Esa noche con Niall fue de lo más normal después de la dosis de besos y la extraña cena ya que Niall cantaba con la boca llena haciéndome reír ya que me criaron diciéndome que eso era de mala educación pero quien sabe; es divertido.
Todo iba de lo más normal, pues, estábamos acostados en la cama de la siguiente forma; yo con mi cuerpo de costado mirando a Niall quien estaba boca abajo pasando su brazo por mi cintura y el otro estirado hacia arriba abrazando la almohada. Yo no me podía dormir. Pues en mi cabeza pasaba una y otra vez la imagen de Herb, su mirada, el dolor en sus ojos. Amo a mi hermano y sé que él me ama a mí, desearía ir y decirle “mírame, estoy aquí”
En eso, comienzo a escuchar un sonido extraño, como camiones así que quité el brazo de Niall y me senté mirando por la ventana, me asomé y pude ver un camión en la vereda más cercana ya que estábamos en un callejón. Del camión, bajaron unos hombres armados y entraron a una casa.
-Niall- dije sin importar si dormía profundo- Despiértate- dije caminando hacia él y moviéndolo.
-¿Qué?- preguntó girando su cabeza.
-Hay camiones- dije asustada y se sentó en la cama mirando la ventana.
-Ignóralos- dijo volviendo a acostarse- Vienen a llevarse el dinero- dijo contra su almohada.
-¿Y nos vamos a quedar aquí?- pregunté y suspiró.
-No podemos hacer nada- dijo cansado.
-¡Si podemos!- chillé.
-Ya no estás en tu casa- dijo firme- aquí nadie hace lo que dices ¿Okay? Estamos en medio de una guerra y tú estás viva gracias a mi… Si pudiese hacer algo lo haría. No pidas más que eso- dijo firme y por un lado, me lastimo. No dije nada, simplemente, me senté en la cama y miré mi teléfono pero volví a acostarme.
Al día siguiente, me desperté antes que Niall ya que él aún dormía así que, como tenía ganas de caminar, me abrigué con un buzo de Niall ya que estaba por llegar el invierno y salí a sentir la fresca brisa en mi rostro. Caminé por las calles con la capucha puesta hasta la plaza principal y en ese trayecto, pude ver como la gente igual trabajaba a pesar de que sabían que iban a robarles el dinero a la misma vez que comenzaba el frío, los niños igual jugaban y todo estaba normal.
En eso, me paro en un puesto de pan y pedí un pedazo pero pude ver que de la estación, entró un grupo de gente bien vestida, con maletas y perdidos.
-¿Quiénes son?- le pregunté a la vendedora y suspiró.
-Expulsados o fugitivos del Este, gente que huye- dijo y miré bien a la gente mirar el lugar pero entre ellos, pude ver a Herb.
Mi aliento se fue y mi corazón se aceleró. Sin dudarlo, caminé hacia él quien se sentó en una banca a pensar que hacer así que me senté a su lado.
-¿Hola?- preguntó y yo lo miré desde debajo de mi capucha- ¿Eres de aquí o del Este?- preguntó.
-Aquí- le dije forzando mi voz para que no suene como la mía.
-¿Puedes ayudarme?- pidió y lo miré.
-¿Te conozco?- pregunté para que no sea tan obvio ya que allí, en el Oeste, los rostros de mi familia eran muy conocidos.
-Sí, soy el hijo menor Waverby- dijo con una encantadora sonrisa- ¿Tu eres?
-________-dije y asintió.
-Lindo nombre- admitió y me miró por debajo de mi capucha, al verme, sus ojos se abrieron como platos mientras que yo me quitaba la capucha, quería abrazarlo y decirle que lo amo, que quiero que vuelva a ser mi hermano.
-¿Sucede algo?- pregunté al ver que se detuvo a ver mi rostro.
-Eres igual a mi hermana- dijo mirándome fijamente y me sonroje.
-Eso me han dicho- dije y sonrió.
-Eres muy bonita- habló acercándose a mi curioso, con esa forma de ser tan Herb- ¿Por qué no vamos a la casa que me dejo mi padre?- invitó y negué.
-No puedo- dije abrazando mi propio cuerpo.
-De verdad eres igual- dijo impactado.
-Lamento lo que le sucedió- hablé y se quedó callado, luego, me miró por unos segundos y me sonrió.
-Con todo lo que sucede uno no tiene tiempo de pensar en enamorarse ¿No?- preguntó y me incomodé por el simple hecho de que conozco a Herb y eso, era coquetear. Mi hermano está coqueteándome y no sabe que soy su hermana; esto no puede ir mejor.
-No- dije inflando mis mejillas- Menos aquí en el Oeste…- comencé a decir y rió.
-Traje dinero conmigo- habló y tomó mi mano- Conozco a muchas chicas y créeme con ninguna pude hablar así como lo hago contigo- Tengo dinero y el Este no me atacará- dijo arrogante y me sonrió- Si te quedas conmigo, te juro que nadie te lastimará y te trataré como una reina- dijo y yo me quedé callada ¿Qué diablos le sucede a Herb?
Iba a contestar algo pero en eso, aparece Niall en la plaza ayudando a una anciana cargando unas maderas pero al verme, dejo las maderas y caminó hacia aquí.
-¿Dónde estabas?- me preguntó y me levanté acercándome a él.
-Eh… Tenía hambre- dije intimidada pero no por Niall, sino que por Herb. Niall lo miró y su boca cayó al suelo.
-Herb- saludó- ¿Qué haces aquí?- preguntó y él se echó hacia atrás.
-Vivo la vida hermano- dijo y Niall rodó sus ojos.
-Estás en el lugar equivocado- habló tomando mi mano.
-Te diré la verdad porque confío en ti…- dijo mirándolo arrogante- Escuché que el asesino de Casey es del Oeste así que… Blackly me mantendrá aquí así puedo acercarme a él…- dijo mirándolo fijo con una sonrisa divertida en la mirada- ¿Sabes quién es?- preguntó y Niall luego de unos segundos negó.
-Te estás volviendo loco- habló firme Niall y Herb rió en una fuerte carcajada.
-¿Cómo no hacerlo?- dijo relajado y luego nos señaló- ¿Y ustedes son…
-Hermanos- dijo Niall rápidamente- Así que mantente lejos de ella- advirtió y Herb rió.
-Te dije eso de mi hermana y hasta la virginidad le quitaste- dijo con una risa y ambos nos quedamos en seco.
-¿Cómo sabes eso?- preguntó Niall- Es decir… ¿Qué dices?- preguntó nervioso y confundido.
-Solo lo sé- habló firme y Niall tomó mi mano.
-vamos ________; tenemos que visitar a mamá- dijo firme y Herb me saludó con la mano mientras le daba la espalda caminando en sentido contrario. Con Niall no fuimos a su apartamento, sino que fuimos caminando a la casa de Maura.
-¿Qué fue eso?- pregunté y se detuvo a mitad de camino.
-Herb no lo dedujo- me miró firme y preocupado- Esa casa es de Blackly, por algo tiene ventanas, deben de tenerme vigilado- dijo firme y mi boca cayó al suelo.
-¿Me vieron desnuda?- pregunté y rodó sus ojos.
-¿Te preocupas por eso?- preguntó y rió- Solo tú en medio de esto te preocupas por eso- dijo continuando con el camino.
-¿Por qué vamos a casa de tu mamá…? Podríamos ir al Este- dije y rió.
-Allí también deben de tenernos vigilados- afirmó y continué con el camino.
-Herb estaba coqueteando conmigo- dije y se detuvo mirándome.
-Te toca y se arrepentirá- dijo y negué.
-No, es un punto a favor- dije y abrió sus ojos sin creerlo- Si me dejo llevar por él, podré convencerlo de que no fuiste tú…- dije y me miró como si tuviese razón pero se acercó a mí.
-No te tocará- afirmó dejando su nariz casi que rozando la mía hablándome muy serio.
-Eres mi novio no mi hermano- dije una vez que retomó el camino dándome la espalda y se dio la vuelta con una sonrisa de oreja a oreja.
-¿Soy tu qué?- preguntó divertido.
