Narra Niall:
Pasaron cinco meses desde que vi a Casey por última vez. Mi vida ya no tiene sentido. El país está cada vez peor pero a mi ya no me importa. Lo único que hago es sentarme todos los días en los bancos de la plaza del Oeste. No quiero abrir mis ojos. No quiero ir a mi casa, pues me recuerda a ella y probablemente, ya tenga formada su vida afuera de la manera que a mí me gustaría.
Me detuve a ver la nieve cayendo sobre el suelo, niños abrigados lanzándose bolas de nieve mientras que una que otra casa tenía viejas luces que indicaban que era navidad. Ya ni se festeja aquí.
-Niall- llamó la voz de Harry desde lejos y luego se sentó a mi lado- Hermano- dijo y lo miré- ¿Quieres ir a tomar algo?- negué- Vamos, te estás congelando-dijo pasando un brazo por detrás de mi- Yo invito.-Dije que no quiero nada- hablé frío y suspiró cansado.
-Amigo… No puedes pensar solo en ella- dijo y negué.
-No lo entiendes- lo miré molesto- Así que por favor, déjame solo- dijo firme y suspiró cansado.
-Escuché que llegaron unos tipos de Australia- dijo y me alarmé mirándolo- Estarán en la calle 45 está tarde… Se llevarán a los hombres que estén allí…- miré y sonreí.
-¿Crees que lleven a mi familia?- pregunté y sonrió.
-Uno de ellos es amigo mío así que…- dijo mirando su uña- Tal vez ya tengas un lugar en ese avión- sonreí de oreja a oreja y lo abracé.
-Eres el mejor.
Narra Casey:
Esa mañana de sábado, me desperté por los gritos de emoción de Harry.
-¡Llegó santa!- gritó y yo miré el reloj eléctrico. Me levanté como siempre; cansada. Esperando a que algo suceda, con miedo pero sin saber qué o de qué.
Bajé con mi salto de cama atado a mi cintura y abajo estaba Ashton sentado en un sillón junto a su madre y Harry en el suelo abriendo sus obsequios.-Buenos días- dijo Ashton y le sonreí, pues, en todo este tiempo ah sido lo más cercano a un amigo que tengo.
-Mira ________-dijo Harry- Esté es para ti- dijo tendiéndome una caja y miré a Ashton.
-Era necesario- dijo y tomé el obsequio.
-No lo era- afirmé abriendo el paquete y al verlo, sonreí como una idiota al ver una bola de vidrio que dentro, tenía dos personas de la mano.
-Sé que extrañas a alguien- dijo mirándolo conmigo desde su lugar- Pero debes saber que no estás sola- me sonrió y yo caminé hacia donde él y lo abracé.
-¿_______ me llevas al parque con Ashton? Quiero probar mi nuevo skate- dijo y asentí- ¡Vamos! Vístete mujer- dijo con su voz de niño.Una vez que me vestí con mi cómoda ropa, bajé junto a ellos y salimos caminando al parque central de Melbourne.
Allí, Harry jugó un poco con su Skate mientras Ashton y yo conversábamos de cosas muy incoherentes.-¿Quién es?- preguntó- Vamos, suéltalo- dijo- El chico- habló mirándome con sus lentes de sol y yo reí.
-¿Qué tipo?- pregunté y rió.
-Sí que sabes cómo manipular- dijo asintiendo con la sonrisa en sus dientes.
Esa noche, había una fiesta en casa de un amigo de AShton así que al llegar la tarde, comenzamos a prepararnos hasta que llegó la noche. Me junté con una de las chicas que mejor me llevaba, se llamaba Yanhai, era una chica muy simpática y agradable.
Me puse un pantalón de Jean azul ajustado al cuerpo y arriba un top suelto que dejaba libre mi obligo pero no al descubierto del todo.
Fue Ashton quien nos paso a buscar por casa de Yan para luego ir a la fiesta.-Estoy emocionada- dije y ambos rieron.
-Habrá alcohol- dijo Yan- Sexo, drogas y música… Olvídalo todo y disfruta un poco- dijo y entrecerré mis ojos sin entender a qué clase de fiesta íbamos.
Al entrar a la casa, sonaba la música de fondo y había varia gente. Chicas con sus polleras cortas, chicos detrás de ellas, nada fuera de lo normal. La gente bailaba muy apegadamente mientras que yo seguía a Ashton ya que no sabía a dónde ir. Él me llevó a la cocina mientras de fondo sonaba Play Hard de David guetta entonces mientras esperaba su trago, movía su cabeza lo que me hacía reír y en eso se acerca otro chico.
-¡Ashton!- le gritó emocionado y me miró- ¿Tú eres _________?- asentí- Soy Luke Hemmings- dijo y asentí mientras que Ashton nos daba la espalda entonces se apoyó contra la barra frente a mí
-Un placer- dije y me sonrió.
-Eres muy bonita- habló acercando su rostro al mío y asentí.
-Gracias- dije sonrojándome y en eso, no me dio tiempo siquiera a tomar aire para acercarse a mí y enterrar sus labios en los míos.
Narra Niall:
Enseguida que llegue a Australia, me instalé en la casa de Luke, el chico que Harry conocía mientras que mi familia se quedaba en casa de una vieja tía.
Abajo sonaba la música a todo volumen lo qué me hacía sonreír.-Te digo algo- dijo Harry- La fiesta esta es del instituto de Casey- dijo como si nada y yo sonreí.
-No creo que ella haya optado por venir a una fiesta- dije pensando en que por fin estoy cerca de ella- Además, pues preguntar por ella y saber que tal está… Ahora tengo tiempo- dije feliz y me sonrió.
-Pues ve- dijo metiéndose en una cama- estoy cansado- dijo mientras yo salía por la puerta.
Al bajar a la gran sala, pude ver a la gente divirtiéndose, bailaban de una forma apegada las chicas y los chicos, habían parejas besándose muy fuertemente y otras que solo estallaban de la risa.
Caminé a la cocina ya que allí la música no sonaba tan fuerte y al entrar. Me quedé casi que en shock al verla, allí, parada, sonriendo. Estaba con un vaso rojo en su mano. Su estatura seguía siendo la misma, su cabello estaba más largo y esta noche, estaba un poco maquillada.
¿Esto es verdad? Al verla, pareciese como si nunca nadie la haya golpeado, como si nunca hubiese sufrido las cosas que sufrió; parecía una chica normal.
Iba a acercarme para hablar con ella pero ¿Cómo empezar? ¿Hola? No. Debía esperar a que esté sola o algo más inteligente que interrumpirla ¿Y qué si no me recuerda?
Sonreí con la idea de tenerla cerca pero en eso, miro al chico con el que estaba conversando y comienzan a hablar muy de cerca, ella se reía e intentaba de no hacerlo pero enseguida que vi la forma en la que se besaron, mi corazón se partió a la mitad.Fue como si una ola me atacara, como si el tiempo se hubiese detenido y lo único que podía ver era a ambos besarse y no paré de hacerlo hasta que se separaron. Esperé a que ella reaccione de una forma que me diese señales de que aún me ama pero solamente lo fulminó con la mirada algo confundida y luego se rió.
Ahora sí; mi vida no tiene sentido.
