Epílogo

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Destrozados, devastados, melancólicos, desolados, inconsolables, así eran como estaban Allin y sus hermanos en este día, su querida madre estaba siendo velada en medio de una funeraria, allí no había personas que no sintiese pena por los hermanos López, ningunos de ellos tenían consuelo alguno, las personas que estaban allí eran los que intentaban mantener en pie a Allin quien lloraba como una persona sin doliente alguno, todos ellos gritaban a horrores, aquel ataúd casi era derribado por Elías quien de igual forma no dejaba de llorar. Las fuerzas a Allin se les fueron, la ganas de seguir hacia adelante parecían estar descendiendo.

Ya Allin no daba una más, ella se había desmayado tres veces, en la última se despertó entre más llantos. Desde la distancia en aquella funeraria estaba Evans, vestía de blanco y negro como todos los demás, pero no se acercaba, quería acercarse a Allin, consolarla entre sus brazos y demostrarle que estaba allí para ella, cada vez que ella colapsaba, él quería ir, pero Katty se lo impedía, la joven también había asistido, pero de igual forma se mantenga distante. En estos momentos ya era hora de llevarse el ataúd y fue allí en donde Allin se aferró a la caja en donde estaba su madre.

- ¡No madre!, madre no, no te vayas, no me dejes - Sus gritos eran desgarradores, Eliz y Naomi también fueron e impedían que los jóvenes que se lo llevarían lo tocaron.

- Dejen a mi madre conmigo, no se la lleven.

Elías era abrazado por Franchesca quien no lo dejaba ir y lo aferraba entre sus brazos, algunas personas como pudieron despegaron a Allin y sus hermanas y tomaron el ataúd, ellas entre gritos, llantos, lágrimas fueron tras ellos. Por cuarta vez Allin se desmayó, justamente cuando entraron a su madre en el vehículo, los vecinos que estaban allí prestando sus condolencias fueron y la ayudaron, la entraron a otro auto y se la llevaron al panteón. Katty sostenía a Evans para que no se aparezca frente a ella.

- No, hermano, no lo hagas, es su dolor - Le decía.

- Me duele verla así - Él lloraba.

- Confórmate con esto, vayamos, pero distante - Ella lo sube a su auto y conduce hacia el cementerio.

Allí los gritos no faltaban, además de los familiares de la mujer quienes fueron, sus hermanos, primos y sobrinos, aquellos que ahora gritaban doloridos, pero nunca hicieron nada por ayudarlos cuando estaban en malas, pero Allin y sus hermanos no pensaban en eso, solo lloraban a su madre. Al lado de su esposo, su madre fue enterada, ya hasta la lápida estaba lista, Allin deseaba ser enterrada allí mismo. Cuando todo acabo, ella y sus hermanos se quedaron allí solos, los demás se fueron a sus casas, Allin tirada en el suelo entre lágrimas y sus hermanas llorando entre los brazos de Elías, el pequeño Matías lo dejaron en casa con una niñera, él también estaba inconsolable.

- Se fueron los dos, tú, padre, nos dejaste solos y ahora tú, madre, por más que nos preparaste, duele, no estábamos listos para verte partir, ya no sé cómo seguir, así que dame fuerzas madre, dame fuerzas padre, porque ya yo no tengo - Ella abrazaba la fría tierra.

- Hermana, ¿qué haremos ahora?, ¿qué pasará ahora con nosotros? - Pregunta Eliz entre lágrimas.

- No lo sé, solamente quiero morir - Responde Allin.

- Muramos todos entonces, porque sin papá, sin mamá y sin ti yo no deseo vivir - Habla Naomi.

- Niñas, nadie pensará en morir, ¿entendido Allin?, Ahora, vivamos este dolor, pero juntos y de esa forma lo vamos a superar, así que vayamos a casa, Matías nos espera - Hablo Elías, él se separa de sus hermanas y va con Allin - Vamos - Le da su mano.

- No puedo, no puedo moverme - Dice ella entre lágrimas - Me duele el alma, Elías, se me fueron las fuerzas, mi hermano - Ella no dejaba de llorar - Ya no doy unas más, no puedo más.

A La Venta® - Trilogía En Venta #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora