Al entrar al salón multiuso, nos sentamos como siempre, los profesores sobre una plataforma de escenario y las alumnas enfrente en sillas ordenadas. Niall estaba muy nervioso mientras que los demás profesores se veían tranquilos.
Fue Blackly quien al entrar, impuso el silencio, se paró y habló.
-Otra vez sucedió- dijo mirando todos lados- Hay un asesino suelto- dijo tranquilamente- No podremos hacer nada…- dijo y miró a los profesores- ¿Qué proponen?- preguntó y Niall levantó su mano.
-Que no haya clases- dijo y Blackly rió.
-No, mejor, les daremos unos consejos para que se cuiden ¿Si?- dijo Blackly y pude ver que Niall tensó su mandíbula- Serán las siguientes reglas así que presten atención; no rondar en los pasillos fuera del horario de clases o durante, se cancelaran tareas extracurriculares, los profesores no pueden dejar a ni una alumna sola, no podrán interactuar con ellas, las alumnas deberán mantener distancia entre ellas también y por ahora son solo esas- dijo y miré a Niall quién estaba preocupado- Donde aparezca la culpable de esto- me miró Blackly- Será suspendida y enviada al Oeste- dijo firme- Ahora, vayan cada una a sus clases- dijo y se fue mientras que las chicas se esparcían para ir a sus lugares correspondientes. Niall se bajó de la plataforma y caminó hacia donde estaba yo, me tomó de la muñeca e iba a decirme algo pero Blackly lo llamó.
-Profesor Horan- dijo y Niall me soltó la mano rápidamente.
-Señor Blackly- dijo firme.
-Te quiero en mi oficina, ahora, pero primero escolte a la señorita a su salón- dijo mirándome de arriba abajo.
Una vez que Niall me llevó al salón en silencio, antes de irse, besó mi mejilla y se fue dejándome con la intriga.
Pasó toda la clase y no tenía ni una noticia de Niall lo que me tenía loca.
Al llegar el final de las clases, esperé en la puerta al profesor hasta que llegó algo confundido, me tomó de la mano y me llevó fuera del edificio.
-¿Nos vamos?- pregunté y asintió mientras íbamos a la estación de trenes.
Al subir al tren, Niall se sentó a mi lado y yo me acurruqué en su pecho asustada, mirando por la ventana como todo se movía muy rápido y sintiendo los latidos de Niall en mi pecho.
Al llegar a su casa, no dijo nada, solamente, abrió la heladera y sacó unos tapers con comida y la puso en el microondas.
-Iré a ducharme- dijo y se paró en la puerta del baño- ¿Vienes?- preguntó y lo miré de arriba abajo soltando una risita- Oh, lo olvide- dijo apenado y entro al baño.
Escuché como sonaba el agua caer en el suelo y me quede pensando; él es un chico que vive bajo presión, está todo el tiempo solo y su vida es trabajo ¿Por qué dudo tanto de él? Está protegiéndome a pesar de que su vida sea dura.
Lentamente, comencé a caminar al baño desabrochando mi camisa lentamente. Me quede parada en la puerta del baño desabrochando botón por botón, luego desabroche la pollera dejando que caiga al suelo y aproveche para ya de paso, quitar mis zapatos y las medias quedando solo con mi ropa interior y la camisa del uniforme. Comencé a quitarme lo poco que me quedaba y abrí la puerta del baño pero Niall me escuchó entonces asomó su cabeza por la cortina y me miró de arriba abajo haciendo que me sonroje por completo; en ese momento sentía que mi cuerpo era un asco, que yo era un asco. Él no dijo nada, simplemente, se metió dentro de la ducha, apagó la llave del agua mientras que yo me arrepentía, de seguro le di asco. Tomé una toalla y me la puse alrededor de mi cuerpo para salir del baño. AL cerrar la puerta, me senté en la cama y cerré mis ojos ¿Qué diablos estaba pensando? Soy una niña para él, con un cuerpo asqueroso ¿Por qué siquiera paso eso por mi cabeza? El arrepentimiento me mataba, las ganas de desaparecer, la vergüenza.