Horas mas tarde Millie se encontraba saliendo de casa con Sadie. Todo sucedía en cámara lenta. Corrieron hasta el hospital, donde Finn se encontraba, pues había mucho tráfico como para ir en coche.Al llegar donde su chico. Bueno, el chico de Sadie, su novia corrió a abrazarlo, provocando que el rizado soltara quejidos de dolor.
— Dios mío. Amor — Sadie sollozó aferrándose a él — Gracias al cielo que estas bien — tomó las mejillas de su novio con sumo cuidado y le plantó un beso.
Millie miraba la escena con los ojos aguados. Finn estaba con su cara hinchada, pero seguía siendo guapo ante sus ojos. El beso de sus mejores amigos no duró mas de unos segundos, para que luego Finn dirigiese su mirada hacia a la castaña.
— Ven aquí Mills — Finn abrió sus brazos lentamente, mientras que ella avanzaba rápidamente hasta llegar hacia él
— Finnie... ¿que fue lo que sucedió? — acarició levemente los despeinados rizos de su mejor amigo. Ouch. — ¿Quien te ha golpeado así?
— Discúlpeme joven usted no puede entrar así — una enfermera y un chico igual de moreteado que Finn entraron a la habitación, interrumpiendo lo que el rizado estaba apunto de contarle a su mejor amiga.
Ouch.— Suélteme — el chico se deshizo del agarre de la enfermera. Y miró a la castaña con lágrimas en sus ojos— Brown ¿podemos hablar?
Millie miró a sus mejores amigos, ambos negaron no muy convencidos, ella suspiró y le tomó la mano Jaeden para salir de ahí. Ouch