-Waverby, la próxima vez antes de hablar, piense- dijo el profesor Horan y yo asentí intimidada. El resto de la clase se pasó en ese silencio, el Sr.Horan hizo un par de preguntas pero no tantas, era un tipo muy misterioso por la forma en la que hablaba y actuaba. Será difícil enfrentar a este profesor.
Una vez que salí de clase, caminé por el pasillo mirando al suelo, intentando de evitar las miradas. Pude ver por las ventanas que la lluvia afuera arrasaba con todo y generalmente, cuando eso pasaba, las viejas paredes de piedra se llenaban de humedad, pues si, el edificio antes era un viejo edificio medieval. Estaba tan distraída mirando por la ventana que no vi venir al director por lo que me lo lleve por delante.
-Casey- dijo el simpático Edward. Pues el director era un gran hombre, llevaba años en el instituto y se le notaba en el rostro pero tantos años y siempre del mejor humor, controlando las cosas. Edward es querido por todas las chicas, sobre todo las del sector Oeste del Támesis y a las chicas del Este, de donde soy yo, no les agrada tanto. Pues, al Oeste del río, vivía la clase obrera pero yo prefiero decirle humilde. Si, Inglaterra está dividida en dos, sobre todo en Londres; el Oeste del Támesis donde vive la gente humilde, con salarios dignos y poco agua potable, pues, generalmente, el río en aquella parte se infectaba ya que su corriente va hacia allí, eso significa que toda la basura arrastra allí. Y el Este donde vive la gente de dinero.
-Lo siento Edward- dije levantando las carpetas que llevaba en su mano e hice caer.
-No te preocupes- contestó mientras le tendía una carpeta.
-¿Cómo está tu familia?- pregunté y me sonrió.
-De maravilla, la pequeña Leira espera que vayas a leerle un cuento- dijo y sonreí.
-Eso es un poco difícil- dije apenada y asintió.
-Esta todo tan difícil, pero sé que tu padre está haciendo lo posible para cambiar la situación.
-Así es…- comencé a decir pero el profesor Horan interrumpió.
-Horan- saludó Edward amablemente mientras que el profesor me fulminaba con la mirada. Definitivamente no le agrade.
-Quería hablar contigo sobre un tema en particular- dijo el Sr.Horan a Edward quien me sonrió.
-Vaya a mi oficina en diez minutos- dijo Edward algo serio. Me sonrió y me dio la espalda caminando a su dirección dejándome con el profesor quien me miraba fijo y pensativo.
-¿Se le perdió algo?- pregunté tiernamente y negó.
-Cas- me llamó una de las chicas chillonamente y el profesor se dio la vuelta dejándome sola. La chica me empujo contra la pared de piedra y comenzó a revisar mi mochila- Pobrecita la hija más pequeña Waverby- dijo haciendo un puchero- La familia más rica de todo el Este- dijo mientras revisaba mi mochila.
-No tengo nada- dije intentando de no llorar.
-Mentirosa- dijo sacando mi teléfono celular. Pues por su forma de vestir se notaba que era del Oeste, odio admitirlo pero generalmente se ven más sucios y tienen un olor característico.
-Quédatelo- dije y me sonrió fríamente.
-Lo sé- contestó y me soltó dejándome libre así que tomé mi bolso para salir a esperar la Limo de papá.
Una vez en la puerta del instituto, debajo del techo ya que llovía, llegó la gran Limo negra donde fue Herb quien se bajo para entrar a buscarme.
-Hola Casey- saludó y le sonreí al verlo todo mojado.
-Te gusta mojarte ¿No es así?- pregunté divertida y sonrió.
-Ya, vayamos a casa- invitó tomando mi mano.
En el camino le conté a Herb sobre esa chica que me quito mi teléfono y sobre mi nuevo profesor que me parecía extraño ya que la noche anterior había estado en mi casa.
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