Al entrar a la habitación de Gloria, ella me recibió como siempre, con una sonrisa y un abrazo. Le dije lo que sucedía y se tomó la molestia de preguntarme que quería cuando mi respuesta fue un simple “no lo sé” entonces ella, me sentó en una silla y con una tijera comenzó a recortar las puntas de mi cabello dejándolas desprolijas, como si nunca hubiesen sido cuidadas pero se le fue un poco de las manos entonces dejo mi cabello a la altura de mis hombros. Luego, destiñó mi castaño cabello que se acercaba al rubio pero dejándolo del todo rubio, parecía como si fuese natural y eso era lo que más se necesitaba para que parezca por completo otra persona.
Me ayudó a tomar prendas de mi ropero y tomamos lo que menos usaba, las viejas remeras que llevaba en casa y mis pijamas para al menos, tener la comodidad dentro de casa.
Una vez con la mochila pronta, me despedí de mi habitación sin olvidar tomar antes, mi navaja en caso de emergencias y mi teléfono apagado para hablar con Herb.
Al bajar a la sala, estaban todos esperando; Peter, Travis, Papá, Herb, Blackly y por último el profesor Horan.-Mírate- dijo Herb- Te vez fantástica- dijo riendo.
-No es esa la idea- dijo Peter quien dio unos pasos y me abrazo- Cuídate ¿Si? Eres nuestra pequeña…- dijo tranquilo en el abrazo y me soltó para que abracé a Travis y por último, abracé a Herb a quien no solté por un largo rato, no quería separarme de él, pues iba a extrañarlo y mucho.
-Ya está todo listo- dijo Papá mientras el profesor Horan tomaba mi mochila cargándola en su hombro- Cuídate… Sabes que lo hacemos por tu bien- asentí mientras papá tomaba mi rostro y besó mi frente- Te amo hija… Ten cuidado con esa gente- dijo y asentí.
-Ya, es hora de irnos- dijo el profesor Horan pasando su brazo por mi espalda y Herb lo fulminó con la mirada.
-Espera- exclamó Herb antes de que nos vayamos por la puerta y se acercó al profesor- Llegas a tocarla y te juro que iré hasta el Oeste y te mataré- dijo amenazante y el profesor se mostró indiferente. Luego, Herb se paro frente a mí y sacó un listón de su bolsillo, tomó mi mano y lo ató en mi muñeca- No te rindas ¿Si?- asentí y me volvió a abrazar mientras lloraba en mi hombro- Te amo hermana- dijo mientras Blackly nos separaba y el profesor Horan, algo dolido me llevaba fuera de la mansión.
Junto al profesor, caminamos por la calle hacia la siguiente estación donde subimos al primer tren. Al sentarnos, miré por la ventana y comencé a llorar al ver como estaba cada vez más lejos.-Ya- dijo el profesor alentadoramente- Volverás mañana…
-Lo sé- dije y lo miré limpiando mis lágrimas- Pero no puedo creer que hayamos llegado a este punto…
-Las cosas están empeorando ¿No es así?- asentí apoyándome en el vidrio y allí, subí mis piernas al asiento y las abrace.
-¿Usted cree que alguien vaya a descubrirme?- Pregunté y rió.
-Si me dices usted a cada rato, la gente notará quien eres- dijo y me sonroje.
-Lo siento, se me hace difícil llamarlo de otra manera- dije mirándolo.
-¿Por qué?- preguntó.
-Porque no quiero encariñarme con usted- dije firme y alzó sus cejas.
-Uou, eso dolió- dijo y rió- ¿Por qué no?- preguntó y no le contesté, solo miré por la ventana mientras él esperaba su respuesta- Casey…- llamó.
-Porque no sé en quien confiar ¿De acuerdo?- dije pesada y me miró con ojos bien abiertos.
-Dijimos que íbamos a confiar el uno en el otro…- dijo.
-Ya, la gente me llamará tonta Cas pero eso no quiere decir que del todo lo sea así que por favor, deje de intimidarme- pedí y rió luego de unos segundos.