Así es. El tiempo pasa volando.
La casa de las chicas estaba totalmente decorada con el ambiente navideño. Habían muérdagos en cada rincón de la casa, el árbol estaba muy bien iluminando y Santa estaba por todas partes.
La cena ya estaba servida y todos se encontraban comiendo y charlando animadamente.
— Espero que Santa me traiga lo que le he pedido — dijo la pequeña Ava jugando con sus guisantes. Noah se levantó y fue a buscar el regalo que le había comprado a su pequeña amiga.
Debido a la corta edad, Ava no podría quedarse hasta tarde abriendo regalos. Es por eso que Noah decidió entregárselo ahora.
— Esta mañana, cuando salí a correr me topé con Santa — Noah le sonrió — Y me dijo que esto era para Ava, ¿Eres tú esa Ava que Santa buscaba? — la menor de los Brown tomó el regalo en sus pequeñas manos y lo abrió topándose con la Barbie más bonita que había visto en toda su corta vida.
Sin duda Noah se había ganado el corazón de todos. Y no solo el de Millie.
Luego de eso, los chicos más pequeños acompañaron a Sadie, ella los acostaría, mientras que Noah y Millie lavarían los trastes.
— ¿Salir a correr? ¿Es en serio? — la castaña se burló mientras secaba los vasos y los guardaba
— ¿Que tiene? Soy un hombre multifuncional preciosa — Noah le guiñó mientras cerraba el grifo. Millie sonrió divertida y miró al techo, luego su reloj y últimamente a Noah.
Se acercó lentamente y lo tomó por la cintura en un tierno abrazo. ¿De verdad lo haría? Volvió a mirarlo y sonrió, su vista se dirigió a sus labios y sonrió aún más. Noah, por instinto, tomo el delicado rostro de Millie entre sus manos y le sonrió.
Ambos tenían miedo de volver a amar. Ambos tenían miedo de que su corazón se rompiera otra vez. Pero lo enfrentarían.
Juntos.
Sin mas rodeo Millie rompió el espacio entre los dos, juntado sus labios, disfrutando la manera en como encajaban perfectamente, como si hubieran sido moldeados uno para el otro. El castaño le daba leves caricias en la mejilla a Millie, mientras que esta se aferraba con fuerza al cuerpo del ojiverde. Cuando se separaron se sonrieron.
— Feliz navidad — Millie sonrió relamiendo sus labios mirando al techo, haciendo que Noah también lo mirara viendo el muérdago que se encontraba sobre ellos.