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Hinata Hyuga

Caminaba por las calles de Konoha, hacía un clima perfecto, podía escuchar las risas de los niños que jugaban junto a sus padres, en una pequeña banca algo captó mi atención era una pareja joven, tenían alrededor de dieciocho o diecinueve años, de nueva cuenta la melancolía me envolvía, el saber que en algún momento yo estaba así, conocía esa felicidad de comprometerte con el que crees sera el amor de tu vida, ahora me daba cuenta de que, cuando no existe el amor desde el principio, jamás existirá, pero yo era demasiado estúpida para darme cuenta e intente forzar a Naruto a quererme.

¿Acaso podía odiarlo?


No, definitivamente no podía, si no me quería, me hubiera dejado con Toneri, tal vez se había dejado llevar por la necesidad de no sentirse sólo y claro yo era la única que siempre estaba detrás de el, ahora pagaba las consecuencias realmente no me sorprendía, la mayoría hubiera preferido que el héroe de Konoha se hubiera quedado con la mejor ninja médico, cerré los ojos con dolor recordando la escena que había presenciado momentos atrás.

Flashback
Le había preparado a mi esposo una comida deliciosa, la llevaba con tanto cariño hacía la Torre del Hokage.

- Hinata- me recibió con una sonrisa Shikamaru.

- Ven, estoy seguro de que Naruto estará feliz de que su esposa vino- Esas palabras me hicieron sonrojarme y más segura que nunca acelere mi pasó adelantándome.

-Naru...- las palabras se me quedaron en la garganta, pues al abrir la puerta del despacho, solo vi como una cabellera de color rosa subía y bajaba del cuerpo de mi esposo, escuchaba sus respiraciones aceleradas, veía la ropa de ambos regada por todos lados.

- ¡Hinata!- escuche a Naruto mientras apartaba a Sakura con un poco de cuidado.

Ambos se intentaron cubrir, balbuceaban intentando darme alguna explicación, Shikamaru llegó después.

- ¡¿Qué significa esto?!- lo escuche decir con un poco de rabia.

Naruto intento acercarse a mi, pero simplemente coloqué la bolsa con el almuerzo en su pecho, como si fuera una gran barrera, negué con la cabeza y salí del despacho primero caminando, luego sin darme cuenta empecé a correr.

Y así es como llegué al parqué, pense que estaría llorando como siempre lo hacía, pero para mi sorpresa no había ninguna lágrima mojando mis mejillas, simplemente veía a la nada.
Sin darme cuenta ya estaba oscureciendo, debía irme ya pues mis hijos me esperaban en casa.

Mis hijos...

Que haría ahora, no seria capaz de decirle a Boruto o a Himawari lo ocurrido, apenas eran unos pequeños niños, Boruto ha estado triste estos días por que su padre ya no jugaba con el desde que se volvió Hokage, finalmente comprendía el por que Naruto ya no iba a la casa. Me senté en una banca vacía, subí mis piernas para así ocultar su rostro.

¿Y ahora qué?

Esa pregunta resonaba en mi cabeza, que debía hacer, podría pedir el divorcio, pero mis pequeños hijos necesitaban a su padre. 

¿Acaso yo había provocado todo esto?

Tal vez, si tan sólo se vistiera más a la moda como Sakura, si fuera alguien fuerte y de utilidad como Sakura, tal vez nada de esto pasaría, a lo mejor Naruto busco en alguien más lo que yo no tenía y es que era Hinata Hyuga la chica que no destacaba ahora, tal vez en mi juventud era muy atractiva, pero ahora, no era más que una mujer gris que ya no resaltaba en nada, pensé que yo era especial para Naruto, pero simplemente era algo imposible, el rubio era como un sol que alumbraba todo a su paso, pero yo no, Sakura en cambió, era hermosa, siempre arreglada, todo lo contrario a mi.

Coloqué mis manos en mi rostro y por fin las lágrimas me ganaron.

- Naruto- susurre con dolor.

Me abracé a mi misma.

- Señora Uzumaki- levante la cara para encontrarme con unos ANBU.

- El Hokage necesita que vaya a verlo- Agache la cara.

- Yo no estoy de ánimos- susurre.

- Lo sentimos, pero el Hokage nos dio la orden de llevarla con el aunque usted se niegue-

- ¡Ya les dije que no iré!- me levante molesta.

Sabia que estaban sonriendo, a pesar de que traían esas máscaras, ellos sabían que fácilmente podían someterme.

- Órdenes son órdenes- escuche a uno decir mientras me tomaba con algo de fuerza el brazo.

- ¡Les dije que no!- intenté zafarme.

Ellos me llevaban a la fuerza, intentaba evitarlo pero era inútil.

- Al parecer Naruto contrata a puro imbécil que se creé con el derecho de tratar así a una mujer-

Escuche una voz grave, que conocía a la perfección.

- ¿Sasuke?- no salia de mi asombro.

Los ANBU se quedaron helados.

- Suéltenla, no lo voy a repetir- Los sentí temblar e inmediatamente me soltaron.

- Tenemos que retirarnos- dijeron rápidamente.

Me quede con las manos en el pecho.

- Si me disculpas, tengo que buscar a Naruto- 

Abrí los ojos desmesuradamente al escucharlo decir eso.

- ¡No puedes!- dije rápido.

Obvio el me vio extrañado.

-Es decir, no te he agradecido - 

- No tienes que agradecer, pero enserio tengo que verlo, así podre irme a mi casa a ver a mi hija y a mi esposa-

- ¡No debes!- por puro impulso lo abracé.
No lo deje decir nada más, las lágrimas traicioneras salieron.

- Oye no llores- se le escuchaba un poco nervioso.

¿El gran Sasuke Uchiha nervioso?

Pero nada me sorprendió más que el sentir un fuerte brazo rodear mi cuerpo.
- Si tienes que llorar, hazlo- me dijo con su seriedad de siempre.
Eso hice, llore y maldeci por lo bajo, gimoteaba el nombre de mis pequeños hijos.

Si mi infierno había empezado, podía evitar que el de otra persona empiece, Sasuke, ruego que nunca tengas que enterarte de la triste verdad.

Princesa de mi pensar (Sasuke X Hinata)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora