Capítulo 1

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Allin se acababa de bañar, hoy iría a ese lugar a buscar trabajo, la noche pasada le había mentido a su madre por el bien de ella, no quería que sufriera por algo así, ahora le tocaba a Allin tomar las riendas de su familia, ya su padre no estaba y Allin ahora debía de hacerse cargo de toda la casa y preocuparse de que sus hermanos menores terminen la escuela, su hermano Elías ya estaba terminado el bachillerato y quería que él fuera a la universidad. Entró a su recámara y ahí estaba su hermana menor de trece años, no había luz y la chica se encontraba haciendo sus tareas escolares.

La joven era morena de cabello afro de color negro y unos grandes ojos negros, la chica le sonrió a su hermana mayor al verla entrar, siempre había querido ser como Allin, la veían leyendo un libro o estudiando, Allin le devolvió la sonrisa, sabía que si conseguía este trabajo ya no seguirá siendo la admiración de su hermana menor, sería su desilusión. Buscó en sus gavetas algo para salir. Un jean negro, una blusa azul de tiros, sus zapatos deportivos, sabía que esa no era ropa para salir a esos lugares, pero tampoco quería vestir enseñando mucho y su familia sospechara, además el clima estaba muy mal, estaba lloviendo.

— ¿Vas a salir? — Pregunta su hermana y Allin gira su rostro.

— Sí — Fue todo lo que respondió, no quería dar muchos detalles.

— Es muy tarde y está lloviendo, ¿Irás a trabajar? ¿A estas horas? — Allin giró nuevamente su rostro hacia su hermana.

— No iré a trabajar, además son las seis de la tarde, solo iré... Iré con Paola a chequear algo de la universidad.

— ¿No la habías dejado? — Allin suspiró, tenía entendido que su hermana era muy curiosa, pero aun así no quería darle muchos detalles de su vida privada.

— Eliz, no hagas tantas preguntas y concéntrate en hacer tu tarea — Le reprocha Allin.

— Lo siento, nada más... solo quería saber — Allin suspiró cansada y fue hasta la cama en donde estaba sentada Eliz.

— No es por nada hermana, puedes preguntar, pero no tengo ánimos para tus curiosidades.

— Sé que estás triste por papá, yo también lo estoy y lo extraño, es que me siento sola y nada más quería hablar contigo — Allin abraza a su hermana y besa la coronilla de su cabeza.

— Lo sé y lo siento, solamente veré algo con Paola, no te preocupes, todo estará bien.

Allin se levanta de la cama y le dedica una sonrisa a su hermana pequeña, comenzó a vestirse, rebuscó entre sus cajones un abrigo con capucha y encontró uno negro con rayas blancas, una vez lista buscó un paraguas, se despidió de sus hermanos y salió de casa, ya la noche estaba llegando y hacía mucho frío, además estaba lloviendo; sin embargo, no a cántaros como la noche pasada, pero lloviendo lo suficiente para mojarse sus tenis.

Caminó hasta la parada del bus económico y esperó a que llegase, al este llegar subió y pagó los quince pesos, se sentía un poco nerviosa porque sabe que lo que está a punto de hacer es denigrante, pero no podía hacer nada más, tenía ya varios días buscando trabajos y además tenía que pagar las medicinas de su madre y hermano, costear los gastos de la clínica. Con toda la deuda que le dejó su padre apenas tenían para comer día a día y eso era por el préstamo en el colmado que está frente de su casa.

El bus se detuvo en la parada que la dejaba en la independencia, Allin descendió de él y caminó por las aceras de la puerta del conde, cruzó la calle y siguió caminando, el aguacero empezó a ir cayendo con más fluidez, su paraguas casi no le cubría, las personas se refugiaban en la puerta del conde o en las tiendas y negocios que había, ya eran pasados de las seis de la tarde y ahora es que la lluvia estaba cayendo con más fuerza.

A La Venta® - Trilogía En Venta #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora