• Cry Wolf • [JEON JUNGKOOK] COMPLETA

• [008] •

Kannie estaba totalmente quieta sin hacer nada, tenía sus piernas apoyadas en la pared mientras su cuerpo estaba recostado en la cama, ¿Ella enserio le había seguido el juego a Jeon JungKook? ¿En qué estaba pensando? Restregó sus ojos respirando profundo, no tenía a nadie para hablar del tema, ni loca le contaría a YuGyeom y por esa razón debía salir o terminaría volviéndose loca. Eran las ocho de la noche, sin molestarse en abrigarse salió por la ventana, se colgó del techo unos minutos para luego soltarse y caer en el suelo, corrió al bosque sabiendo lo que haría.

[...]

Kannie se encontraba convertida en un animal de cuatro patas, su pelaje era blanco como la nieve volviéndola elegante y llamativa, su hermano en cambio era negro como la noche. Sus ojos oscuros miraron alrededor, estaba escuchando que alguien se acercaba, giró su cabeza encontrando un lobo de pelaje castaño, era más grande y musculoso que ella. Kannie sabía quién era, gruñó cuando éste se acercó.

Los lobos siempre podían comunicarse telepáticamente.

— ¿Me estabas espiando?

— No, sólo capté tu olor en el aire.

Kannie se recostó en el suelo dejando salir un suspiro cansado. JungKook se acercó recostándose a pocos metros de ella, olfateó el aire sin encontrar nada fuera de lo usual.

— No tengo ganas de discutir ahora, sólo vete.

— Tampoco quiero discutir.

— ¿Solucionaste tu problema? —preguntó burlonamente—No me digas, llamaste una de esas perras que siguen tu cola para que te hiciera el favor.

— Dijiste que no querías discutir.

— Me encanta molestarte, Jeon.

JungKook rodeó los ojos, en su mente apareció el torso desnudo de ella, Kannie no tenía un cuerpo perfecto, pero joder, para Kook era mejor que los demás. Como era de esperarse, el silencio no duró mucho entre ellos.

— ¿Irás a la ceremonia?

— Creo que eso es lo que les importa a todos—no sonó muy contenta. La loba se recostó de lado mirándole—Para ciertas cosas me toman en cuenta.

— Quiero que estés allí, es importante para mí.

Kannie sabía que era importante para él, claro, se supone que sería el nuevo alfa. ¿Por qué le parecía que JungKook siempre andaba con rodeos cuando la tenía cerca?

Y esa noche no dio seguridad de nada.

[...]

El día de la ceremonia había llegado, las cosas entre Kannie y el nuevo alfa no estaban bien, siempre que se veían recordaban el momento intenso del cuarto de limpieza sonrojándose o apartando la mirada. JungKook esperaba que ella asistiera, recibía a los amigos de su padre que fueron lobos de la manada y con eso sus hijos que ahora serían los nuevos miembros de la manada, sí, eran los amigos actuales de Jeon JungKook. Había comida y bebidas por la casa, las mujeres o hijas que iban mostraban un absurdo interés en el chico, más aún las jóvenes.

— Ella no vendrá—Jackson apareció junto a él.

— Tiene que venir, son reglas—comentó NamJoon.

— Vendrá—afirmó.

— ¿Qué te hace pensar eso? —preguntó el primero.

— Porque le dije que hoy daría el nombre de la chica con la que me casaré—ambos chicos lo miraron boquiabiertos, era demasiado pronto para eso, pero JungKook lucía decidido—Tiene que venir.

[...]

Kannie se encontraba en una de las ramas del árbol, estaba en el bosque durmiendo profundamente, el celular en su bolsillo vibraba a cada segundo por llamadas o mensajes de su familia. En sus sueños, JungKook y ella estaban en aquel cuarto de limpieza, se besaban con ansiedad acariciando sus cuerpos con prisa, escuchaba claramente los jadeos y gemidos pero la pasión quedó atrás cuando de repente descubría que el chico estaba sangrando, tenía algo en el corazón, despertó de golpe respirando con dificultad, casi se cae de no ser porque se sostuvo recuperando el equilibrio. ¿Qué clase de sueño loco era ese? ¿Por qué soñaría con JungKook? Seguía siendo idiota y no pensaba ir a esa ceremonia. Una vez que se decidía en algo no había marcha atrás.

Sabía que su padre le armaría un lío al volver a casa.