Capítulo 28

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Hoseok no paraba de reírse, mientras la abrazaba y la hacía dar vueltas por el aire.

—Estás totalmente loco —le decía ____.

—Puede ser, puede ser. Pero soy feliz. Y te amo. ¿Te imaginas si te sale que sí?

____ estaba seria.

—Estoy aterrada —dijo—. No quiero pensar qué pasaría si llego a estar embarazada. Natalia me dijo que hay una forma rápida de saberlo. Esta tarde quedamos para vernos en la cabaña, ella me va a llevar un test de embarazo y lo vamos a hacer allá. Pero no quiero que nadie se entere, Hoseok, por favor, y menos tu mamá.

—Si mi mamá también se casó embarazada. ¿O no sabes sacar las cuentas?

—No importa... A mí me da mucha vergüenza. Ni siquiera me animé a hablarlo con Sara.

—Esta tarde vamos en mi camioneta, y espero que sea un sí.

Hoseok no podía decirle a ____ que a él también lo asustaba la idea, pero que eso sería una manera segura de estar siempre juntos. Sabía que Santiago y Flor regresarían a finales de febrero y pese a todo lo que estaban viviendo, muchas noches lo despertaba la misma pesadilla: ____ volviendo con sus apropiadores al sur.




...




Los resultados de los análisis hemogenéticos habían confirmado el origen de ____. La asociación civil habían citado a los familiares y les explicaron que, como todas las veces que se encontraba un niño, no sólo se reparaba el daño que le habían hecho a la criatura y a la familia, sino también a la sociedad.

Estaban felices. Después de tantos años de oscuridad, al fin se encendía una luz que les comenzaba a anunciar, de alguna manera, el fin de la noche.

Ahora seguían reunidos en la sala cómoda y bien iluminada: un grupo de psicólogos, algunas personas de la asociación, Saida, la madre de Diego y Joanne , la madre de Maria, junto a su hijo Oliver y la familia de él. Cuando terminó de hablar la psicóloga encargada de prepararlos para el encuentro con ____, se produjo un silencio incómodo. Después de la alegría frenética del primer momento, comenzaban a aflorar los temores y las angustias de todos. Las voces, que comenzaron a sonar suaves al principio, fueron alzándose.

—Si tu hijo no le hubiese llenado la cabeza a Maria con todas esas pavadas revolucionarias, ella hoy estaría viva y la nena hubiese crecido entre nosotros.

—¿Cómo podes decirme eso, Joanne? Vos sabes muy bien cuáles eran los ideales de los chicos. Nadie le llenó la cabeza a nadie. Lo tenían muy claro.

—Sí, pero cuando Maria quedó embarazada ella quería dejar y él no se lo permitió. No pensó en su mujer ni en su hijo. Pensó en él y nada más, fue egoísta.

—No seas injusta. Sólo porque sé el dolor que sentís puedo perdonarte. Diego pensaba solamente en el bien de todos. Me parece oírlo cuando me decía: "Vieja, mientras un sólo chico se esté muriendo de hambre en este país no vamos a dejar de luchar. Tenemos que seguir para no mirar con vergüenza a nuestros hijos", y vos ahora decís que era egoísta.

—Y de qué les valió preocuparse por los demás, mira cómo terminaron. No sabemos nada de ellos. Se los tragó el espanto.

—Pero fueron valientes hasta el último momento, y lo sabes tan bien como yo. No podes decir que Maria haya sido una cobarde. —Para lo que les sirvió la valentía, ¿querés decirme, Saida para qué les sirvió?

My True Identity>> J-Hope y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora