Noah y Millie tuvieron una cita el día de ayer. En la cual Noah le iba a pedir noviazgo, pero no lo hizo, los nervios le ganaron.
La gran hora de despedir todo lo malo y bueno que había ocurrido durante este año se acercaba, Noah, las familias Brown, Sink y Wolfhard estaban en el patio de la casa de las chicas, esperando los fuegos artificiales.
— Hey, Schnapp — Finn le tocó el brazo levemente con su mirada tímida — ¿Podemos hablar? — Noah asintió y se alejaron un poco para que su charla fuese más privada.
— ¿Que es lo que quieres? — preguntó el castaño tajante, mientras bebía un sorbo de lo que sea que tuviese en su vaso
— Se que Millie y tú muy pronto serán pareja — Ouch. Mejor debería parar con los rodeos. El rizado miró a la castaña viéndola sonreír mientras hablaba con su hermano — Solo... solo cuídala ¿si? No eres al único a quien le gusta. — Finn suspiró, aceptando finalmente que aquella chica nunca le perteneció.
— ¡Schnipper, ya ven! Ya casi es hora — llamó Millie al castaño evitando que este le respondiera a Finn.
— La haré muy feliz, si eso es lo que te preocupa — Noah se volteó y fue a abrazar a Millie, poniendo su mentón en el hombro de la chica. Finn se quedó pegado viendo esa escena, su corazón que estaba en mil pedazos.
— Feliz año nuevo cariño — Sadie besó a Finn. Ella era lo único que le quedaba.
Feliz año nuevo Mills.