• Cry Wolf • [JEON JUNGKOOK] COMPLETA

• [017] •

JungKook no iba a discutir por la elección de la chica, no quería pelear en su primer día como esposos, la cabaña tenía un televisor en la sala, miraron algunas noticias sin encontrar nada interesante, el celular de Kannie sonó y no dudó en responder.

— Oppa—se levantó alejándose por el pasillo— ¿Todo bien?

— Mejor respóndeme tú—su voz fue seria— ¿Estás bien? ¿Sigues viva?

Kannie frunció el ceño, ¿Qué clase de pregunta era esa?

— Gracias por preocuparte por mí, sí, sigo viva—contestó extrañada— ¿Y mamá y papá?

— Están bien, no están en casa ahora...—YoonGi quería preguntar lo que él creía evidente pero no podía, era algo íntimo de parejas—Yo...quería saber cómo te sentías, ya sabes.

— Estoy bien, enserio—quiso decirle la buena noticia, pero esperaría con calma—Cuando lleguen diles que estoy bien, les escribiré luego.

— De acuerdo.

[...]

— Mamá, enserio, estamos bien—sonrió divertido mientras se servía un vaso con agua—Kannie salió a correr un rato...

— Debiste ir con ella a estirar las patas, ya sabes, a veces la primera noche deja exhausto...

— ¡Mamá! —JungKook se sonrojó. Si supiera que ambos habían dormido en camas separadas y en habitaciones distintas, había pensado que sería difícil controlarse, pero no fue así—Basta, enserio.

— De acuerdo.

— Aprovechando que papá no está cerca...—dio un sorbo al vaso—cuando regresemos a casa, ¿Kannie y yo...?

— Se quedarán aquí por supuesto, tengo una habitación para ustedes—se escuchaba emocionada—Tu padre dijo que colocaría un personal en la casa para ayudarnos.

— ¿Personal?

— Dice que estaré muy ocupada con Kannie—suspiró—Ya sabes cómo es, no te preocupes, estaré al tanto de ella.

— Mamá, Kannie no va a quedarse en casa, ella tendrá tanta participación como yo en lo que haga—sonó muy seguro—Es mi esposa, no voy a tenerla encerrada en casa.

— Oh—se mostró sorprendida—Pero... ¿Significa que estudiará?

— Lamentablemente no considerando que estarían en contra, pero tengo en mente que me ayude en temas relacionados a la manada, ella escogió a quien la ayudará si no estoy y yo hice lo mismo.

— Sé que ambos podrán manejarlo todo.

— Eso espero.

[...]

Kannie llegó cuando la lluvia caía con fuerza, cambió de forma colocándose la ropa que minutos antes llevaba en su hocico. De la nada había comenzado a llover con el sol brillando, cuando entró a casa notó que empapaba el suelo, miró alrededor consiguiendo una agradable imagen en el sofá, Jeon JungKook se había quedado dormido, llevaba unos Jeans oscuros y una sudadera negra donde debajo de ésta seguía la camisa blanca, sus pies ya no estaban descalzos, iban protegidos por medias, tenía sus labios ligeramente abiertos, ella se acercó mirándolo con atención, un vago recuerdo vino a su mente, ella tenía cinco años y él tenía siete.

— Oppa, usted duerme de una forma linda—susurró mirando con ojitos tiernos al niño que dormía en el sillón. Estaban en casa de él, mientras veían una película infantil Kannie se había dado cuenta de que el pequeño conejito se había quedado dormido. Sin resistirse, acarició su melena castaña con cuidado para no despertarlo. JungKook en cambio en sus sueños sentía esa caricia captando un olor dulce que sólo una persona lo tenía.

— Kannie-susurró.

— Oh—la chica dejó de acariciarlo apartando su mano— ¿JungKook? —susurró.

— Kannie...

— JungKook—tocó su hombro, pero él seguía llamándola. Al cuarto intento, el chico despertó de golpe y su cabeza golpeó la nariz de la chica causando que ella se quejara. Cubrió su nariz retrocediendo aún mojada.

— Lo siento, lo siento, creí que...—no supo que decir. Había tenido un movimiento brusco involuntario—Kannie...—se acercó a ella—Oh, Dios, estás sangrando—dijo al notar el hilo de sangre—Mierda.

— Estoy bien, es sólo sangre...

— ¿Bromeas? Acabo de golpearte—tomó su muñeca jalándola al sofá, la obligó a sentarse, fue a la cocina y regresó con un pañuelo—Levanta la cabeza—obedeció—Haz presión allí con esto.

— Estás exagerando...

— Kannie, hazlo y cállate.

— Lo que diga alfa.

— No me digas así.

— ¿Acaso no eres el alfa? —presionó su nariz con el pañuelo mirándolo. JungKook veía fijamente sus ojos, Kannie tenía una mirada café oscura, no había notado ese color antes, su cabello brillaba por estar mojado, su piel también estaba empapada y toda ella lo estaba ocasionando que su ropa se aferrara a su cuerpo— ¿Y ahora por qué me ves así?

El chico parpadeó varias veces aclarando su garganta.

— Lamento haber golpeado tu nariz.

— Y yo lamento haber arruinado tu fantasía sexual conmigo.

— ¿Qué? —frunció el ceño.

— No dejabas de llamarme, sé que soñabas conmigo, no lo niegues—sonrió de lado—Lucías exactamente igual que cuando tenías siete años, lucías muy lin...—se detuvo y ahora él sonrió.

— ¿Muy qué?

— Nada, eres un idiota, deja de soñar cosas obscenas conmigo, si estás muy necesitado...

— Ah, Kannie, ¿Qué cambió en nosotros? —preguntó pensativo—De niños éramos buenos amigos, ¿Por qué nos distanciamos?

Hubo unos minutos de silencio que parecieron horas. La chica quitó el pañuelo de su nariz mirándolo con la sangre aun saliendo de ella.

— Nunca me defendiste—contestó finalmente y eso le cayó como un balde de agua fría a pesar de ser cierto—Si me golpeaban no hacías nada, sólo mirabas, por eso aprendí a defenderme. Creí en un comienzo que tenías miedo de salir herido, pero luego con el tiempo cambié de opinión, era obvio que en la vida real no existen los príncipes azules, la princesa siempre debe rescatarse así misma.

— Siempre me pareciste fuerte y fría...

— ¿Fría? —bufó—Era una tonta por ti, confiaba en ti, fui tu amiga.

— Kannie...

— Olvídalo eso es cosa del pasado.

— No, Kannie...—ella se levantó y se retiró sin decir más. Aunque JungKook no quisiera admitirlo era cierto, él nunca la defendió creyendo que Kannie era lo suficientemente fuerte para enfrentarlo sola pero no, la verdad es que esa chica fingía ser dura cuando realmente era lo contrario.

Kannie quería que alguien la protegiera también.