Puñetes y golpes.

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A Finn no le sorprendió ver a Jaeden en los brazos de Lillis. Decidido se acercó a hablarle.

— Hey — Finn tocó el hombro del rubio. Cuando este volteó, Finn le pegó un puñetazo, que probablemente le haya roto la nariz. 

— ¿Que mierda es lo que te pasa? — preguntó sobándose la nariz

— ¿Que mierda es lo que te pasa a ti? — Finn lo miró con asco — Como te atreves a hacerle eso a Millie. Eres repugnante

— ¿Yo soy el repugnante Wolfhard? — Jaeden escupió — No sabes nada de mi.

— Hijo de perra — Finn tensó la mandíbula y lo tomó por el cuello de su polo — Se exactamente quien eres. Jaeden Lieberher, hijo de papi, un jodido imbecil que jugó con el corazón de mi mejor amiga.

— Y tú. Finn Wolfhard, el imbecil que la abandonó — contraatacó soltándose bruscamente de su agarre. Empujándolo, haciendo que esté cayera al piso.

— No sabes lo qué pasó. No te atrevas a decir eso. — Finn lo miraba desde el suelo, con cólera hirviendo a mil. Se levantó de un brinco y le dió otro puñetazo a Jaeden. Este no se quedó atrás y se lo de volvió.  — Millie es una mujer fantástica, no se quien te crees para dejarla.

Quizá esta era la primera pelea de Finn. Pero sentía ira, se habían metido con su pequeña y eso no lo aguantaría por nada.

— Es exactamente lo que tu haz hecho. — Jaeden volvió a empujar a Finn, este se volvió a caer. Pues es un flacucho. Se montó arriba del rizado y comenzó a dar reiterados golpes

— Idiota. — Finn cambió de lado. Ahora el estaba encima golpeando a Jaeden, con sus manos ensangrentadas, al igual que el resto de su cara. — No permitiré que te le vuelvas a acercar. — otro golpe, directo al ojo — Porqué yo mismo me encargaré de matarte.

— Mira Wolfhard — cambió de posiciones nuevamente — De ambos TÚ eres el que mas daño le haz hecho. Y ERES UN PUTO CIEGO QUE NO SE PUDO DAR CUENTA DE LO QUE ELLA SENTÍA POR TI.  ASÍ QUE NO TE VUELVAS A METER CONMIGO. PORQUÉ YO SI TE MATARÉ. Primera advertencia Wolfhard— y con esto, Jaeden tomo del cuello a Finn y lo azoto contra el piso.

Dejándolo inconsciente.

Demasiado tarde. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora