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Kannie miró la sala captando el olor a madera y humedad, pero esos olores juntos le calmaban. Los hombres lobos y los licántropos por eso acostumbraban a vivir cerca de la naturaleza porque ésta formaba parte de ellos. JungKook agradeció al chofer antes de irse, no le sorprendió que ese hombre le dijera que en dos semanas regresaría para llevarlos a casa, el chico sabía que su padre quería que comenzaba a poner orden como el alfa que era.

La cabaña era de sólo un piso, todo era de madera, se encontraba en muy buen estado. Al entrar estaba la sala y a la derecha de esta la cocina con el comedor, a la izquierda estaba un pequeño rincón que tenían como biblioteca, luego venía el pasillo que daba a las habitaciones, Kannie contó cuatro puertas en minutos.

— No pensé que fueran tan acogedora—admitió en voz alta. JungKook sonrió de lado echando un vistazo a las paredes, algunos cuadros de paisajes naturales colgaban—Aunque hace calor.

— Siempre es así en verano, la cabaña tiene cuatro habitaciones de las cuales sólo dos tienen aire acondicionado—comentó—No te preocupes, dormiré en la otra.

— ¿Por qué?

— No creo que ninguno de los dos sea capaz de dormir en la misma cama y sobre todo el hecho de dormir—recalcó. Ambos se miraron notando la distancia que mantenían, un ligero toque y no pararían. Kannie asintió debiéndole una grande a ese chico, JungKook fuera un imbécil como creía no la respetaría tanto como lo estaba haciendo. ¿Lo había juzgado mal todo ese tiempo?

[...]

Min YoonGi se encontraba despierto en su habitación, le parecía extraño no tener a su hermana en el cuarto de al lado roncando ligeramente, se levantó pasando su mano por el cabello, sus pies descalzos sintieron el suelo frío, salió de allí dirigiéndose a la cocina para tomar un vaso con agua, pero escuchó voces provenir de ahí, eran tres voces, no dudó en esconderse colocando atención.

— Oh, Dios, ¿Ustedes...? —su madre sonaba muy preocupada, era poco usual escucharla así.

— Lo siento, Hea, yo...

— ¡Enviaste a nuestra hija con ese chico! —alzó la voz— ¡La enviaste sin decirme esto! ¡Soy tu esposa, YoonHee!

— Baja la voz, YoonGi podría despertar...

— Creo que sería mejor contarle—esa voz no la reconocía. Su olor era similar al de Kannie—Hea, YoonHee no tenía en mente que ese chico la escogiera como su esposa.

— ¿Entonces planeaban acaso que mi hija muriera sola?

— Es mi hija también, me duele tanto como tú.

— Es la noche de bodas de ellos dos, ¿Eres consciente acaso de lo que ellos harán? —casi sollozó—Dios, hoy es luna llena y Kannie...—recordó lo preocupada y nerviosa que su hija estaba. Pedía a los cielos algo que ella creía que no podría pasar—Mi niña.

"¿Qué demonios está pasando?"

— Hablé con JungKook, le advertí que era mala idea haberla elegido.

— ¿Qué? Tía Youra usted...—ahora el señor Min se mostró molesto— ¿Estuviste en la boda?

— Es mejor ser honestos y decirle lo que le espera.

— Esto es estúpido—Hea los miró— ¿Se supone que Kannie y JungKook no deben consumar su matrimonio?

— Para empezar...nunca debieron casarse—YoonGi se sorprendió ante esa confesión. ¿Quién era la tía Youra? —En nuestra familia las mujeres siempre consiguen a su alma gemela, ahí viene la maldición, encontramos a la persona destinada para nosotras, pero no podemos estar con ella o comenzamos a debilitarnos—hizo una pausa—Tenemos prohibido enamorarnos, por lo que YoonHee me ha contado, esa chica ha estado enamorada de ese muchacho desde niña.

YoonGi se mantuvo quieto sin entender nada, ¿De qué hablaban sus padres exactamente? ¿Qué estaba pasando? Por otro lado, la madre de los hermanos Min entendía muchas cosas de su hija que antes había pasado por alto, pero estaba molesta con su esposo por ocultarle algo tan importante como el origen del lado lobuno en Kannie.

Los problemas recién comenzaban.

[...]

Kannie preparaba un desayuno después de haber tomado un baño al despertar, iba a llamar a sus padres o escribirle a YoonGi, pero por la hora probablemente seguirían durmiendo. Se sintió extraña al no tener a su madre junto a ella pidiéndole ayuda con la comida, sonrió de lado recordando como preparaba el café para su padre y su hermano dejando el té para ellas, ahora ella era la mujer de la casa, algo curiosa comenzó a pensar en lo que vendría luego, ¿Qué seguía ahora?

— Buenos días—una voz ronca la hizo girarse, JungKook tenía el cabello despeinado, los ojos más pequeños de lo normal y traía una camisa blanca que dejaba ver sus brazos fuertes.

— Buenos días, ¿Te desperté?

— No, tranquila, quería saber cómo habías dormido—sonrió de lado—Veo que hiciste el desayuno, pudiste esperarme, te hubiera ayuda...

— Sé defenderme en la cocina, no te preocupes—Kannie tomó una taza con un líquido oscuro— ¿Quieres algo de café? Necesito que estés muy despierto para hablar seriamente.

— Gracias—aceptó la taza— ¿Sobre qué?

— Ahora que somos esposos, ¿Cuál es el siguiente paso? Soy la que menos sabe.

— Oh—asintió tomando asiento en el comedor. Kannie sirvió la comida en la mesa sentándose luego a un lado de JungKook—Mi padre dice que debo escoger mi mano derecha en la manada, alguien que sea totalmente leal.

— Y escogerás a YuGyeom.

— Claro que no—bufó.

— ¿Tienes miedo de que él te quite tu puesto? —insinuó sonriendo maliciosamente. JungKook bufó negando con la cabeza sirviéndose.

— Pensé que eras tú la que quería dirigir conmigo.

— ¿Qué? —Kannie frunció el ceño.

— Cuando tenías cuatro años fuiste tú la que propuso casarse—ella claramente no lo recordaba— ¿Cuál fue tu condición? Ah, sí, prepararme galletas, las que quisiese.

— Yo no dije eso.

— Lo hiciste.

— Si lo hiciera lo recordaría—se cruzó de brazos.

— Pero no lo recuerdas.

— JungKook.

— Kannie.

— Idiota.

— Testaruda.

— Imbécil.

— Gruñona.

— Pero me amas así—lo tomó desprevenido ganando esa discusión. JungKook rodeó los ojos negando con la cabeza volviendo a estar serio.

— Si bien te prometí que te ayudaría a tener el respeto de todos, algunos no están de acuerdo con que seas la esposa del alfa...

— No me importa esa gente.

— Debería importarte, podrían lastimar a tu familia por celos o envidia—aquello no le agradó a Kannie. Lo que menos quería era causar problemas a su familia—Tranquila, sé que ellos son importantes para ti.

— Quiero que Min YoonGi sea tu segunda mano, quiero que esté contigo, mi hermano siempre obedece las reglas...

— Lo haré.

— ¿Qué? —se sorprendió.

— Min YoonGi será la mano derecha del alfa, eso es muy importante, dejaré toda mi confianza en él—asintió—Además de eso, quiero que tú también escojas a alguien que sea tu segunda mano, alguien en quien puedas confiar si yo no estoy, que esté dispuesto a protegerte...

— JungKook, ambos sabemos que soy experta pateando traseros.

— Escoge a alguien—insistió.

— Puedo hacerlo sola.

— Kannie—advirtió. La chica rodeó los ojos sin tener nada en mente, aunque una luz se encendió en sus pensamientos y dijo el nombre sin vacilar.

— Kim YuGyeom.

• Cry Wolf • [JEON JUNGKOOK] COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora