Los padres de las mejores amigas no han podido volver, habían perdido el vuelo, pero gracias a Dios no lo tomaron. El avión sufrió una grave turbulencia provocando que se estrellara.
Noah lleva una semana viviendo con las chicas, una semana en la cual Finn no se ha despegado de ahí, para no perderse ningún detalle. Ya que ahora está totalmente recuperado, piensa en conquistar a Millie.— Te amo — Sadie abrazó a su novio. El le dedicó una sonrisa y besó su frente para luego quedarse dormidos. Mientras en la habitación del lado, Millie y Noah no han podido conciliar el sueño.
— ¡Déjame dormir Millie! ¡Necesito mis horas de belleza! — el castaño bromeó y Millie le lanzó una almohada, Noah no se quedó atrás por lo que se subió encima de Millie y comenzó a golpear levemente la cara de la chica con la almohada, provocando carcajadas ahogadas para no despertar a sus mejores amigos en la otra habitación.
— Hey, y- ya basta — dijo Millie ahogada. Noah se detuvo y se quedó mirándola fijamente por unos segundos, ambos dedicándose dulces sonrisas. — No-Noah... — Millie se acomodó un poco incómoda
— Oh, si si, lo siento — el castaño se bajó de encima de la chica y le regalo una sonrisa avergonzada.
— Tengo miedo Noah — Millie habló después de unos segundos
— ¿De que Millster? — Noah le acomodó un mechón de pelo
— De enamorarme de ti. — la castaña se mordió el labio.
— No tienes porque tenerlo — el chico le acarició la mejilla con dulzura
— ¿Por qué? — Millie lo miro tímidamente
— Porque tenemos el mismo miedo — Noah se acercó y besó la frente de la castaña para luego abrazarse