• Cry Wolf • [JEON JUNGKOOK] COMPLETA

• [037] •

La mesa de madera oxidada que había en la sala estaba hecha añicos, los muebles ni se digan, Kannie se levantó tambaleándose, su brazo derecho sangraba a montón por las mordidas del alfa, sus piernas tenían rasguños por las garras y su abdomen tenía un corte no muy profundo por sus dientes. Ella no cambiaría de forma porque sería darle a entender que iba a pelear y era lo que no quería.

JungKook no la reconocía y Kannie no podía creer que estuviera tan herida por su culpa. Se sostuvo de la pared pensando que hacer, afuera las lobas que tenían magia seguían protegiendo la casa, ninguno de los dos saldría de allí, el lobo castaño gruñó lanzando un mordisco a su pierna tumbándola al suelo.

Kannie realmente no quería lastimarlo. Forcejeó con aquel lobo removiéndose debajo de su peludo cuerpo, jadeó sintiendo el sudor deslizarse por su nuca, entonces pensó en algo. Como pudo lo empujó arrojando una patada a su hocico levantándose dirigiéndose a la cocina, se sostuvo del mesón tomando uno de los cuchillos, todo le estaba dando vueltas, estaba perdiendo mucha sangre, pero no se desmayaría.

Ella era fuerte.

Se giró preparada para enfrentar al lobo, pero para su sorpresa, JungKook apareció en su forma humana, su torso iba desnudo, pero tenía unos Jeans desgarrados en los muslos, el chico escupió algo de sangre al suelo y se acercó furioso luciendo más intimidante, a Kannie le parecía que era el doble de su tamaño.

La chica se colocó por su propia cuenta el cuchillo en la garganta y JungKook se detuvo en el acto, él no quería que ella muriera en ese instante porque prefería hacerlo por su cuenta para que fuera más satisfactorio.

— Sé que el JungKook que conozco está allí—dijo temblorosa, lucía muy seria, pero por dentro estaba asustada—Sé que esta persona...no es mi esposo.

Los ojos del chico no mostraban arrepentimiento alguno, cuando Kannie le entregó el cuchillo pareció confuso. ¿Por qué ella estaba aceptando su propia muerte? Su mano lo tomó dejando que ella le indicara dónde introducirlo.

Era justo en el corazón.

Ambos se miraron fijamente estando más cerca aún. Kannie estaba temblando y no dejaba de sangrar, para JungKook aquel olor dulce que la chica solía tener siempre estaba opacado por el olor extraño de su sangre.

— ¿Realmente quieres asesinarme? —preguntó sin tener respuesta. Kannie notó como se aferraba con fuerza al cuchillo, tragó con dificultad sintiendo sus ojos arder, las lágrimas amenazaban con salir y ella odiaba llorar—Una vez que lo hagas...el padre de YuGyeom te asesinará o cualquiera de las brujas lo hará-JungKook notó los dedos de ella goteando sangre, estos sostenían el cuchillo también como si quisiera ayudarle a sostenerlo firme—Lo siento mucho, JungKook.

— ¿Por qué? —inquirió entre dientes fulminándola con la mirada.

— Por meterte en esto, no debiste escogerme para ser tu esposa—suspiró forzando una sonrisa—Soy un completo desastre, tu padre estaba equivocado, ni siquiera golpeándome aprendería a quedarme callada—intentó contener las lágrimas, joder, ¿Qué demonios le pasaba?—Cuando...me preguntaste que sentía por ti, yo...no contesté porque no sabía que decir, ahora lo sé—JungKook seguía sin moverse—Me siento nerviosa cuando te tengo tan cerca, me preocupa que salgas herido por mi culpa, me asusta que en un futuro no pueda darte una familia, mereces algo mejor, mucho mejor—el chico aflojó su agarre en el cuchillo—Siempre me has gustado, desde niños me has gustado y a pesar de que no te lo digo...sabes que te amo—JungKook retrocedió sin creer lo que escuchaba.

Min Kannie finalmente le decía que lo amaba. Algo hizo clic en su cabeza, su malestar por la plata seguía en su cuerpo, pero cayó en cuenta de la realidad, soltó el cuchillo escuchando el alboroto de afuera.