿Porqué no vas a ponerte ropa seca? - dijo nerviosa pues se me notaba que estaba a punto de hacer un Chidori.

- Si si ven tengo muchas sudaderas- Boruto la tomo de la mano junto a su hermanita y se las llevó.

Nos quedamos en un silencio cómodo.

- Sasuke, sera mejor cambiarnos- me dijo cálida y me volteo a ver.

Está mujer seria una extraña mezcla de un Ángel y de el pecado mismo.

Me guió hacia lo que supuse sería su habitación matrimonial, pero por alguna razón la sentía "fría" no podía sentir el amor que se supone sentía esa pareja.

- Aquí hay toallas limpias y ropa limpia, lo siento pero es de Naruto- hizo una reverencia.

Vi como salió con una toalla y un cambió de ropa. Mentiría si dijera que no me sentía incómodo usar la ropa de mi rival, pero pues no había opción, su fuera mi casa andaría en boxers pero estaba en casa ajena con otra mujer y había más niños.

- Hinata, gracias por la...- me quede estático a media frase.

Ahí estaba ella, en la cocina preparando con lo que suponía era la cena, su cabello estaba un poco húmedo, utilizaba una playera morada y se cubría con un suéter amarillo dándole un toque angelical, utilizaba un short que resaltaba sus piernas blancas; esta mujer era preciosa la vieras desde donde la vieras.

- Sasuke, toma asiento acabo de llevarles a los niños una cena ligera y para nosotros algo más sustancioso- dijo tierna llevando dos platos.

Hipnotizado ante semejante olor que producía la comida mezclado con el olor natural de ella y esa extraña fragancia familiar, me fui a sentar y ella lo hizo a mi lado.

- Oh falta el té - me dijo feliz y ¿entusiasmada?.

No se por que pero tenía un presentimiento de que ella solía comer a veces sola y otras veces con sus pequeños. Justo cuando se levanto para ir por las tazas...

- Estoy en casa Dattebayo- la voz de mi Rubio amigo apareció.

- Y yo también estoy aquí-

¿Sakura?

Ambos se quedaron en shock cuando me vieron, pero Naruto cambio su expresión casi de inmediato por una alegré.

- Sasuke-

Yo solo le medió sonreí.

- ¿Qué haces aquí? Y ¿Porqué traes mi ropa? Luego andan diciendo en la aldea que somos gays ttebayo-

Hinata se asomó y las miradas de Naruto y de mi esposa se concentraron por completo en ella.

- Hinata vete a tapar, te vas a enfermar ya no eres joven te recuerdo-

Me sorprendí demasiado, no entendía por que Naruto trataba así a su mujer.

- Mi amor me alegra que estés aquí- Sakura se sentó a mi lado y comenzó a comer el plato de Hinata.

- Sakura esa comida es de Hinata- le dije molesto por su falta de modales.

- Pfff no te preocupes Sasuke, es preferible que Sakura coma, después de todo es dueña de un hospital y tiene hambre, Hinata no hace nada en todo el día- hizo una sonrisa como si lo que hubiera dicho tuviera gracia.

Vi como Hinata agachaba la mirada y se iba de ahí en silencio; estaba molesto, muy molesto.

¿Qué derecho tenía a decir eso?

Ser ama de casa era un trabajo demasiado difícil, mi madre lo había sido, estoy seguro de que su Madre la señora Kushina igual lo era o lo sería.

- Por cierto Sasuke, quería decirte que hay una reunión entre los Kages y los señores feudales, así que llevare a Sakura conmigo-

- ¿Porqué no llevas a tu esposa?- pregunté levantando una ceja.

- No seas tonto amor, ¿Qué haría Hinata ahí? Ella es tan, pues equis-

- Sabes que, has lo que quieras, llévate a Sakura si quieres- dije molesto y me levanté de ahí.

Pasaría por mi hija mañana, pero ahora no estaba bien, estaba enojado y no quería hacer locuras.

Naruto tiene que aprender a valorar lo que ya tiene...

Princesa de mi pensar (Sasuke X Hinata)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora