Muletas.

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Noah.

Hoy me daban de alta, el hecho de que Millie ha estado conmigo en todo momento ha hecho mi recuperación más rápida.

Ella me hace sentir tan bien.

— Señor Schnapp, tiene visitas — entró la enfermera a la habitación. Yo me encontraba guardando mi ropa en un pequeño bolso que Millie me había traído.

— Hola Noah. — entró Sadie a la habitación. — Me alegra tanto que estés bien — la pelirroja se acercó á abrazarme con fuerza y cuando se separó me observó detenidamente por unos segundos.

¿Acaso tengo lagañas?

— ¿Que tanto miras? — dije incómodo

— Eres muy guapo Schnapp, desearía haberte conocido antes — Sadie comenzó a acariciar mis mejillas. Pero me alejé.

Millie y mi madre son las únicas chicas en mi corazón.

— Lose cariño soy divino — traté de bromear — Pero no me gustas, menos cuando te ofreces a otro chico teniendo novio — negué y miré hacía la puerta, quedándome helado. Luego volví a mirarla — Que por cierto, está detrás de ti — le susurré y ella volteó con pánico.

— ¡Finnie! — Sadie corrió a abrazarlo — ¿Hace cuanto estás aquí amor? — Sadie acaricio unos de los rulos de Finn. Yo solo me encogí de hombros y terminé de guardar mi ropa.

— Sadie ¿podrías irte? Necesito hablar con Schnapp un momento — habló firme. Yo tomé el bolso, lo puse en mi hombro y tomé mis muletas para salir de ahí. — Hey, hey espera — me detuvo

— ¿A que vienes? ¿Romperás mis muletas? — comencé a avanzar otra vez. Pero Finn me tomó los hombros con fuerza. Haciendo que me doliera el cuello.

— ¿Que está pasando aquí? ¡Suéltalo! — mi salvación había llegado.

— ¿Te das cuenta que me estás cambiando por un idiota no es así? — preguntó Finn volteando a ver a Millster.

Mi Millster.

— ¿Sabes? Este "idiota" está justo aquí. Se mas discreto — rodé mis ojos

— Vete a la mierda Wolfhard — Millie se puso a mi lado. Su rico aroma invadió mis fosas nasales — ¡El te salvo la puta vida! ¿Y así es como le agradeces? — Millie negó con repugnancia — Deberías haber sido tu el que tenia que caer. — escupió. Millie me miró haciendo que mi corazón se acelerará, fingió una sonrisa y tomo el bolso por mi — Vámonos Schnipper, no querrás que este chico te vuelva a empujar.

— ¡Pero Mills! Somos mejores amigos. — Finn se quejó

— Éramos. Ahora no eres nadie para mi

Demasiado tarde. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora