Al día siguiente Allin se despertó, al principio se le había olvidado donde estaba pero luego lo recordó todo al ver esa habitación, no era la que compartía con sus hermanos, era una nueva y diferente y también recordó lo sucedido de la noche pasada después de la cena, sintió su cuerpo estremecerse al recordar esos toques y los labios de Evans en su feminidad, tampoco olvidaba sus sucias palabras que le decía. No podía negar su forma de sentir bajo la influencia de ese hombre, su boca moviéndose con destreza en su zona intima y su lengua lamiendo todo de ella, le resultó excitante, pero no quería admitirlo porque también pensaba que era repugnante.
Salio de entre las sabanas blancas y se dirigió al baño, esta ves no se bañaría en la tina, entró en la ducha y cerro sus cristales ahumados, encendió la lluvia artificial e inició a bañarse, su cuerpo se reflejaba ante el cristal ahumado y no se había dado cuenta de que alguien había entrando al baño y la observaba ducharse, ella estaba tan absorta en sus pensamientos que ni se dio cuenta de que Evans tenía el cristal abierto mirando su desnudo cuerpo bajo la regadera.
Él cerro el cristal y se quito su ropa quedando solo en bóxer, tenía algo preparado en su sucia mente, volvió a abrir el cristal con todas su calma y se metió en la bañera, y fue ahí en donde envolvió sus brazos en la cintura de la chica y la apego hasta él, ella se sobresalto y casi grita, pero no dijo nada, su cuerpo dejo de moverse y se quedó ahí parada entre los brazos de él. Evans echo aun lodo el cabello mojado de ella y beso su cuello haciendo que ella temblará de nerviosismo.
— No te romperé tu lindo culo aun, no esta mañana, quizás esta noche — Ella se estremeció mas de lo que ya estaba — Tus jugos son los mas deliciosos que he probado, y eso he que probado mucho — Allin no sabia como actuar, no quería pensar en él desnudo, porque estaba desnudo tras de ella — Hermosa — Susurro en su oído, sus fuertes y ásperas manos fue subiendo hasta apretar sus pechos haciendo que ella suelte un gemido — Pídeme otro orgasmo preciosa, pídeme que quieres mi boca en tu coño — Susurro al oído de ella _ Pídelo.
— Señor, quiero su boca en mi... en mi — Ella no sabia como decir esas palabras.
Allim apenas conocía este mundo del placer y todo había comenzado muy rápido, ni hubo coqueteo por parte de ningunos, una relación, todo surgió en un solo día y de la manera menos adecuada, además habían dos partes en su cabeza, una que le decía que se alejara de él y otra que le pedía que siguiera, se sentía excitada
— Señor, por favor — Susurro.
Él sonrió y dio la vuelta al cuerpo de Allin y ella observo algunas quemaduras viejas en los brazos de él, parecían de cigarrillos, eran como tres o cuatro de cada lado, de su cuello resaltaban cuatros rayas rojas la cual tres de ellas sobresalían de su cuello y se perdían en su abdomen, este tenían fuertes marcas que parecían latigazos, algunas de ella la podía sentir si la tocara, y también de sus hombros, ella tubo muchos encuentro de sentimientos, terror, pánico, miedo y lástima.
— A tu señor no le gusta que miren sus heridas — Hablo Evans.
Él apretó su mojado cuerpo al de él, acarició sus labios, su rostro y la beso, ella correspondió a ese beso como si una parte de su mente la empujara, él la subió encima de él quedando los pies de ella enrollado en la cintura de él, las manos de la joven acariciaban el perfecto y dañado abdomen de él y la dejo en su cuello lleno de esas horrible cicatrices que con sus dedos rozó, Evans tambien estaba excitado y una muestra de eso era la crecida de su pene que quería salir urgente de su apretado bóxer. Las manos de él apretaban sus muslo y la saco de esa ducha, sus labios no se podían desconectar, a ella le gustaba ese beso y no sabia porqué, ese hombre le producían tantas sensaciones, quería estar alejada de él para siempre pero también quería ser dominada de esa manera tan salvaje, quizás era porque solo experimento esto por primera vez ayer.
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A La Venta® - Trilogía En Venta #1
RomanceAllin López, una chica de veintiún años, fue a parar a una casa de prostitutas, puesto que necesitaba urgentemente dinero, sea como sea, para poder pagar la deuda que dejo su difunto padre y la quimioterapia de su madre con cáncer pulmonar y su herm...