Princesa de mi pensar (Sasuke X Hinata)

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Respiro hondo para darse valor así misma, pues estando ahí parada frente a la entrada del clan Hyuga, el miedo la invadía junto los recuerdos de los maltratos de su padre. 

Estos años había logrado mantener contento a Hiashi, al renunciar a su apellido y casarse con un hombre tan importante como lo era Naruto. Pero Hinata sabía que no importaba cuantos años pasarán, al final del día su padre siempre la vería como la deshonra de su clan, como la niña asustadiza y débil de siempre; a pesar de que en su boda mostraba una sonrisa e intercambiaba palabras falsas de felicitación y alegría.

Recordaba con dolor como le había dicho que más le valía no arruinar su matrimonio con el Uzumaki; así que por todos esos motivos, Hinata aún siendo una mujer adulta, le seguía temiendo  su progenitor. Mas sin embargo, sabía que debía tratar de una vez ese asunto, pues estaba motivada por su hermana, sus hijos y Sasuke. Ya era momento de que comenzara a pensar en ella.

-Neji, protegeme- susurro mientras miraba el cielo apretando los puños.

Y con determinación comenzó a caminar, adentrándose  en el que una vez fue su hogar. Cada paso que daba provocaba que sintiera que el aire le faltaba, acompañado de la sensación de un nudo formándose en su garganta y estomago. Pero a pesar de todo, no se detuvo, siguió caminando aunque su cuerpo le suplicara detenerse, pues en su cerebro estaba la determinación que necesitaba para no detener sus pasos. 

Cuando por fin llegó a su antigua vivienda, se detuvo solamente para quitarse sus botas. Una vez que se las quito y las acomodo, se levanto pero la voz de su hermana detuvo sus intenciones de llamar ya a la puerta. 

- Hinata ¿Qué haces aquí? - le pregunto ladeando la cabeza demostrando su sorpresa y curiosidad.

La mayor la miró con ternura. 

- Vine a hablar con nuestro padre- dijo segura, mirándola directamente a los ojos dando a entender la seguridad que había en sus palabras.

Hanabi primero la abrazo con emoción, pero al dar un rápido vistazo al alrededor, rompió el abrazo para mirar a su hermana mayor y tomarla de los hombros.

-¿Vino alguien contigo?- fue lo que le pregunto sacudiéndola un poco.  

Hinata negó suavemente.

Ante esta respuesta, la mirada de la menor demostró preocupación e incluso miedo. 

- Estoy segura de que esto no es una buena idea- le dijo muy bajito apartando sus manos de los hombros de la mayor.

Hinata le sonrió para calmarla y con ternura colocó sus manos en las mejillas de Hanabi. 

- Has crecido tanto hermanita- le dijo bajito. - Gracias por siempre cuidar a tu débil hermana- 

La menor negó.

- Tú no eres alguien débil- puso sus manos sobre las de su hermana.

Hinata aparto sus manos del rostro de su hermana; y se dirigió hacía la puerta, pero antes de llamar a la puerta, se giró para ver a Hanabi.

-Tranquila, por muy duro que sea nuestro padre, jamas me haría daño, después de todo, soy su hija- y con esas últimas palabras, deslizo con suavidad la puerta corrediza.

Asomó la cabeza.

-¿Puedo pasar padre?- llamó en un tono de voz bajo.

Hiashi Hyuga se encontraba sentado sobre sus rodillas en el salón de entrenamiento; lugar que por cierto no le traía buenos recuerdos a la Hyuga. 

Al reconocer la voz de su hija mayor, hizo un asentimiento con la cabeza, para después señalar un lugar frente a él. 

Hinata respiró hondo y se adentro en aquel salón; cerrando la puerta tras de sí, dejando a su hermana menor sola.