Los padres Sink y Brown no estaban en casa, y Sadie sabia cómo aprovecharse de la situación. Enviando a un extraño a dormir con su mejor amiga.Los cuales se han divertido mucho, el castaño suele recordarle mucho a Finn. Cosa que a Millie le agrada, ambos estaban pasando un buen rato, Millie se había comenzado a reír por la nariz roja e hinchada del ojiverde, no era tan arrogante como parecía.
— Iré a dormir. — la contagiosa risa de Millie se detuvo de golpe, al leer aquella notificación de WhatsApp que Noah supuso que había llegado. El simplemente asintió y comenzó a acomodar sus cosas en el sillón de la sala, Millie le dedicó una sonrisa triste. — No dormirás ahí bobo. Sígueme.
Quizá Noah era un poco despistado, pero se había dado cuenta inmediatamente que a Millie le sucedía algo.
Cuando llegó a la habitación en la cuál dormiría dejó su mochila en el suelo y sacó su celular para enviarle un mensaje a su madre, deseándole las buenas noches, luego decidió ver algunos memes en instagram, videos en YouTube o algo para que le diera sueño, pero este nunca llegó.
Eran las 12 a.m cuando el castaño se rindió al no sentir una pizca de sueño en su ser, así que decidió ir a la habitación de al lado para ver si Millie estaba despierta. Para su buena suerte si lo estaba, pero cuando la vio, prefirió no haber entrado.
Tenía sus hermosos ojos rojos, hinchados, sus bellos pómulos bañados en un mar de lagrimas, al instante él corrió a abrazarla, quizá fuesen unos extraños, pero a Noah le recordó a su pequeña hermana, así que sin dudarlo la rodeo entre sus brazos, maldiciéndose por no haber preguntado antes que ocurría con aquella chica.