Capítulo 11

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Damian no podía dejar de mirarlos, y no los veía con buenos ojos.
Era obvio que él estaba disfrutando, se notaba en su estúpida expresión, con esa tonta sonrisa. Ella por su parte tenía cumplír su tarea como sanadora.

Cuando Kid Flash intentó desarmar a todos los secuestradores, uno de ellos apretó el gatillo e iba dirigido a una de las aves. Pero bendita fue su velocidad que le permitió cubrir a sus amigos con su propio cuerpo.
Robin por su parte terminó el trabajo atrapando a los cinco criminales restantes.

Raven con su poder de curación atendía a su compañero para ayudarle a sanar.

-"¿Acaso no se da cuenta de que los Flash tardan en sanar menos de tres segundos?"- pasaba por la mente de Damian, mientras de brazos cruzados esperaba a los demás Titanes. -"¿Tampoco se da cuenta de que sólo quiere su atención?... Maldito suertudo-.
Él sabía que Wally no era de su agrado, pero aún así podía convivir con él, pero en ese momento no quería ni verlo, estaba molesto con él, y también con ella.

...

-Buen trabajo chicos, vayan a descansar- sugirió la tamaraneana.

-¿Qué sucede, Damian?- preguntó Dick, quien había llegado de visita hace unos días y los había estado esperando en la torre durante la misión.

-No es nada- pero su error fue mantener la mirada en Raven y Wally quienes seguían juntos.

-Oh, ya veo. Estás celoso- soltó como si nada. Damian se giró hacia él sonrojado. -¿Te están quitando a tu chica?- se burlaba. -Te comprendo, yo tampoco soporto ver a Roy cerca de Kory-.

-¡No estoy celoso!- murmuró para que sólo Dick lo escuchara. -Sólo no entiendo como no se da cuenta de que Wally se curó un segundo después de retirar la bala- Dick sonrió con picardía y tal como un hermano mayor lo haría, avergonzó a Damian.

-¡Rachel!, ¿podrías venir un momento?- juraba que lo iba a matar.

-¿Qué estás haciendo?, ¿para qué la llamas?- el sonrojo era más notable en Damian.

-¿Qué pasa?- dijo la chica en cuanto llegó.

-Si, si, lamento molestarte pero ¿podrías ayudar a Damian?, creo que necesita de tus atenciones- Rachel miró a Damian y arqueo una ceja confundida, pero de igual manera aceptó. -Creo que deberías llevarlo a su habitación, ya sabes, para que pueda descansar mejor- y de nuevo, la chica no se negó.

...

-¿Qué te sucede?- preguntó la chica cuando por fin estaban en la habitación. Damian no podía ni verla, estaba tan avergonzado que no sabía que hacer. -¿Damian?- volvió a llamarlo. Ella percibía el nerviosismo de su compañero, pero prefirió ignorarlo.

-Si, lo siento- respondió. Ahora no sabía en qué podía ayudarlo, pues no tenía una herida de bala como Wally, o problemas para dormir, al menos no aún. -Podrías...eh...curar- divagaba en buscar una respuesta. -Mi espalda- recordó que noches antes de su cumpleaños tuvo una misión en Gotham donde Bane lo arrojó con fuerza hacía un muro, lo cual le dejó moratones y rasguños, además de un terrible dolor de espalda.

-¿De acuerdo?- la hechicera jamás había notado a Damian de esa manera, y debía admitir que le parecía raro, pero adorable. -Quitate la camisa, necesito ver donde debo curar- Damian obedeció mientrasel sonrojoseguía ahí. -Bien, recuestate boca abajo- nuevamente obedeció.
La joven se sorprendió al ver la espalda de su compañero, estaba casi cubierta por moratones.

-¿Desde cuándo tienes esto?-.

-De la última vez que fui a Gotham por una misión, antes de mi cumpleaños- sintió como de las manos de su amiga emanaba la magia, y de vez en cuando disfrutaba cuando las manos de la chica tocaban su piel, aunque fuera un simple roce.

-Debiste haberme dicho esa misma noche-.

-No importa, ya pasó-.

-Si importa, ahora el daño es más grande, con una sola pasada no podré curarte. Puedo quitarte el dolor por hoy, pero curarte, tardará tiempo- respondió. -Además, para lo terco que eres, en cuanto puedas irás a entrenar y a misiones que te dejarán peor-.

Raven terminó su tarea, permitiendo que Damian pudiera incorporarse. Se sentó en un extremo de la cama y Raven se quedó de pie.

-Iré con los demás- dijo cuando ambos quedaron en silencio. Damian no dijo nada, pero al ver que empezaba a irse, su cuerpo reaccionó al instante. Tomó su muñeca y con eso la detuvo. -Damian, ¿que...- no terminó de hablar, pies la mirada y la expresión de su compañero la atrapó; sus ojos verdes la hipnotizaron por unos segundos.
No faltó mucho para que ambos quedarán a sólo centímetros de el otro.

-Quédate- susurró Damian antes de besar a la chica.

New Teen Titans: Shadows And DestinyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora