• Cry Wolf • [JEON JUNGKOOK] COMPLETA

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Presente

La boda sería en un mes exactamente, a Kannie le parecía que todos estaban apresurando ese matrimonio, apenas hace una semana se había enterado que Jeon JungKook la había escogido como esposa. A pesar de que el chico le había prometido tener un rango mucho mejor al ser la mujer del alfa...ella sentía que todo saldría peor, si era su esposa no podía estar en la manada, no tenía nada que ver en esos temas pero ahí Kook le recordaba que era loba y si los demás se oponían estarían obligándola a ocultar su verdadero ser, su verdadero lobo...y eso era tan grave como un crimen.

— ¿Podré seguir estudiando? —preguntó dudosa a su madre quien guardaba la ropa limpia en sus respectivos lugares. Estaban en la habitación de Kannie, la mujer tenía un cabello castaño rojizo, era de ojos marrones y piel no tan pálida como la de su padre, ella sabía que eran parecidos a su padre, pero le hubiera gustado ser tan hermosa como su madre, su cabello largo caía en suaves ondas por su espalda, pero en ese momento iba recogido en una trenza.

— No lo creo, tu responsabilidad será cuidar de JungKook—comentó moviéndose de un lado a otro.

— No es un niño, mamá—se quejó.

— La mujer de la casa debe encargarse de que su esposo consiga todo listo al llegar, además, quiero hablar contigo sobre la intimidad que ambos tendrían como esposos...

— No—la calló abriendo los ojos como platos mostrándose aterrada, aunque era ridículo cuando ella había devorado a besos al chico hace una semana—Mamá, no creo que...

— Mi madre también me contó de esto—recogió las camisas dobladas llevándolas al armario—Es una noche importante para ambos, es donde consumarán su matrimonio...

— Mamá, enserio, no sigas—cubrió sus orejas. La señora Min sonrió divertida acercándose a su hija, quitó sus manos lentamente sentándose a su lado.

— También tuve miedo cuando me casé con tu padre.

— ¿Enserio? —ella sabía muy poco de su historia.

— Tenía dieciocho años, no estaba teniendo un buen momento en casa—comentó con un suspiro, la mujer recordaba sus años de juventud—Tu padre comenzó a notar que algo me pasaba en la escuela, estábamos en el mismo año.

— ¿Te gustaba desde el primer momento?

— No, claro que no, él era muy solitario como yo, sabía que existía, pero nada más—sonrió de lado mirando a su hija—Una noche él me rescató, mi padrastro me había enviado a comprar unas cosas no muy lejos de casa, unos chicos intentaron sobrepasarse y...

— Papá intervino—finalizó Kannie. Se imaginó a su madre en esa situación y quiso asesinar a esos imbéciles— ¿Siempre quisieron tener dos hijos?

— Tu padre no quería hijos, tenía el temor de no ser un buen padre, nos habíamos mudado a nuestra primera casa, todo estaba vacío, no teníamos empleo...

— ¿Ni siquiera papá? —Kannie se sorprendió.

— Él tenía veinticinco años, quería dedicarse a acabar la universidad, lo habían despedido de tres trabajos por acusaciones falsas en su contra—comentó—Tu padre siempre ha sido un hombre muy frío, distante y serio, pensaban que al ser así era más peligroso, pero me parece absurdo, juzgaban sin conocer.

Kannie sintió una punzada en el pecho porque a ella le hacían lo mismo, recordó las palabras a su padre sintiéndose culpable.

— Mamá...lamento no ser normal.

— Kannie, no, cielo—la abrazó rodeando sus hombros—Eres mi hija, te quiero como seas—besó su frente acariciando su cabello—Te he amado desde que te sentí dentro de mí, eres la niña de esta casa, la pequeña alegría de todos.

— No lo creo, he dado problemas desde que puedo recordar—admitió avergonzada. Su madre no parecía guardar rencor, ella realmente era demasiado comprensiva...y Kannie quería ser así—Le dije a papá que prefería no ser loba.

— Tu padre sabe que la adolescencia entre lobos es difícil de llevar—frotó su brazo—A tu edad, él tenía muchos planes para su vida. Quería irse del país, viajar y conocer viviendo por su cuenta.

— ¿Arruinamos su vida?

— Kannie, cuando encontramos a la persona que amamos todo nuestro mundo se pone de cabeza—susurró—Siempre recuérdalo.

— ¿Qué hay de la familia de papá? ¿Qué hay de tu familia? Nunca los hemos escuchado hablar de ello...

— Mi familia me echó de casa cuando les dije que me casaría—respondió—Mi padrastro quería casarme con un hombre diez años mayor que yo, no era alfa, pero tenía una buena posición económica—Kannie la miró.

— ¿Preferiste a papá?

— Preferí al hombre que me salvó esa noche—sonrió con orgullo—Sobre tu familia paterna...recuerdo que tu padre vivía con sus tíos, sus padres lo abandonaron cuando era un niño.

— ¿Qué?

— Tu padre aprendió a valerse por sí mismo, en sus tíos vio una verdadera familia, sus primos se convirtieron en sus hermanos y aquí está—se encogió de hombros—Cuando le pregunto más sobre el tema suele cambiarlo—Kannie entendió porque su padre los protegía tanto, él fue abandonado por su familia y ahora quería mantener la suya, como siempre, la chica había actuado sin pensar—Tu matrimonio con JungKook irá bien, es un chico joven, fuerte, educado...

— Mamá, él me gusta—contó. Ahora la mujer estaba sorprendida—Siempre me ha gustado, pero por alguna razón creo que es mejor golpearlo que besarlo.

— Tus emociones te ponen nerviosa—sonrió divertida— ¿Tu corazón se acelera al verlo?

— Sí, es...algo inexplicable—se atrevió a ser honesta—Y él dijo que yo siempre le he gustado.

— Entonces tienen buena suerte al poder casarse, ¿Lo ves? No es tan malo—la alentó.

— Pero no quiero tener hijos ahora.

— Tienes una larga vida por delante, si JungKook no tiene problemas con eso entonces no habrá bebés por un tiempo.

— Y no quiero que me toque en la luna de miel...

— ¿Sabes por qué las mujeres tememos esa noche? —Kannie negó con la cabeza—Porque siempre ocurre en luna llena.

Aquello no podía ir peor.

Detrás de la puerta el señor Min había escuchado todo. Le preocupaba su hija, le preocupaba mantener silencio ante las consecuencias, pero no podía romper ese matrimonio. ¿Cómo podía mantener a su niña a salvo? Debía buscar una solución.